Love is love?

Capitulo 3

El chico obedecio. Maria pego un codazo a Claudia.

-Esta bueno eh- Sonrio picaramente la descarada amiga.

Pobre otra victima mas de Maria penso Claudia, pero no dijo de nada por no ofender.

Sono el timbre del recreo.

- Hola me llamo Claudia, pero puedes llamarme Clau, bienvenido a nuestro instituto-

- ¡ Hola! Dani para los amigos, por favor, odio Daniel me recuerda a mi padre-

- Dani es muy bonito, yo soy Maria-

Maria se mordio el labio inferior sensualmente,esto fastidio de veras a Claudia su amiga ya habia comenzado la caza, pero de veras se quedo a cuadros cuando le dio dos besos sin dejar de sonreir.

- ¿ Y que hace un chico tan guapo como tu aqui en Granada?- No podia mas, le estaba acariciando el pecho con el dedo, sera descarada penso. Por suerte Alice vio la situacion, y se acerco.

- Chicas ¿ venis?- Pregunto.

Claudia se lo agradecio con la mirada.

- Maria si ligas con tanto descaro, los chicos huiran de ti- Comento Alice.

- Pues casi ninguno se resiste a mi encanto, para ellos las chicas somos de usar y tirar-

¡ Sera! Penso Claudia. Entonces Marc se acerco por detras plantandole un morreo a Alice.

- ¿ De usar y tirar eh?- Se regocijo Alice.

- Pues yo la he usado y no la he tirado- Bromeo Marc

-¿ Asi que me has utilizado eh?-

- Me pone enferma vuestro tonteo- Salto a la defensiva Maria.

- Envidia guapa- Dijo Alice mientras se alejaba de la mano con Marc.

- No entiendo por que te comportar asi con Alice, ella solo saba su opinion-

- Porque no es nada realista, cree en los cuentos de hadas, y que lo haga ella bueno, pero que no me juzgue si yo no vivo en su universo paralelo.-

 Claudia decidio ignorar su comentario, discutir con Maria era como darse cabezazos contra la pared, ella nunca daba su brazo a torcer, asi que con los años habia aprendido a contar hasta diez e ignorar sus estupidos comentarios, sino lo hiciera habrian dejado de ser amigas hace mucho tiempo, era orgullosa hasta de pequeña, Claudia recuerda una ocasion en la que ella tenia  seis  años y Maria siete, les regalaron unas piruletas en el colegio, ella queria de fresa y solo quedaba de limon. No paro de llorar hasta que la maestra le compro una ella misma. Nunca cambiaria Maria era eso, un tornado que no sabias por donde te iba a salir, si te iba a mostrar los dientes o su cara afable.