-te dije que tenia viruela demoniaca...-fue todo lo que escucho Maia antes de abrir los ojos.
Esta vez no se encontraba en un castillo, ni en una cueva, sino que se encontraba en una enfermeria de antaño. Las cortinas parecian demaciado viejas y el piso inmaculado estaba un tanto amarillento.
Se hayaba recostada sobre una cama con un tipo de vestimenta demaciado antigua y una piedra brillante al lado de su cabeza.
Se alzo por los codos y vio, al final de la cama, a dos muchachos que pareciam muy enfrascados en una conversacion que ella aun no entendia.
-...no creo que haya estado bien que lo golpearas- dijo un chico menudo, palido y de cabello ceniza. Estaba parado de espaldas a Maia, con una postura elegante y relajada.- la viruela demoniaca no existe...
-James, intento venderme un muy viejo y falzo amuleto a 16 peñiques- contesto el chico a su lado con los brazos cruzados y medio recostado sobre los soportes de la cama.- era una estafa...
-y la mejor idea fue golpearlo.- comento el chico, James, como si la sutuacion no le sorprendiera en lo mas minimo.
-no, en cuanto le dije que su precio no me favorecia él me insulto...
-eso lo explica.
Maia no entendia nada de la conversacion y dudaba que fueran personas cuerdas aquellas que hablaban. Cerro los ojos intentando pareces dormida mientras el tiempo pasaba, pero lamentablemente la delato su tonto telefono.
Maldijo por lo bajo y abrio un ojo solo para ver a ambos chicos, ahora callados, inclinados sobre la cama mirandola.
-Creo que la Señorita Grey necesita un espacio.- dijo una muchacha a un lado de la cama. Maia dio un respingo, no se habia dado cuenta de la chica hasta que hablo.-Señor Herondale, la señorita Lovelance andaba buscandolo
-Muy bien Sophi, gracias por ayudarnos- hablo James antes de que el chico de pelo negro hablara.- Will...ira enseguida con Jessamine
La muchacha, Sophie, inclino la cabeza, miro con desprecio al Will y se marcho.
Los dos chicos, Will y James, se acercaron a la muchacha y la miraron desde ambos costados de la cama. El otro chico, que Maia no habia llegado a ver con claridad, parecia ser de unos diecisiete, como James, tenia el cabello negro con la piel clara, aunque no tanto como la de James.
-¿como esta señorita Grey?- pregunto James a su lado.
-em...-su telefono volvio a vibrar bajo su mano y ahi se dio cuenta de que lo tenia encima del estomago, tapado por sus manos.
Okey, le hacer algo a estos personajes y no solo no te ayudo, si no que tambien te mato.
Ellos son Jem y Will, parabatais y mejores amigos. William es un tanto sarcastico y malhumorado. Y Jem es serio, lindo y dulce.
Si les haces algo, a alguno de los dos, te mato. :)
Maia miro a albos chicos, ya sabia quien era James y quien era Will, por lo menos no cometeria el error de confundirlos, como con el principe. Suspiro y bajo el celular.
-¿pasa algo, Señorita Grey?-volvio a hablar James.
-em...si
-quizas le han echo mal los vapores del opio- opino el otro chico, Will, al mirarla del otro lado de la cama.
-William, Maia no ha fumado opio- la cabeza de Maia giro hacia Jem una vez mas.
En realidad parecia que se encontrara en un partido de ping pong ya que los comentarios iban de Jem a Will, hasta que Maia se canso.
-¡basta!-dijo con vos alta.-me duele el cuello de ver a uno y al otro.
-lo lamento- se diculpo Jem pero Will no comento ni dijo nada por el estilo.- Dinos, Maia, que fue lo que sucedio cuando ibas con Will...
Maia miro a Will, pero este no parecia interesado mas bien parecoa algo aburrido mientras limaba sus uñas con lo que parecia un lapiz con algo raro en la punta.
-no...no me acuerdo.- fue todo lo que dijo Maia.
-¿vez Jem? Sacaste concluciones prisipiradas.- dijo Will sin cambiar de postura
-¿que? Yo nunca eh fumado.-espeto Maia.
-nadie dijo que lo hayas echo...-comenzo Jem, pero su amigo lo corto.
-yo estaba por ahi cuando ese hombre despreciable le ofrecio una pipa-Will no vario el tono de voz cuando hablo, solo parecia aburrido y algo a la defenciba mientras hablaba.- y debo decirte que esa pipa era horrorosa para fumar...
-¿ese fue todo el motivo de que lo golpearas?-Jem se cruzo los brazps sobre el pecho mientras hablaba con su compañero.
-nadie debe fumar en una pipa tan fea y, para su fortuna y la de los dema, ahora prebalece en el otro mundo...
-William- advirtio Jem desde su lugar.
-Okey, okey. Dejeme entender su romance.- Maia se sento en la cama con la espalda apoyada en la pared de atras y los miro a ambos con desconcierto.- Estoy a favor del matromonio igualitario, pero denke entender que pasa y quien es la mujer.
-Obviamente la mujer aqui soy yo, esplendorosa, graciosa y lo que todo hombre quiere- Will miro a Jem.- hasta tu, mi querido amigo...
Maia creyo que Jem lo miraria mal, o se iria enojado o con sorpresa, pero él solo rio y nego con la cabeza.
-Maia ¿que hacias en Londres a altas horas?-
-¿que, ahora no puedo salir sola?- se defendio la chica.-espera, yo no sali sola. YO NO SALI
-Jem ¿crees que el golpe le haya afectado la memoria?-pregunto Will ahora con un leve sembrante preocupado.
-no lo se. ¿que es lo ultimo que Recuerdas Maia?-
-el tipo, el de los faroles verdes-contesto Maia nerviosa por aquel comentario. ¿se podria hablar de los chicos que conocia cuando estaba con otros? No parecia nada importante. O por lo menos no para ella. Maia vio a ambos chicos mirarla como si de repente se hubiera vuelto loca y bufo por lo bajo.
Pero lamentablemente ese bufido desencadeno el mareo tan familiar.
-em...chicos...- comenzo tocando sus sienes.
-¿que sucede Maia?-pero la chica no llego a responder. Parecia que la cama giraba bajo su cuerpo y no paraba, sino que cada vez iba a mayor velocidad. No sabia que chico habia sido el que le hablo, sino que veia a los dos demacia borrosos.
-Will, llama a Sophi.-dijo Jem sujentando a la muchacha para que no caiga de la cama. Pero ya era tarde, cuando la oracion termino, la oscurida trago a Maia y esta se debanecio.
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De la realidad al libro.
HumorMaia se encontraba en el colegio, charlando amistosamente con sus amigas. Entre todas ellas, había una que leía. Era lectora, y para ella no había nada mas apasionante que leer un libro. A Maia le parecía bien, cada uno tiene algo que ama. Así como...