¡Te Amo, Idiota! (Book 2) [Kellin Quinn y Tu]

Capítulo 39

Regresar a casa después de haber pasado tantos días en el hospital se sentía extraño, en especial porque pensaron que a su regreso la casa quedaría inundada en llantos y desesperación al tratar de ser buenos padres.

Hubo corazones rotos, lágrimas y mucho dolor a cambio.

Bien, las cosas no habían salido como ellos esperaban. Todo se arruinó horriblemente.

Y aquel horrible y profundo sentimiento de pérdida los estaba asfixiando.

________ entró a la habitación y las lágrimas amenazaron una vez más con salir al ver la cama donde la pesadilla comenzó. Al menos Kellin había cambiado las sábanas.

Tragó saliva sintiéndose incapaz de tan siquiera tocar aquel colchón sin echarse a llorar de nuevo.

Kellin la miró a lo lejos. Ella estaba tan destrozada como él. Todos sus sueños, sus ilusiones fueron directo a la basura.

Se acercó a ella y la abrazó por la espalda plantando un dulce beso en su cuello. Pero ________ tenía su vista clavada en aquel lugar donde la pesadilla comenzó.

—¿Te sientes bien? —preguntó en un susurro apenas audible.

_______ negó con la cabeza ya que se encontraba demasiado aturdida como para lograr articular palabra alguna.

—Saldremos de esta —aseguró.

La abrazó más fuerte para recordarle que ella no estaba sola, que él estaba a su lado en las buenas y en las malas.

—Podemos hacerlo, juntos...

_______ le sonrió y se movió tan sólo un poco para besar los labios de Kellin.

—Te amo...

—Yo también te amo, cariño.

—¿Podríamos dormir en otro lugar? —pidió ella—. No creo ser capaz de estar allí, no ahora.

Kellin asintió comprensivo, siendo honesto el tampoco podría dormir recordando donde inició el fin de sus ilusiones.

...

_______ se durmió entre sus brazos y su rostro quedó enterrado en su cuello.

El sofá era un tanto incómodo, pero eso era lo último que le importaba en aquel momento.

Acarició suavemente la cabellera de su mujer quien se encontraba sumida en un profundo sueño.

Tenía que haber una manera de hacer que aquello doliera menos y de seguir con sus vidas pero le parecía demasiado difícil pensar en vivir feliz cuando habían sufrido tal pérdida.

Al menos tenía a ________ y ella lo tenía a él.

Haría lo que fuese para que amos salieran de las profundidades donde estaban comenzando a ahogarse.