running around leaving scars

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¿Sabes algo? Lo siento.

Sí, perdón.

Por haberte dicho que te quería.

Porque fue cierto.

Perdón por haberte pintado tantos cuadros en la espalda con mis dedos mientras dormías, disculpa.

Por haberme tomado la libertad de besarte cuando sentí que te morías.

Lo siento, he sido una tonta.

Por creer que querías caricias mías.

Perdóname por haber dejado de ser quien soy para que así puedas ser quien fuiste.

De verdad. Lo siento, bonita.

Por haber corrido tantas autopistas en el medio de la noche buscando una plaza con árboles tan altos como para que trepases en ellos.

Perdón por saber el número exacto de camisetas verdes que guardabas en mi placard, y por tener un lugar predeterminado para tu piel en mi cuerpo.

Si querías un amor ultraviolento, entonces no querías un amor.

Y si nadie se tomó el tiempo de enseñarte que querer es soñar con la boca abierta, fue culpa tuya por no tratar de aprender de mí, que pudiese haber sido tu mejor maestra.

Pero no puedes correr por ahí dejando cicatrices en muñecas que han tardado siglos en sanar, porque por mucho que yo te pida perdón, eso no va a cambiar el hecho de que no supe arreglarte.

De que te fuiste antes de enamorarte de una persona que, en lugar de volverte más fuerte, te hubiera vuelto feliz.

Y es que tenías esa creencia absurda de que es sinónimo de debilidad tener algo que puede perderse. ¿Sabes? Solía admirarte como si fueses fuerte. Hoy veo que eres la persona más débil del mundo. Porque sinónimo de debilidad es no tener nada, por miedo a que te será arrebatado.

Dacrifilia, (Concurso: UCAMA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora