i know i can't take one more step towards you

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Volví a caer, a pesar de que es especialmente lo que dije que no haría.

Volví a caer en tus ojos, y no puedo dejar de pensarte. A cada segundo, el nudo en mi garganta se agranda porque la fuerza que me impulsa hacia el teléfono momento a momento tiene más ganas de llamarte.

Pegaré a ésta carta en particular la foto nuestra que encontré bajo la almohada, tan simple que me enternece, para que mi yo futura entienda, cuando lea ésto, por qué es que fui tan débil ante una dama tan vil. 

Pero es que no puedo evitarlo, sabrás comprender. 

El café solo sabe a agua desde que no estás, y mis lirios ya empezaron a marchitarse. 

Cada vez que el timbre suena corro hacia al balcón con los ojos cerrados, para sentarme a escucharlo durante 5 minutos e imaginar que eres tú, antes de abrirlos y descubrir que es el cartero.

Ya no huelo pétalos de rosa en el aire al pasar por el comedor (que eran lo que desprendían mis manos cuando pasabas cerca).

Ahora, no hay nadie a quien aferrarse en las noches oscuras, porque ya ni siquiera estoy yo.

Mi yo ha dejado mi cuerpo (...sospecho que ha ido detrás tuyo). Solo quedan sombras, y estos labios deshechos. 

Esta cama deshabitada que mi esqueleto sin vida aprendió a ocupar. 

Perezco como si fuera un castigo el haberme librado de alguien como tú, cuando debería festejar.

Pero es que no sabes del color insulso que ha tomado el cielo de nuestra habitación ahora que la estrella más fugazmente rota no está aquí para hacerlo brillar.

Pienso en como me hubiese clavado mil millones y un dagas en la sonrisa, solo para verte soslayar una risita a ti.

No puedo creer que lo diga, pero hoy quisiera tenerte de vuelta... Solo el tiempo necesario para que me leas un último verso de Neruda (que solía ser mi cuentito para dormir). 

"Me gustas cuando callas porque estás como ausente" te recitaba a veces yo a ti, en tus insomnios, y batías las pestañas seis veces antes de desmayarte en mi regazo. 

Y desde que no estás, Neruda y yo hubiésemos deseado no haber dicho que nos gustabas cuando callabas, porque ahora estás ausente de verdad y no es poético para nada. 

Solo doloroso, como lo es para un árbol perder su última hoja.

Pero por mucho que él y yo te necesitemos, sé que no puedo dar un paso más hacia ti. Tengo que dejarte en el pasado, y tengo que dejar al pasado en el pasado porque me persigue, y tengo que correr rápido porque si el bastardo me alcanzase, me guiaría hasta tus tobillos más rápido de lo que .

 Tengo que dejarte en el pasado, y tengo que dejar al pasado en el pasado porque me persigue, y tengo que correr rápido porque si el bastardo me alcanzase, me guiaría hasta tus tobillos más rápido de lo que sé

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Jódeme de nuevo si no éramos preciosas juntas.

Dacrifilia, (Concurso: UCAMA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora