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Preparó su habitación lo mejor que pudo, para que ella viera lo ordenado que era y no se pensase que su habitación era una leonera.

Recogió la ropa tirada por el suelo- incluidos los calzoncillos que andaban por ahí- y los puso en el cesto de la ropa sucia.

Puso bien los cuadros que tenía colgados, que estaban un poco torcidos y observó su habitación. Lo había ordenado todo para ella, para que se sintiese agusto allí, aunque solo tuvieran que hacer un trabajo.

Al poco tiempo llegó y, cuando fue a abrirle la puerta, vio su pequeño cuerpo cubierto tan solo por unos pantalones y una camiseta corta, hacía mucho sol y él agradecía que ella se hubiera presentado así.

- Pasa- dijo tragando saliva, pues no sabía cuanto tiempo podría aguantar sin tocarla-, ¿quieres algo de beber?

Ella negó, vergonzosa y siguió al chico escaleras arriba, hacia su habitación.

Allí vio una habitacion bien ordenada, y muy diferente a lo que se había imaginado.

- He traido el libro-. murmuró ella.

- Genial, sientate-. Luke le ofreció un lugar en su cama, puesto que no tenía otra silla. Podían hacer el trabajo sentados en la cama con el portátil.

Mientras la chica sacaba sus útiles de la mochila, Luke iba oservando cada movimiento que hacía, como si ella fuese a desparecer en cualquier momento. En aquellos momentos, tan centrada en lo suyo fue cuando más ganas de besarla tenía. Y, sin darse cuenta murmuró un:

- No me mates-. y la besó con deseo.

Maybe Someday •LH•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora