El Príncipe y el esclavo

¿El gran día?

Narra Louis:

Me desperté con un fuerte dolor de cabeza, puede ser que ayer si me pasara bebiendo aunque no me acuerdo de mucho. Fui hasta la cocina para preparar zumo de naranja.

Liam ya estaba en esta tomando su desayuno, hablaba entretenido con Gemma. Al verme me sonrió.

-Hola Louis ¿Que tal?

-Me duele un poco la cabeza- dije llevandome las manos a esta

-Normal con la que liamos ayer- me guiño un ojo. En ese momento Gemma desapareció.

-Bueno me voy con Harry-cogí algunos dulces y los zumos y me volví a la habitación ¿Qué liamos ayer? La verdad es que no lo recuerdo.

Deje la bandeja sobre la mesa y me eche en la cama. Abrace a Harry y empecé a besarle suave por el cuello y su torso. Este soltó un ronroneo indicando que le gustaba.

-Buenos días príncipe- me dijo al despertarse

- Hola- le di un corto beso en los labios y este me dio otro más largo.

-He preparado el desayuno- lo traje hasta la cama y empezamos a comer.- ¿Entonces la boda cuando es?

-La han adelantado a dentro de una semana

-Genial- este suspiro

-Louis yo...

-No, Harry ya he asumido que no vas a cambiar de opinión- este volvió a centrarse en su desayuno.- ¿Y qué vamos a hacer hoy?

-Yo hoy voy a la Iglesia con Candela para lo de la boda

-Ah entonces pasaré la mañana con Liam, ayer me lo pase muy bien con él- este me volvió a mirar

-Ya...- dijo molesto

-¿Ya?

-Sí, ya. Se os nota vuestra buena relación.- dejó el desayuno y se levantó

- ¿Estas enfadado?

-No ¿porque iba a estarlo?- pegó un portazo con la puerta del armario

-No sé

-Pues eso

-Pues vale

-Me voy- pegó otro portazo.

Claramente estaba enfadado. Dios, Candela es igual a problemas.

Narra Harry:

Otra vez Louis con Liam y yo encima estando lejos para no poder estar vigilando. Sí, estoy enfadado. Mi alegría se esfumó.

Cada vez me apetece menos la idea de casarme ¿por qué todo es tan complicado?

Llegamos a la Iglesia y el cura nos contó cosas de la boda, la verdad es que no me enteré de nada. Después hicimos una especie de ensayo para saber que hacer ese día y por último preparamos unas palabras.

Candela me dijo que estaba muy contenta e ilusionada, que esto era lo mejor que le iba pasado en su vida. Yo sólo sonreía.

-Cuéntame cosas de tu vida ¿Has tenido muchas novias?

-Sí, la verdad es que si

-¿Cuantas?

-Algunas

- ¿Exactamente?

-Que más da, lo importante es que ahora estoy contigo- la mire de reojo complentando que una sonrisa se formó en su rostro. Después me abrazó y me dió un beso.