Sensación de vida.

69 5 0
                                    

Despierto, me levanto de la cama a ver la hora, 12:00 am. Había dormido sólo tres horas y no habían ganas de dormir en mí, me recosté en un pequeño asiento del cuarto que estaba frente a mi cama, mientras miraba a Elissa dormir, hermosa, en cada posición, lugar, acción, me inspiraba tanta seguridad que parecía tomar las decisiones sin dudar, sin pensar, sabía que ella era mi calma con junto a un caos, equilibrio exacto. Estuve así por mucho tiempo hasta que Elissa de alguna forma se levanta, amé esa hermosa sonrisa en su cara cuando despertó, era una sonrisa que no había notado anteriormente, me miró, cerró los ojos y sonrió lentamente.—¿Porque despiertas si te ves tan hermosa durmiendo?—Le pregunté.

—¿Me estuviste mirando así por cuanto tiempo?

—No lo sé, habría pasado toda la noche acá.

Me acerqué a la cama y la besé mientras estaba despertando.—¿Quieres venir a bañarte conmigo?—Le pregunté.

—No traje ropa Jacob.

—Para bañarnos no necesitamos ropa, no te preocupes.

—Esta bien.

Abrió la puerta se acercó a mi, me besó y comenzó a lavar su cabello, verla desnuda era imposible que mi pene no estuviera erecto ante su hermosura, ante su belleza.

Pasé el jabón por cada parte de su cuerpo, cada lugar ¿como no encantarme por ello? Por tocar su cuerpo de esa forma indirecta.—Es hora de quitarnos esto.—Me dijo. Comenzamos a jugar con el agua mientras nos quitábamos el resto de jabón en nuestros cuerpos, ella reía por mí, por lo fácil que era excitarme.—No aguanto las ganas de hacerlo.—Le dije mientras ella sonreía por mi expresión facial. Me acerqué a ella, con muchas ganas, se colocó de espaldas, se recostó de la pared, y lo hicimos en el baño mientras el agua caía en nuestros cuerpos excitados, me encanta, su piel y ese tono rojizo al colocar mis palmas en su piel.

Sus orgasmos en el baño era algo que valía la pena oír y explorar. Salimos del baño besándonos, con mucha pasión en nuestras carnes pecadoras, nos lanzamos en la cama, no nos secamos siquiera, nadie piensa ahora, estaba viciado al tacto de sus clavículas, de sus senos, de su cuerpo.—Quiero que coloques una canción por mí.—Dijo con un tono suave en mi oído.

—¿Que canción deseas? Cariño.—No sé de donde rayos salió ese cariño.

—Cigarettes After Sex -Nothing's Gonna Hurt You. 

Fui a la computadora y la coloqué a un volumen intermedio, conocía la canción, era una de las mejores que se puede escuchar, ella estaba recostada y la estaba mirando en movimientos, sus hermosos ojos, seguí el paso de la canción, coloqué mi boca en su oído.—Tienes los mejores movimientos y mientras estés conmigo estarás bien.

Me abrazó y colocó sus dos manos en mi espalda mientras conservaba sus ojos cerrados, estaba tan enamorado que podía observar todo en cámara lenta, como ese clásico sonido indie, suave y puro, me sentí tan vivo que tenía miedo de seguir con vida, la lentitud del momento, y la realidad de dos amores en momentos paralizados, eternos por una canción que relata una escena como la nuestra, tan clásica, tan pura. Nunca estuve más feliz que ahora, nunca. Tampoco me había sentido tan identificado con una canción, y se que ella sentía lo mismo, era encantador.

—Me encanta mirarte, tu expresión tomando esto tan en serio, te ves tan intensificado en el momento, en el sonido y en nuestros movimientos, no pares.—Dijo.

Al pasar alrededor de una hora nos levantamos de la cama, dejamos la misma canción, ambos no queríamos dejar de escucharla, Elissa se levantó desnuda y comenzó a saltar en la cama, me uní con ella, quería estar feliz junto a mi chica y una canción indie que no quería que dejara de repetirse, que siguiera su curso, que jamás acabase, que jamás se alejara. Se colocó la camisa que llevaba puesta hace unas horas.—Me encanta como te ves.—Le dije mientras saltaba.

—Ven, bailemos.

Ambos bajamos de la cama, yo estaba desnudo y ella con una vieja camisa, nos abrazamos y seguimos ese suave paso en una canción clásica, esta creaba un ambiente oscuro pero a su vez tan pacifista, un tono gris, dos jóvenes desnudos bailando una canción indie a media noche, era muy melodramático, pero valía la pena. 

—Gracias por esto Elissa, por todo, has estado como ninguna otra persona y en la soledad te acompañaría mi amor.—Le susurré al oído mientras bailábamos. 

Ella se detuvo, me miró por unos segundo y nos besamos, nos acostamos nuevamente, ella se colocó encima de mi, se veía tan perfecta entregándome esa hermosa mirada, habían tantas cosas que podían modificarse con tan sólo mirarla, con tocar su rostro y preguntarme todo lo que he tenido que pasar para conocerla, errores, personas equivocadas, pero se que esto vale la pena. La abracé y ella se quedó dormida encima de mi, mientras yo admiré lo hermosa que es y mis ojos cerraban. No quería cerrarlos ojos, quería estar despierto y que el tiempo jamás pasara, que fuese eterno, pero sabía que debía terminar, pensamientos soñados deprimentes, sólo espero encontrarla, en mi cabeza y cuando abra mis ojos, que este sueño sea una realidad compleja.



Alma Caótica. #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora