Capitulo 8- Cueste lo que cueste.

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-Creo que deberiamos bajar. Esto tardará un rato. Le digo mientras me observa silenciosamente.

-¿Tú crees?

-Definitivamente.

Llegamos a la sala de mi casa y estaba en la pura oscuridad, mi madre posiblemente está mirando su telenovela en su cuarto y Aaron jugando en el suyo. Hunter enciende la luz y me coloca delicadamente en el sillón grande y se sienta junto a mi.

-Gracias...otra vez. Le digo ruborizándome. 

-Te dije que no hay de que. Me dice colocando sus codos en sus muslos y sus manos entrelazadas entre sí. -Bonita fotografia. Me dice señalando a la foto que está en la mesa junto a el y luego la toma en sus manos.

En la fotografía está mi madre, mi tio Simon, los mellizos: mi hermana mayor y mi hermano mayor, mi hermanito y yo hace unos años antes de que ambos de mis hermanos se fueran a la universidad fuera del estado.

-Ellos son mis hermanos mayores. Le digo tocando la foto con mis dedos. -Ella mi madre, como ya sabes. El Aaron y el...

-¿Tu padre?. Me dice mirando a la fotografia. 

-No, mi tio...Simon. Mi padre ya no estaba en ese momento.

-Lo siento. Me dice con sus ojos mirándome como espejos de cristal. 

-No te preocupes. Le digo con una media sonrisa pero un nudo se comienza a formar en la garganta y mi voz se quiebra.

-Ven aquí. Me dice poniendo la foto de vuelta en su lugar y abre sus brazos para tomarme en su regazo pero yo me aparto y me seco las lagrimas con mis puños. -Tranquila. Me dice con voz baja sobándome el cabello con ternura y cedo colocándome entre sus brazos sin abrazarlo. 

-No lo entiendo. Le digo entre sollozos. 

-¿Hay algo que pueda hacer?.

-No, tu no entiendes Hunter. El reserva sus palabras y se encarga de reconfortarme. Me acaricia dulcemente la parte superior del brazo con su pulgar mientras su barbilla descansa encima de mi cabeza. Yo me mantengo estética sin decir una palabra.

Pasan unos 15 minutos y me tranquilizo. Hunter me mantiene en sus brazos mientras mira al vacio. -¿Qué piensas?. Le pregunto dirigiendo mi mirada arriba hacia el. 

-No, nada importante. Me dice sonriendo con sus labios sellados. 

-Dime. 

-Sobre tu pregunta.

-¿Qué pregunta? 

-Sobre el lugar. Me dice tragando fuerte. -¿Por qué preguntas?.

-Curiosidad...tú sabes como soy. Le digo poniéndome nerviosa y me levanto de sus brazos.

-¿Y eso es todo?. Me dice acomodandose nuevamente en su lugar.

-Claro, ¿Por qué preguntas?. Me compongo y recuerdo lo del artículo que leí, que tal y el tuvo algo que ver con el atraco y...¿Y si el lo provocó? ¿Es esa la razón por la que no quiere que vaya a ese lugar? Recuerdo su reacción cuando me vio en el bar el día de mi lesión, su mirada de furia. 

-Nada importante, curiosidad. Me responde con cierto encanto y una media sonrisa, por un segundo me pierdo en sus ojos pero al siguiente percibo un lado oscuro y escondido en su mirada.

Me llena de escalofrios y el miedo se apodera de mi, ¿Con quién estoy? ¿Quién es el? ¿Qué clase de cosas esconde en ese lugar?. Mi miedo se hace evidente transformando mi cara en una bola palida y mi piel se siente fría.

-¿Estás bien? Estás muy pálida. Me dice y coloca su mano en mi mejilla, su mano está tibia y mi instinto me hace apartarme, muevo mi cara hacia un lado y el parpadea ofendido. -¿Christina, qué pasa?. Me pregunta retirando su mano, regresándola a su pierna y apartándose de mi. 

Beyond what they seeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora