6 de Febrero
Hey.
Disculpa por la despedida tan improvisada en mi carta anterior, no pensé que revivir mi pasado me hiciera sentir tan mal; así que decidí que te voy a escribir máximo una carta por día para que, en pequeñas dosis de rencor y añoranza, pueda desatarme de esta promesa de una vez por todas.
En mi anterior escrito también dejé nuestra historia a la mitad, por lo tanto voy a seguir con lo que venía.
¿Ya te conté lo que me hacías sentir, no? Esas mariposas en mi estómago, aleteando en contra de mi voluntad. Sí, sí te lo conté ya.
Después de esa fiesta vi tu mensaje, ignoré el sueño que tenía y me desvelé hablando contigo, y fue ocurriendo lo mismo las noches siguientes.Detrás de una pantalla me sentía más segura: podía modificar mi discurso fácilmente y si había algún mensaje comprometedor lo podía eliminar siempre. Era como una conversación en persona, pero eliminando mi nerviosismo por medio de una pantalla.
Entre los días que iban pasando puedo admitir que me había empezado a encariñar contigo. Me encantaba estar haciendo alguna cosa durante mi día y de reojo revisar mi celular para encontrarme con algún mensaje tuyo sin leer en mi bandeja de entrada. Y cuando no lo tenía, no se me generaba ningún problema hablarte primero, ya que siempre me hacías sentir como que en realidad querías hablar.
También me fui dando cuenta que teníamos muchos gustos en común. No te faltaba el momento para mandarme el link de una canción que asegurabas que me gustaría, o viceversa, a mí me gustaba recomendarte lecturas interesantes y tú te esmerabas por terminarlas rápido para decirme qué te parecían. Te gustaba la música y la literatura tanto como a mí, y me sorprendía tener tanto en común con una persona.
De los chats pasamos a las llamadas recurrentes, y después de aquello a las salidas. Lo pasaba tan bien contigo, ¿por qué cambiaste?
¿Sabes lo que me repetía cuando estaba contigo? No te vayas, no te pierdas en el lugar de la indiferencia como todas las personas que he conocido. Solía repetir esa frase en mi cabeza cada vez que estábamos juntos. No sabes cuánto odio que la gente cambie de manera tan radical, ¡pero lo peor de todo es que tú parecías alguien distinto! La alegría y la sinceridad son valores difíciles de encontrar en las personas; y si intentas cultivarlos tú mismo, es muy difícil que los logres llevar de la mano con tu actuar durante toda tu vida. Mi error fue haberlos leído en tu mirada, y por eso entregarte tanta confianza, ¡y mira cómo son las cosas del destino!
Sigo guardando tu número telefónico, por si no sabías, mientras que tú sigues teniendo la misma fotografía tocando guitarra en tu balcón. Mira esto:
La tentación de volver a hablar contigo como antes es grande, aunque no lo creas (siempre me tambaleo entre "enviar mensaje" y "borrar mensaje"); pero enviar mi mensaje significa volver a empezar, y volver a empezar significa revivir todo lo doloroso que ocurrió entre ambos.
Ahora, cuando veo algo que me recuerda a ti, siento una especie de cariño y odio. No amor, el amor es algo muy poderoso y delicado a la vez. Las locuras más grandes se han hecho por amor, pero este sentimiento te deja tan vulnerable que fácilmente después te pueden destruir. Y yo no me pienso dejar destruir, nunca más.
Lo siento, debo terminar esta carta ahora mismo, no me estoy sintiendo muy bien nuevamente. Mañana te escribo y sigo con esto, de momento, adiós.
Goodbye until tomorrow.
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Aquí está lo que te prometí (Concurso: UCAM)
RomanceUn día me preguntaste qué era lo que sentía por ti, pero no te contesté. Querías saberlo con ansias, me acuerdo, hasta que me hiciste prometerte contarte algún día qué era lo que sentía, cuando me sintiera lista para decirlo. Pero luego ocurrió todo...