Haikyuu. No quiero ser una sombra. [Fanfic]

Capitulo 2

Tres meses después...

Primer día, nuevo instituto, por fin la castaña ha pasado y llego tarde por lo que el sensei la regaño y no la dejo pasar al salón, provocando que se perdiera la primera clase, "Gracias hermano" pensó la chica pues él tenía la culpa, el muy maldito había tomado su celular en la noche por lo que la alarma de la castaña nunca sonó y la hizo levantarse tarde y para colmo su hermano no la quizo llevar en su moto ya que estaba enojado aún por no haber elegido Aoba Johsai como instituto y por qué la chica se ha cortado el cabello como de tipo hombre, pues cuando estaba a una semana del inicio de clases y recordó que si entraba al equipo de voleibol femenil nunca se enfrentaría a su hermano ya que debía ser del varonil, ahora tiene todo cubierto; se corte el cabello, compró el uniforme varonil, se vendo los pechos y practico la forma de hablar pues cree que eso también cuenta (su voz no es demasiado aguda por lo que puede parecer para ambos géneros), también investigó algunas bandas y demás extras por si acaso.

Dio un pequeño recorrido por el instituto para irse orientando para después, encontró el gimnasio pero estaba cerrado, suspiró y decidió volver al salón antes de que sonara el timbre y no la dejarán entrar a clase de nuevo. Cuando ya estaba a unos pasos de la puerta el timbre sonó y se apresuró a entrar, el sensei se despidió de los demás alumnos, ella no quizo ni mirarlo se había convertido en el primero de su lista de maestros que no le agradaban. Tomó asiento en un lugar al fondo en la tercera fila de cinco, una maestra entró por la puerta y saludo, todos se pusieron de pie (incluyendo a la castaña) y saludaron para después tomar asiento. La maestra se presentó y empezó a tomar asistencia, los alumnos empezaron a hablar entre sí mientras que la chica se quedo callada llenando la solicitud para el club de voleibol que había tomado por ahí al llegar, pudo notar que unas chicas la estaban mirando y se empezaban a susurrar cosas entre sí, "cálmate, no te van a descubrir, cálmate" se decía a sí misma en su mente, puesto que si la descubrían todos sus planes hubieran sido arruinados además que la podrían considerar alguien rara por vestirse como hombre.

— Oikawa Natsuki....kun. — la profesora creía que era hombre, eso ya era un progreso, la castaña se levantó de su asiento y todos la voltearon a ver haciendo que se sintiera extraña.

— Aquí. — dijo con un tono de voz relajada y confiada (aunque no se sentía así) para después tomar asiento de nuevo y recibir más susurros, la chica suspiro pues ese parecía que iba a ser un largo día a lo que respecta.

Clases, clases y más clases hasta que sonó el timbre de salida, su salvación, guardo rápido sus cosas para salir antes que todos pero un chico se le adelanto, aquella cabellera naranja...¿acaso es quien creía que era?. Al salir del salón vio al chico muy alejado, vaya que era rápido, fue tras él pero a un paso más lento pues como suponía la chica este se dirigía al gimnasio, paro al escuchar su nombre, un grupo de chicas de primero y segundo al parecer, se le acercaron.

— Natsuki-kun ¿eres el hermano menor de Oikawa Tōru-san? — le preguntó una chica rubia y de tes pálida que la miraba con ojos brillosos al igual que las demás que esperaban su respuesta, las amigas de la chica rubia empezaron a rodear a la castaña haciendo que se pusiera algo nerviosa, eso solo le pasaba a su hermano, ¿eso significaba que debía comportarme como él para poder salir de ese lío? La idea no le agradaba para nada pero no se le ocurría algo mejor.

— Claro, yo soy su hermano menor, un placer~ — contestó con un tono amable y educado para después sonreír (o intentar) levemente.

— ¡Kyaaa! ¡Lo sabía! Se parecen mucho, ambos son igual de guapos. — dijo una chica de cabello azabache.

— Oh, gracias~ — fue lo único que se le ocurrió decir a la castaña, pues que más podía decir si la comparaban con el molesto de su hermano. — Lo siento chicas pero debo irme. — estas pusieron unas caras algo tristes. — Fue un gusto hablar con ustedes, espero hacerlo en algún otro momento. — al momento de escuchar eso todas volvieron a sonreír y empezaron a despedirse de ella.