Abrí mis ojos con miedo, miedo de que no estuviese conmigo, al ver a los lados no estaba, pensé que se había marchado, me pregunté si intentó irse en la madrugada de alguna forma, estaba pensando con la cabeza un poco fría, pero abro el baño y ella estaba dándose una ducha.—Creí que te habías ido.—Le dije.
—Igual ¿Como podría irme? No sé como salir de tu casa.—Lo dijo mientras reía de mí.
—Lo siento, en serio me dio algo de temor.
—Ven aquí y dúchate conmigo.
Comenzamos a bañarnos.—¿Vas a tu instituto?—Le pregunté.
—Yo pienso que si debería asistir. ¿Tu irás?—Me dijo.
—No creo, no siento ganas de asistir.
—Creo que lo más conveniente sería irnos al instituto.
—¿Quien dijo que hacer lo conveniente es lo mejor?
—Bueno ¿que haremos?
—¿Adonde quieres ir?
—Vamos a algún lugar, que no se conozca demasiado pero sea hermoso.
—Iré a cambiarme, espérame aquí ya regreso, revisaré si mamá está aquí.
Me coloqué algo de ropa, y noté que mamá había salido con papá, quizá a hacer algunas compras para la casa, mis hermanos estaban acostados en sus dormitorios.
—Elissa, deberíamos irnos antes de que lleguen mis padres.
—Ya estoy lista.
Tomé algo de dinero y la mochila con algunas toallas, salimos deprisa y caminamos un poco, antes de ir a la parada, compré una botella de ron y la coloqué en la mochila, fuimos a tomar el bus e irnos a un lugar lejos, lo suficiente como para no ver la ciudad, pero si para poder regresar sin preocupación, decidí llevarla a un sitio turístico, una montaña en la que muchos utilizaban para hacer ejercicios, nosotros sólo íbamos para distraernos. Llego el bus y ambos subimos, nos sentamos y esperamos el transcurso hacía la montaña, un transcurso de una hora, ella en el camino recostó su cabeza a mi hombro derecho mientras acariciaba su mano.—¿Que ironía, no?—Me dijo.
—¿A que te refieres?
—No esperaba que pasara tanto tiempo para recibir algo de paz momentánea. La vida se apiadó de mí, y te trajo conmigo.
—Mientras pueda estar cerca de ti te aseguro que no estarás sola, no quiero volver a verte sola, como aquella primera vez.
Me besó y miró a la ventana, no entendí porque lo hizo, duró un par de minutos así, luego me miró con una de las mejores sonrisas, sus hábitos eran interesantes, sus maneras de ver el mundo.
—¿Porque miraste a la ventana? Suena un poco extraño pero lo hiciste de una forma muy distinta a las demás personas.—Le dije.
—Sólo es algo simple, no entenderías ni la mitad de lo hago, sólo lo necesario.
No sabía si molestarme o hacer como si no hubiese dicho eso, que estúpido, me molestó un poco, unas simples palabras, pero no soy capaz de decírselo, es conveniente reservarlo.—Llegamos, ven Elissa, bajemos.
Tomé la botella y caminamos hasta que esta se acabara, era uno de los peores rones y más estando caliente, pero continuamos caminando, riendo por demás y observando las buenas cosas, como ella y yo, el verde paisaje y la frescura de una mañana acompañada, no habíamos desayunado pero no importó.
—Ten la botella.—Le dije.
Abrí la mochila y tomé algunas toallas.—¿Para que trajiste eso?—Me dice con un tono sorprendida.
—Para bañarnos en un pequeño río que está cerca de acá.
—Esta bien.
Llegamos al pequeño río y no había nadie en este, ni alrededor, sólo eramos Elissa y yo. Se desvistió y se arrojó con una emoción muy grande, le agradó estar allí por lo visto, me quité parte de la ropa y no mantuve las ganas de bañarme y estar con ella. Estuvimos horas allí, tomando de aquel ron, aunque fuese uno de los peores valía el momento y lo embriagados que estábamos en poco tiempo.—¿Crees que es momento de irnos?—Le dije.
—Estoy un poco ebria Jacob.
Nos vestimos.—Antes de irnos quiero mostrarte un lugar, uno de aquellos que valen la pena contemplar.
—Espero que no sea muy alto.
—No te preocupes, cuando lo veas te asombrarás.
Caminamos un poco más arriba y había un faro antiguo.—Quiero que pases primero y veas la gran vista desde aquí, lo alto que estamos y lo poco que parece que hemos subido.
No dijo nada, se quedó allí sin decirme algo, mientras miraba sus ojos, me encantaba ese color verde en sus ojos café, el mejor contraste, la mejor vista.—Eres amante al paisaje, te comparas con la naturaleza, por su maravilla pero también por su autodestrucción, lo masoquista que eres como ella, te espero afuera.—Le dije.
—Te detesto Jacob.
—Eso no lo dices cuando tenemos sexo Elissa.
Carcajeó sarcásticamente.—Eres un estúpido.
—Apresúrate.
Estuve afuera por varios minutos, pensé que serían horas esperando pero recordó que estaba conmigo.—¿Nos vamos?—Le dije.
—Sí, debo ir a casa.
Caminamos hasta llegar a la salida del lugar, tuvimos que ir caminando y esperar que algún bus se detuviera para irnos a la ciudad, a un par de minutos pasó uno, estaba cansado, después de todo era una montaña. Elissa quedó dormida profundamente en mis piernas, yo no soporté y me quedé dormido en la espalda de Elissa.
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Alma Caótica. #Wattys2016
Romance"Escépticos de amar, pero creyentes del caos". Dos jóvenes enamorados junto a un mundo caótico, que se acompaña de sentimientos pasajeros, Elissa y Jacob, un amor dividido entre la extrañeza y lo puro, entre el miedo y la valentía, entre quedarse...