Maybe Someday •LH•

☯19

- Joder, joder, joder...- murmuraba Nadia, dando vueltas por el espacio, poniendo de los nervios a los tres chicos allí presentes.- Llevamos dos días sin saber nada, y tampoco encontramos nada.- los miró- ¿Qué vamos a hacer?

- Nada no lo...- una melodía interrumpió la charla, y Nadia cogió su movil al reconocer la música.

El número de la pantalla no le era conocido, pero igual lo cogió.

- ¿Si?

- Nadia...- murmuró Luke-, gracias a dios que estas bien.

- ¿Luke?- sin sentirlo demasiado, una lágrima se le derramó por el borde del ojo, cayéndole a través de la mejilla.- ¿Est- estás bien?

- Sí, pero por favor, venid al hospital, Ayleen no se encuentra bien, le falta insulina.

Nadia miró a los chicos, que estaban de pie, y Calum tenía las llaves del coche en la mano, estaban listos para irse.

-Ahora vamos- ella colgó y salieron hacia el hospital.

Allí, preguntaron por Ayleen Jackson en recepción, los enviaron a la habitación 763 y fueron corriendo hacia allí.

Sin llamar a la puerta entraron, y se encontraron a Luke dormido y sentado en el sillón mullido que había al lado de la cama y a Ayleen dormida en ella.

- Luke, cielo- lo llamó Nadia, este abrió los ojos y la miró-, ¿como estás? ¿Y Ayleen?

-Está bien- le dijo. Miró por encima del hombro de Nadia y vió a sus amigos hablando con un médico.- Tuvo un bajón de azúcar por no comer, y como sus hermanos nos olvidaban allí, no comíamos y ella cada vez iba a peor. Ahora se está estabilizando.

- Dios mío...- Nadia abrazó a su chico con fuerzas y él la besó.

- Vamonos, necesito estar contigo a solas, te he echado de menos- murmuró él-, mañana volvemos.

Luke habló con sus amigos y se despidió de ellos, prometiéndoles que mañana irían, tomó la mano de Nadia y se fueron andando hacia la casa del chico, donde no había nadie a esas horas.

Cuando llegaron, fueron a la salita y se sentaron en el sofá. Nadia colocó su mano en la pierna del chico y le dió un apretón.

- ¿Como es...?- se vió interrumpida por el beso que Luke le dió, feroz y tierno a la vez y se dejaron llevar.

Acabando los dos encima de su cama, desnudándose mutuamente y disfrutándose, dejándose llevar hasta que la pasión los cegó.

- Nunca había estado mejor- murmuró Luke, besándole la frente a una dormida Nadia, después de pasar la tarde más maravillosa de sus vidas.