El Príncipe y el esclavo

Confesiones

Narra Harry:

Habían pasado ya casi dos semanas desde ese día en el que Louis me dijo que estaba comenzando una relación ¿y sabéis que? Creo que es Liam, exacto, el primo toca pelotas de la familia vuelve a estorbar ¿Que por qué lo pienso? Porque están prácticamente todo el día juntos, riendo y uno encima del otro, y no esque los haya seguido... Bueno puede ser que un poco, pero sólo para asegurarme que no estrangulaba a alguien inocente. Pero no vi ningún beso ni nada asin raro para asegurarme.

Lo que si hice fue mantener a Louis mucho más ocupado, que ni tuviera tiempo de respirar. Que limpiara los caballos, les echará de comer y los limpiara y lo mismo le dije con mis perros. También trabajó en el campo y la cocina... en fin que no le quedará ni un segundo para él.

¿Queréis escuchar algo bueno? Mañana se va Candela. Es algo fantástico, lo malo es que ahora quiere estar conmigo las 24 horas y asín no puedo mantener ocupado a Louis, que vida tan complicada llevó.

-Toma ya he comprado lo que necesitabas ¿algo más?- Hombre por la cabeza me están pasando muchas cosas que necesito de ti. Su piel con la mía, mis manos recorriendo su cuerpo mientras nuestras lenguas pelean en nuestras bocas en un apasionado beso lleno de amor. Poder acariciar sus heridas cerradas con la yema de mi dedo y sentir bajos esto su piel como se eriza. Suena bien, si tan sólo pudiera...

-No nada más, puedes descansar Louis- este asintió y se marchó

Suspire pesado y caí rendido en la silla, últimamente me cansaba sin hacer nada. Perdía las fuerzas cada vez que le veía a él, algunas veces me gustaría poder dejar de aparentar que soy fuerte, porque por dentro estoy roto. Soy un pequeño niño asustado que no sabe que camino elegir y necesita a alguien que le guíe. Él me guiaba...

-Hola amor- genial, lo que necesitaba. Quizás ella me ayude

- Hola princesa- le di un beso en los labios, después baje a su cuello y deje dulces besos. Esta soltó pequeñas risitas. Mis manos de fueron al agarre de su vestido y empecé a desabrocharlo.

-Oye Harry no me siento preparada- dijo esta timida

-No será nada, te lo prometo preciosa.- esta asintió y empezó a quitarse el vestido mientras yo hacia lo mismo con mi ropa.

La tire a la cama y seguí besandola. No era un beso de amor y cualquier niño lo sabría, era más bien como diciendo quítame a Louis de la cabeza. Eran bruscos al igual que mis caricias, aún que parecía que ella lo disfrutaba. Acaricie sus muslos y bese su clavícula, su respiración era entrecortada. No podía hacerlo brusco pues le haría mucho daño, le abrí más y empecé a adentrarme en ella, sólo la puntita.

-Duele mucho Harry- me dijo, mientras hincaba sus uñas en mi espalda

-Tranquila Candela, lo voy a hacer suave- me acordé la primera vez con Louis, como le dije lo mismo y lo nervioso que se veía debajo mía. Sólo sabía gemir de dolor, aún que después se convirtieron en gemidos de placer. Me reí al recordar que se quejó al sentarse y dijo que le había roto el culo. Me salí de Candela.

-¿Harry? ¿Que pasa? Vuelve aquí- negué con la cabeza

-No Candela, no estamos preparado

-Yo si, sí quiero. Estoy preparada Harry- se me acerco ¿me estaba rogando que hiciera esto? ¿es encerio?

-Bien, entonces no estoy preparado

Salí allí más confundido que antes, y yo que quería aclalarme. Louis ya había conseguido que dejaras a la mitad a dos chicas por estar pensando en él. Primero fue con Elizabeth y ahora con Candela. Volví a reír con estos recuerdos, quizás si se me estén aclarando las cosas.