Bajamos en el centro de la ciudad, teníamos pensado caminar sin motivo alguno, sin un destino, sólo nosotros y un montón de personas preocupadas por su día, trabajo, estudio, ventas, eramos distintos en tal momento, no teníamos una prioridad excepto querernos el uno al otro, de apreciarnos, de arriesgar y no intentar, sería aburrido si intentáramos ser felices, planear algo para querernos, pero todo esto ha sido tan espontáneo. Me he encontrado contigo en este caminar, sin charlar, sólo mirar estos pasos y visualizar un mundo ficticio junto a ti, estoy soñando con pasar mi vida contigo, como un niño con inocencia, estoy tan dispuesto a seguir soñando y no importarme caerme de esta resbaladiza nube.—Si tan sólo vieras lo enamorado que estoy de ti, te juro que no me dejarías ir de tu vida jamás.—Le dije.
—Que extraño.—Dijo.
"Sueño tanto con esto, sueño despierto con tu hermosura, no vayas a casa antes del ocaso, antes de mi ocaso, estás tan sola, afligida. No dudé en acercarme, no dudé en quererte, no dudé en querer tu soez amar, hidalgamente me levante de mi apaciguado mundo repetitivo y extraño, amé tus astillas mientras estaba siendo agraviado, como lanzas, lo que sucede es que sólo te observé, sólo quise contemplarte mediante cada costo, no me arrepentiré, ni de tus astillas, ni de tu amar".
—¿Adónde deseas ir?—Le dije.
—No lo sé.
—¿Quieres conocer algo que nadie sabe de mí?
—Eres tan misterioso Jacob, a ver, sorpréndeme.
—Sígueme, aún es de día para ir aquel lugar, por ello comamos algo.
Caminamos adentrándonos en ese lugar repleto de comidas hispanas, un aroma que hacía retorcer el estómago. ¿Que quieres a ver?—Le dije.
—Quiero pizza.—Carcajeó y bajó la mirada.
—¿Sabías que este es un lugar donde sólo se vende comida hispana? Si pides pizza te insultarían.
—Rayos.
—Me da cuatro tamales, por favor.
Comimos lentamente, para llegar a tiempo a donde la llevaría.—Estuvo bien no?—Le pregunté terminando el último tamal.
—Muy buenos, ya tengo algo de energía.
—Eso es bueno, muy bueno.
—Es hora de caminar, espera acá, compraré cigarrillos.
Caminé a una pequeña tienda y compré dos cajas de cigarros.
—Es hora de irnos.—Le dije mientras encendía uno.
—¿Me das uno?
—Claro, ten este.
Encendí uno para mí, caminamos, ella tomó mi mano, nos miramos por unos segundos, ambos reímos y nos expulsamos aquel humo en nuestras pálidas caras. Reí demasiado, habíamos comido y estábamos enérgicos.—¿Quién diría que vendrías acá conmigo?—Le dije.
—No sé a donde vamos, sólo espero que no vayan a violarme.
—No es nada Elissa, sólo tendremos necrofilia y tu serás la víctima.
—¡Rayos, cállate Jacob!—Dijo mientras reía.
—Ya vamos a llegar.
Caminamos un poco más, adentrándonos a esos lugares donde las personas no suelen pasar por miedo a ser robadas o abusadas, estaba confiado porque los del lugar me conocían por ir a menudo allí.—Cuando no esté en casa, estaré acá Elissa.—Le dije.
Llegamos a una puerta, toqué y miré a los lados, no había nadie alrededor ¡Alex! Es Jacob abre la puerta. Esperé unos segundos y abrió.—Pasa rápido apresúrate, los demás están abajo.
—Te presento a una amiga Alex, su nombre es Elissa.—Ambos se dieron la mano.
—Bueno, bajemos.—Dije.
Entramos en aquel lugar escondido en la ciudad, después de múltiples tiendas de comida hispana, un viejo y oscuro lugar, pero parecía ser uno de los mejores donde se podría estar, un sótano que se convertía en una zona donde el género indie sonaba en esas cuatro paredes viejas de una manera tan artística, como si todas aquellas dudas de alguna forma pudieran aclararse, por una hora o un poco más. Elissa y yo nos sentamos y disfrutamos del ensayo.—¿Con que vienes mucho aquí? Es uno de los mejores lugares Jacob, si que lo es.—Dijo.
—Podría pasar horas aquí, fumando un poco y hablando un poco.
—Gracias por este día.—Dijo mientras besó mi mejilla.
—Por ahora sólo escuchemos, aprovechemos que aún no cae la noche.
—Quiero que escuches esta canción cuando todo acabe, tal vez para saber lo que fuimos o lo que no.—Le dije.
No dijo nada, sólo estuvo observando aquel lugar. Me levanté y fui al pequeño estrado, hoy volveré a practicar la batería, sólo por un momento.—Ya hace mucho que no lo intentas, desde tu última ruptura Jacob.—Dijo Alex.
—Las personas no pueden pasar toda su vida restringiéndose de realizar algo por cosas pasadas.
Intenté hacer lo mejor como pude, parecía que volvía a recuperar eso que estúpidamente descuidé, quise sorprender a Elissa.—Esta es la canción que nunca debes olvidar.—Le dije desde el estrado.
Nunca vi sus ojos tan iluminados, aunque estaba tocando tan mal, estaba satisfecho y para mí nada era mejor que eso. Mientras estaba allí me di cuenta de lo vacío que serían las cosas sin su compañía mía, la costumbre me arruinará la paz, la cordura. No pienso en lo que dejaría de hacer si se marcha o en lo que haría sin ella, pienso en lo que hago con ella y lo mucho que llena. Esa silueta cuando estuvo dormida, su mirada al levantarse, esa sonrisa que usa para salir del paso, esa mirada que le nace para decirme que está cómoda y segura. Y tal vez en pocos días la conozco más que a mí mismo, me he enfocado en descifrarla que he olvidado muchas cosas, esenciales quizás, pero ahora nada es más esencial que ella. Sabía que podía destruirme en un segundo, en un adiós, que masoquismo tan inerte e impuro. Malditos sentimientos magnos.
—Gracias chicos, pronto vuelvo. Vayámonos Elissa.
En ese momento recordé que papá me heredó el gusto por esta clase de músicas, y le di las gracias.
Salimos de aquel lugar, con un cigarro en nuestras manos, un poco sudados pero contentos y satisfechos.
—Te llevaré a casa.
—Vale.
Caminamos a la parada más cerca y tomar un bus a casa de Elissa, apenas comenzaba a caer la noche, el tiempo pasó velozmente pero supimos aprovecharlo. Tomamos el bus, no tenía nada que decirle, y no me gustaba hablar demasiado.
—Ahora que llegamos, espero que te cuides, gracias por venir conmigo.—Le dije.
Sus padres salieron.—Señor y señora Arízaga, aquí les dejo a su hija, fue un placer conocerlos.
—Espero verte pronto Jacob.
—Pronto nos veremos, Elissa.
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Alma Caótica. #Wattys2016
Romance"Escépticos de amar, pero creyentes del caos". Dos jóvenes enamorados junto a un mundo caótico, que se acompaña de sentimientos pasajeros, Elissa y Jacob, un amor dividido entre la extrañeza y lo puro, entre el miedo y la valentía, entre quedarse...