Es curioso darte cuenta al final del vuelton que ha tomado tu vida. Un día dejas de ver a una persona pero no sabías que esa sería la última vez que la verías. Sigues tu rumbo sin percatarte de lo sucedido. Tu mente esta ocupada con otras miles de cosas. Dejaste a un lado el amor, no esta en tus planes enamorarte...
Eras y serás siempre un firme admirador de la belleza física de la mujer. A diario ves caras hermosas y cuerpos deseables. ¿Cómo se siente? ¿Se siente bien?
Ese otro día llega ella sin motivo alguno a poner tu mundo de cabeza con su rareza. Pero no una rareza desagradable, no, su rareza era hermosa. La hacia ser tan única, tan ella. Es difícil lograr derrumbar esas barreras de hielo que al parecer ella misma construyó para no sentirse tan vulnerable, para ayudarse a si misma y no seguir rompiéndose. Se que anhelas que alguien tenga el valor de repararte y llenar de alegría tu corazón. Simplemente déjate querer, déjate llevar.