Capítulo 1 .- La verdad detrás del Raijinshuu

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Estaba de camino a Magnolia cuando comenzó a nevar, suspire cansado, no es que me importara el frió pero tendría que pararme a comprar un poco de leña antes de llegar a casa, ya que si no pasaría frió aquella noche.

Llegue al gremio me dirigí a la barra de bar y nada más sentarme Mira me puso delante de mí una jarra con cerveza, sonreí y comencé a beber.

- Oye mujer – Mira se giró con una sonrisa en los labios – necesitare leña y las tiendas ya cerraron, ¿queda algo por aquí?

- Pues si Natsu dejo algo sin quemar supongo, mira en el almacén, si ves algo cógelo ya te lo cobrare mañana, que acabo de cerrar caja y tengo ganas de ir a casa. – Sonreí ante aquella respuesta, acabé de beber mi cerveza y me dirigí a buscar leña.

Al abrir el almacén observe como quedaba un paquete de leña en el fondo, lo más seguro y más de uno compraría uno esta noche. Lo agarre, salí de ahí y vi como Mira estaba terminando de fregar los cacharros.

- ¿Necesitas ayuda? – Coloque la leña encima de la barra y observé como los últimos borrachos se marchaban del gremio, dejándonos solos.

- Bueno – Dijo pensativa mientras ojeaba el gremio – Las chicas se marcharon antes ya que tenían cosas que hacer, así que si me levantaras todas las sillas, me adelantarías trabajo a la hora de barrer.

- Tan solo te falta barrer, ¿O también tienes que fregar el suelo?

- Cada día lo friego, si no... esto olería a perros – reímos ante aquel comentario, ya que la peli blanca tenía razón. Con tanto borracho, y tantas peleas, si no se limpiaba bien el gremio podría ser más catastrófico.

- Yo barro y tú friegas. – dije comenzando a levantar las sillas y poniéndolas encima de las mesas.

- Vaya, vaya. Laxus Dreyar barriendo, eso no se ven todos los días. – Suspire cansado, es verdad que no solía ayudar en el gremio pero, tenía una casa y no tenía nadie que me limpiara y mantuviera la casa.

- Bueno, no vivo entre porquería si es lo que te preocupaba.

- Yo creí que tus amados Raijinshuu te mantenían la casa impecable – Reí ante aquel comentario.

- Si supieras la verdad... no te extrañaría verme ahora barrer. – Cogí la escoba que se situaba en un lado del almacén y comencé a barrer la planta de arriba.

- ¿La verdad? – Se asomó por las escaleras mirándome intrigada. -¿Puedo saberla?

- Sencillamente... no saben dónde vivo tampoco, no es por nada en especial, pero quiero mi intimidad. Si les dijese donde vivo... cree me que no me veríais el pelo por aquí. – Me miro con cara de querer saber más, suspire indignado, ya que no entendía porque me quede sobre todo con aquel demonio que era más cotilla que mi viejo. – Digamos, que lo que todo el mundo piensa... es más bien al revés. Siempre que hemos comido algo que traemos lo e preparado yo. Bixlow no sabe cocinar, Ever aun siendo mujer se le quema todo y Freed... - Pare y me vino una imagen de un plato que me hizo un día, no estaba malo pero...

- ¿Y bien?

- Digamos que es demasiado chef.

- No entiendo... si es demasiado chef... ¿Por qué no le dejas cocinar?

- Odia la carne, y todo lo que hace es con tofu o solo verduras. No es que no me gusten sus platos pero... quiero carne, y siempre me quedo con hambre así que termino haciendo yo la comida para todos e incluso sus pejigueras. Como verdura para Freed, carne poco echa para Eve y por suerte Bixlow es como yo, un todo terreno le da igual todo.

¿Amor? No lo creo.(LaNa)[FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora