¡Te Amo, Idiota! (Book 2) [Kellin Quinn y Tu]

Capítulo 3

Su asistente le avisó que el señor Botswick quería verla en su oficina a lo que ella bufó. Caminó con seguridad entre los pasillos y llamó a la gran puerta de roble firmemente.

Un "adelante" hizo que ella entrara y cerrara la puerta tras de ella.

Y cuando lo vio sus piernas flaquearon y un nudo en su garganta le impedía respirar como era debido. Las lágrimas amenazaban con nublar su vista.

Ahí estaba él. Frente a ella sentado detrás del fino escritorio de madera importada en un sillón de cuero. Con el cabello un poco más corto, con expresión cansada. Y aquellos ojos que tanto amó habían perdido aquel característico brillo.

La miró a los ojos y sintió que el corazón estaba a punto de salirse de su pecho.
Un temor la inundó ante la posibilidad de que le reconociera.

-Quiero empezar con una disculpa -dijo él levantándose y extendiéndole su mano.

Ella tomó un gran suspiro y acortó la distancia entre ellos. Tomó la mano del pelinegro y la estrechó fuertemente.

Un alivio la inundó.

Él no la reconocía. No esperaba que lo hiciera, se había teñido el cabello un par de tonos más claros, ahora usaba anteojos de armazón grueso y había cortado su cabello un poco más arriba de sus hombros. Inclusive había dejado detrás el nombre de ______ y ahora usaba Alexander como nombre, en honor a su padre.

-No fue mi intención llegar tarde. Tuve un par de contratiempos.
-Lo entiendo, señor Botswick.
-Es un placer tenerla en mi equipo.
-El placer es mío, es un honor que usted me haya escogido para formar parte de esto.

Un par de minutos transcurrieron mientras hablaban de asuntos importantes que tomarían en cuenta en la siguiente junta.

Cuando salió de aquella oficina caminó a paso apresurado hacia su oficina antes de que las lágrimas la hicieran lucir débil y vulnerable.

No lo amaba. Pero seguía doliendo. La traición seguía ahí. La herida aún estaba abierta...