Capitulo 7

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Los días habían pasado haciendo que por fin los chicos llegaran al gran viernes que parecía nunca terminaría ese día, los tres de primero tenían muchas ansias por el mañana por lo que a veces no podían concentrarse en su entrenamiento así que decidieron hablar por un momento de cosas triviales y de algunas estrategias que usarían contra el equipo enemigo. Después de las actividades del club, como ya tenían listos sus planes para el sábado cada quien volvió a casa.

Cuando cada uno estuvo en su cama de su respectiva casa listos para dormir, Kageyama fue el primero en cerrar los ojos y caer en brazos de Morfeo mientras que los otros dos no podían pegar ni un ojo, Hinata pensaba en como les iría en el partido, obviamente era positivo, además de que era su oportunidad para unirse al equipo y ayudar a sus futuros compañeros. Por otro lado la chica pensaba en lo que había pasado hace unos días, quería hacer levantadas pero no podia hacer ninguna más hasta que se lo mereciera, pues no creía estar lista aun después de lo que le habían dicho durante su último juego, además siendo que Kageyama es un "genio" o como otros suelen llamarle "prodigio" debe tener el cargo de armador más que cualquier otro, la castaña intentaría no cometer otro error como esos en el partido de mañana y recordarse así misma que es una rematadora no una setter.

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La alarma había sonado dándole a indicar a la chica que un nuevo día había comenzado, ese día no salió a correr pues no debía agotar energías antes del partido ya que debían ganar si o si. Partió de su casa al mismo tiempo que su hermano, lo fulminó con la mirada dándole a entender que no hiciera algún sobreesfuerzo ya que el muy idiota había sufrido un esguince en su rodilla.

— Ya, ya se que debo cuidarme. —  Comentó el castaño haciendo un ademán con su diestra para restarle importancia, ya que a veces su hermana solía comportarse como su madre, pero sin amabilidad alguna.

— Más te vale. — Contestó la chica dándole un ligero golpe en el brazo con su dedo índice puesto que no alcanzaba la frente del contrario, lo maldecía por ser alto.

— ¡Itte! — Se quejó el chico sobándose con su mano, en eso se escucho la puerta del vecino abrirse haciendo que se le parara el corazón a la chica. — ¡Iwa-chan! Buenos días~. — Saludo el más alto a su amigo con una gran sonrisa pero antes de que este se acercara le susurro a la menor como todo buen hermano mayor que era. — Se te olvido ponerte tu vendita~. — Su tono era burlesco, en eso la chica bajo la mirada a sus pechos y discretamente se fue de nuevo a su casa antes de que el azabache captara su presencia, ahora era cuando no maldecía que su hermano fuera alto pues le sirvió para ocultarse detrás de él.

Volvió a salir de casa después de un rato, los dos chicos ya se habían ido por suerte, se cercioró que esta vez no se le olvidara nada y que todo estuviera en su lugar. Tuvo una caminata amena, le hubiera gustado saludar a Iwaizumi, pero ni modo ya seria para la próxima. Aunque iba a buena hora aceleró el paso una vez que bajo del bus, ya quería restregarle la victoria en la cara a ese cuatro ojos desagradable. Se fue directo al gimnasio y como esperaba sus dos compañeros ya se encontraban allí, teniendo una leve discusión, ya no se le hizo raro pues era muy común en ellos; corrió hacía esos llegándoles por la espalda y se colgó de los cuellos de éstos tomándolos desprevenidos, le saludaron y esta devolvió el gesto dándoles ánimos para el encuentro y hablando de los reyes de roma.. llegaron el pecoso y el megane.

— Oh, pero que tenemos aquí. — Comentó con su tono sarcástico típico. — Pero si es el rey junto a sus plebeyos, pensé que huirían de nosotros y se darían por vencidos. —Una ligera sonrisa burlesca se dibujo en el rostro del rubio haciendo fruncir las miradas de los otros tres. — Ya que parece que esto significa mucho para ustedes puedo contenerme para hacérselos fácil. — Aquel comentario casi hizo estallar a la castaña pero solo apretó los puños.

— No necesitamos de eso, les ganaremos dándolo todo así que mas les vale hacer lo mismo. — Sentenció la chica haciendo que el más alto mostrara una mueca.

Los equipos empezaron a calentar mientras chicos de segundo año ponían la red y demás cosas necearías para el juego. El peli-naranja, el azabache y la castaña estaban repasando sus estrategias de ataque, sabían que había una gran desventaja de parte de ellos ya que las estaturas eran muy disparejas, una gran muralla estaría frente a ellos y lo tenían muy en cuenta, además de que el equipo contrario tenia a un jugador de tercer año que era bueno en las recepciones, problemas y problemas, pero no era algo en que Natsuki no pudiera idear alguna cosa para sobrepasar aquello. La castaña era buena analizando la situación y como su hermano, conseguía saber los puntos débiles de los jugadores pero no tan rápido como él, las recepciones de Kageyama y las de ella eran buenas (por lo que había visto en los entrenamientos) y Hinata obviamente era tan malo para eso.

— Kageyama iras en medio para vigilar la parte de Hinata y recibir los balones que creas el no podrá hacerlo, yo iré del lado derecho frente a Daichi-san e intentare que no pare mis remates ni me bloqueen, al igual Hinata deberá evitar esas dos cosas. Tal vez Daichi-san sea muy bueno recibiendo pero no crean que él lo hara siempre, manténganse atentos tanto de él como del cuatro ojos y pequitas-kun. - Paró un momento analizando más cosas y esperando alguna duda de sus compañeros, pero como no hubo ninguna decidió continuar con su plan, dejando de lado el hecho que se le había salido un poco el lado que tenia en común con su hermano. — Kageyama una cosa más, haz lo que un buen armador haría. — Dijo con una sonrisa de lado, ¿Qué se supone que significaba eso? Solo ellos lo sabían bien, tenía confianza en él aunque lo había dejado un poco atontado (nada fuera de lo normal). El primer saque era para ellos así que después de decidir parece que le tocaria empezar a ella. — Bien, ¡vamos por la victoria! — dijo por último la chica con aires de superioridad rondándola.

— ¡Ossu! — Gritaron al unísono el peli-naranja y el azabache, un chico de segundo se encargaría del arbitraje mientras que otros dos (entre ellos Tanaka) llevarían la cuenta de los puntos.

— Parece que Natsuki ha tomado el liderazgo del equipo. — Comentó el peli-gris hacia su compañero Ennoshita que se encontraba a su lado.

— Puede que sea un buen capitán a futuro. — Contestó observando a la susodicha.

— Haz un buen servicio. — animó Hinata a la chica.

Natsuki suspiró concentrándose en el balón, tenia que empezar con anotar punto por punto, eso le ayudaría a su equipo bastante, pues sus saques también eran para temer casi tanto como los de su hermano, pero éste la dejo atrás sin que está se diera cuenta de ello, he allí la razón de su esguince siempre esforzándose de más pero sin dejar que la chica se sobre esfuerce como él, no lo comprendía en lo mas mínimo, lo odiaba.

Haikyuu. No quiero ser una sombra.  [Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora