Capitulo 10

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Natsuki habí­a pensado mucho sobre sus actos que a su parecer no fueron apropiados frente a los mayores, si el azabache no la querí­a cerca no era su problema y mucho menos le importaba, ella está ahí­ por una simple razón y no iba a desertar así de fácil solo por una discusión con él, porque después de todo ella había ganado su lugar en el equipo, quiera o no Kageyama. Para no volver a tener un problema así­ decidió controlarse e ignorar las cosas que el azabache podrí­a decirle, pero claro existí­a un lí­mite.

La chica se encontraba delante de las puertas del gimnasio debatiéndose entre entrar o no hacerlo e irse, pues era posible que sus senpais le dijeran que ya no la necesitaban o que ya se habían conseguido un reemplazo, aunque era pronto para eso, pero todo puede suceder. Aún, si eso pasaba por lo menos regresaría su chaqueta negra.
Observo el portón un momento, se sintió un poco nerviosa pues no sabí­a que podría pasar, ¿Qué debería decir si la situación que se imaginó se cumplía? La inseguridad se hizo presente y estuvo a punto de marcharse, pero una mano en su espalda le había dado una fuerte palmada que la hizo torcerse un poco, el ardor y dolor le empezó a recorrer esa zona la cual ya se imaginaba que estaba roja. La castaña se enojó por lo sucedido y estuvo a punto de gritarle a la persona responsable, pero al percatarse que se trataba del peli-gris quien llevaba consigo una cálida sonrisa, se quedó muda y con la boca un poco abierta.

— Sabía que volverías Oikawa. — Le dijo con un tono calmado y suave que pudo tranquilizar a la chica, sino fuera porque la había golpeado ya se le hubieran pasado los nervios, pero ahora tenía el ceño fruncido y un dolor atroz en la espalda. Por otro lado, no había ningún rastro de enojo en la cara del mayor, era como si no recordara nada de lo que había pasado ayer. — Lo siento, ¿te dolió?

— Buenos días Sugawara-senpai. — Saludo la chica quitando su ceño y haciendo una leve reverencia. "Sí, siento como si me hubieran lanzado una roca." pensó la menor al tiempo que recordaba que eso ya había sucedido antes. Se quedó quieta con la mirada fija al suelo y no se enderezo, además de sentirse apenada y tenía la necesidad de pedir disculpas puesto que era lo mejor a su parecer. — ¡Lo siento mucho por lo de ayer!

El senpai observo a la contraria un poco sorprendido por el grito que esta habí­a dado, pensaba que los de primero definitivamente eran muy animados. Cuando la menor levanto la vista el chico le hizo una seña con la cabeza para entrar al lugar. Con toda la pena del mundo se colocó al lado del mayor, pero se arrepintió y mejor se puso detrás de él a esperar lo que le podrían decir.
Las puertas se abrieron y por encima del hombro del contrario la chica pudo ver que todos estaban entrenando hasta los cuatro de primer año.

— Buenos días Suga-san. — Saludo Tanaka con un gesto de mano percatándose de que alguien estaba detrás de su amigo y la curiosidad le invadió como para quedarse viendo atentamente en esa dirección, parecí­a ser que era una chica a su perspectiva. — ¿¡Suga-san trajo a una chica!? — En vez de hacerse aquella pregunta en su mente la grito por error y todas las miradas cayeron sobre el vice capitán.

El peli-gris estaba confundido y al voltear a su lado y no ver a cierta persona pudo deducir que esta estaba detrás de él. Pensar que le habían dicho chica al castaño lo hacía imaginarse a este golpeando al pelado, ciertamente la imagen en su mente era graciosa.
Por otra parte, la chica estaba pensando en cómo debería de actuar, no podría golpearlo porque era su senpai, aunque no actuara del todo como uno.

— Lo siento Tanaka, no es una chica quien está detrás de mí­. — Con una sonrisa en la que podía esconder cierto toque de maldad, se hizo a un lado y dejo ver al menor quien tenía el ceño sumamente fruncido con una vena o más bien varias resaltando su rostro, todo eso lo llegaba a definir en una palabra "intimidante". Claro, todo era una actuación y de la mejor pues estuvo en teatro por un tiempo en el pasado.

Haikyuu. No quiero ser una sombra.  [Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora