El me sostuvo en sus brazos por unos cuantos minutos mas.
-¿Mejor? Me preguntó tomandome por ambos hombros y mirandome.
Mucho mejor, pensé. -Si, gracias. Le dije tomando un mechón de pelo de mi cara y poniendolo detras de mi oreja.
Asintió con la cabeza y se sentó en la cera junto al carro. Yo lo seguí y me senté a su lado.
-Gracias. Le dije mirandolo, estaba oscuro y lo único que podia mirar era la silueta de su cara que se dibujaba por las luces de al fondo.
-No es nada, te la debia de todos modos.Dijo sacandose una caja de cigarros de la bolsa de su chaqueta negra.
-Pero no tenias que hacerlo.
-Pero te la debia, como dije...Me dijo indiferente urgando las bolsas de su chaqueta.
-Si, claro. Le dije algo decepcionada. Creo que se referia a enmendar la manera en que habia actuado más temprano ese dia.
-¿Tienes fuego?
-¿Fuego? Le pregunte extrañada.
-Si,...un encendedor o algo para encender el cigarro?
-Ah no, lo siento.
Se volvió a meter los cigarillos a la bolsa y cruzo los brazos sobre sus rodillas. La noche estaba oscura y parecía que estaba a punto de llover, mis pies se sentían helados al igual que mis manos. Me quede mirando la calle húmeda y le di una ojeada a la casa que seguía llena. Marcus y Samantha no habían salido aún.
-Bueno, me voy. Dijo levantándose y rompiendo el silencio.
-¿A adentro? Le pregunté.
-No, a tomar un café.
Eh?
-¿Café? Son casi las 11 de la noche.
-¿Y? Me preguntó pesado como que si se hubiera sentido insultado. Se dio la vuelta y empezó a caminar de regreso a la casa.
Yo seguí sentada ahí, aún más alerta que antes. Si se volvía a acercar alguien tenía los tacones de 5plg de mi hermana, noquean a cualquiera. Vaya raro, tomando café a las 11 de la noche, pensé. Me tomé solo 2 vasos de cerveza y me siento mareada, ¡EPA A MI AGUANTE!. Coloqué mis brazos cruzados sobre mis rodillas y recosté ahí mi cabeza. Aún alerta, escuche pasos atrás de mi, tomé lentamente los tacones que estaban a mi lado derecho, me levanté rápidamente y...
-Soy yo! Me dijo Hunter alarmado tomándome por sorpresa antes de que los tacones llegaran a golpearlo.
Pegué un grito -Lo siento! Le dije asustada aún con los tacones levantados en alto.
-¿Qué pretendías? ¿Matar a alguien? Me dijo abriendo los ojos grande.
-Ahhh no, solo...noquear a alguien quizás. No tienes idea lo útiles que pueden ser estos en una emergencia. Le dije meneando los tacones en mi mano izquierda.
Me quedo viendo como que si estuviera demente y prosiguió. -Como sea, pontelos y muévete. Me dijo en tono de orden como si fuera su mascota.
-¿Perdón?
-Que te muevas.
-Disculpa pero desde cuando tu estas autorizado para decirme lo que tengo que h...
-Mira, o te mueves y te vas a salvo conmigo o te quedas aquí sola con el resto de borrachos que no les molestaría rasgarte el vestido y cogerte frente a todos. Me dijo serio parándose a unos cuantos centímetros frente a mi.
