El baile

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Narra Louis:

El tiempo transcurrió rápido y llegó la hora en la que Candela tenía que volver, exactamente en un día. Si tengo que resumir estos cuatro meses en una palabra sería amor. Aún que suene estúpidamente cursi, pero es la que mejor la define.

Harry y yo nos hemos convertido en una de esas parejas que no se separan ni para cagar. Siempre me está abrazando por la espalda y dándome besos o si no soy yo jugando con sus bellos rulos. Hemos vuelto a utilizar la cabaña y también estuvimos un tiempo de acampada ¿sabéis qué? Le dan miedo las arañas. Yo estaba preocupado por si nos encontramos algún oso en el bosque y este ve una araña y se desmaya y después quiere ser el hombre, ay Dios mío. Yo muero de la risa cada vez que lo recuerdo...

-Louis no te muevas- dijo este flojo, dejando de moverse. Me preocupe ya que pensé que había visto algo peligroso.

- ¿Qué pasa?

-Habla más bajo- me pidió, yo rodé los ojos. Tenía la cara descompuesta por el miedo.- ¿Que tengo en la espalda?- sé giro lentamente y en esta tenía una pequeña araña de apenas dos centímetros.

-No te vayas a mover, Harry, tienes una tarántula- en ese momento se puso a saltar asustado y a chillar como una nena

-Oh dios, Oh dios ¡Quitamela! ¡Quitamela! Me muero, oh dios- yo de mientras empecé a reírme y cuando ya me pareció suficiente le cogí la pequeña araña y se la puse delante de su cara. Este se cayó de culo al suelo y cuando pudo ver bien la araña me miró furioso.

-Te odio- me dijo levantándose y pasando de mi

-Vamos Harry sólo era una broma- me ignoro y siguió caminando- ¡Hazza!

-Con las arañas no se juegan Louis, que me muero- corrí tras el y le abrace por detrás.

-Nunca dejaría que eso ocurriera- le giré y le besé.

Todavía estoy riendo por eso, será un bonito y gracioso recuerdo.

Pero tan sólo pensar que dentro de poco vuelve Candela, que dentro de un día debemos de estar alejados. Manteniendo nuestro pequeño secreto, guardando esos besos a escondidas, esperando no ser vistos por la gente. Cuando pienso en todo esto me siento de nuevo débil, me entran ganas de morirme y de no tener que respirar más. De decirle adiós a estos problemas que parecen que nunca se van acabar ¿Que va a pasar cuando se case? ¿Y si ya no le queda tiempo para mi? ¿Y si ya no queda tiempo para un nosotros? Odio pensar en esto, pero es inevitable no pensarlo, esas imágenes de ellos siguen presente en mi cabeza. Y no puedo negar que sigo teniendo miedo, miedo a volver ser olvidado. No se lo quiero decir a Harry ya que este dice estar alto de tanta desconfianza ¿Pero ustedes no desconfiariais de alguien que os deja por una persona, y encima esta persona va a volver a estar entre sus brazos y hasta besarlo? Llamadme loco pero yo lo hago.

Bueno actualmente estoy dando una vuelta alrededor de Palacio, buscando manzanas pues al señorito se le han antojado. Tienen unos cuantos de manzanos atrás de Palacio y aquí estoy recogiendolos como un tonto y ya es casi de noche.

Después volví y subí hasta el cuarto de Harry, estaba todo muy oscuro y no se veía apenas nada. En esos momentos sentí unas manos agarrarme por la cintura y sonrei.

-Hola Hazza- su respuesta fue besos en el cuello. Fuimos caminando hasta llegar al baño.

-Te voy a cuidar bien Lou ¿Te apetece un baño en agua caliente?- asentí. Me quitó la camisa y la dejó en un lado, después hizo lo mismo con los pantalones y asín hasta dejarme desnudo. Me metí en la bañera y este empezó a echarme agua por la cabeza.

Cogió una esponja y empezó a frotarla por mi espalda, mis brazos... Después empezó a besar mi espalda. Sentía un cosquilleo por el estómago, esto era muy relajante. El agua caliente es buena para los músculos.

-¿Te gusta?- me susurró al oído, asentí con la cabeza

-Sí, pero sería mejor si estuvieras dentro conmigo-forme un puchero y este me miró cariñosamente.

-Por mi vale, pero vamos a estar bastante apretados...- dijo quitándose la ropa.

-Desde cuando eso es un problema- le agarre por la cintura y le metí dentro de la bañera. Oh si estábamos muy apretados. Nuestros penes chocaban, sus manos me agarraba y nuestras lenguas bailaban. Deslice mi mano por su espalda hasta llegar a su culo e introduje mi dedo un poco por su entrada. Este gimio en mis labios y yo sonreí. Nuestras caderas empezaron a moverse provocando mayor roce y satisfacción. Me eche hacia delante quedando encima de Harry y le abrí un poco para poder introducirme en él pero...

-¡Espera!- me pego un leve empujón apartandome

-¿Qué?

-Todavía no- me dio otro beso y salió de la bañera, yo me quedé en esta un rato más.

Cuando salí vi un camino de pétalos de rosas y pequeñas velas que llegaban hasta la terraza. En el centro de esta había una pequeña mesa redonda con algo de comida. Oh Harry. Seguramente por esto quiso que me fuera por manzanas. En ese momento apareció Harty y me invito a sentarme.

-¿Qué es todo esto?- pregunte una vez sentados

-Algo que he preparado ¿no te gusta?

-Me encanta ¿pero porque?

-Bueno pensé que como iba a ser nuestra última cena juntos, sin problemas ni preocupaciones en un tiempo pues...

-¿En un tiempo o para siempre?

-Para siempre- nos quedamos un rato en silencio. Era precioso todo lo que había montado pero no estaba a gusto y menos después de lo que había dicho.- Lou- le mire- Hoy no por favor, quita esa cara y pasemoslo bien. Mi amor, mi príncipe no debes estar nervioso o inquieto no voy a tropezar con la misma piedra otra vez- asentí, no esque ya estuviera mejor pero al menos intente disimular por Harry. Por todo lo que había preparado.

Estuvimos un rato charlando, me contó algunas de sus aventuras de pequeño y yo otras mías. Gane en travieso. Después se levantó y puso música, me invito a bailar pero me negué.

-¿Porque no quieres bailar?

-Por que no sé- este río

-Pues eso debe de cambiar

Me levantó y me acerco a él, me agarró de la cintura y se quedó quieto sin hacer nada. No nos movimos, solos nos contemplamos, mirando nuestros ojos. Esos ojos verdes esmeraldas más bonitos que puedan existir en la faz de la tierra. Brillando al igual que sus finos y a la vez apetecibles labios ¿Cómo puede existir alguien tan hermoso? Tengo ante mi un dios griego.

-Pon tus manos sobre mis hombros- Lo hice. El me agarró por la cintura no muy fuerte pero sí firme.

Nos balanceamos un poco. Yo miraba sus pies para no pisarle, aunque alguna vez lo hice, y este me sonreía.

-Sólo dejate llevar Lou, si estas tan nervioso nunca lo harás- me relaje y parece que funcionó.

Sus pies ya no eran obstáculos y pronto me hice con el baile. Harry empezó a darme vueltas y a echarme hacia atrás y a delante y yo disfruté cada momento. Sus manos en el baile recorrieron mi cuerpo para al final quedar a centímetros el uno del otro. Sentía su respiración caliente en mi boca, sus manos en mi trasero y una de mis piernas se encontraba enrollada en su cadera.

Como animales salvajes esperando a ser liberados perdimos el control y empezamos a besarnos bruscamente. Nos tiramos en la cama y más tarde empezó a arder Troya en esa habitación...

Antes que todo lo siento, siento haber tardado tanto de verdad. Pero es que tenía mucho que estudiar y cuando he tenido un rato he escrito esto. Creo que no está bien lo siento, pero no os quería hacer esperar más. Encima los días que tengo para escribir más (mañana y el domingo) no puedo porque voy a estar en una Olimpiada matemática que se hacen en mi país, y después me voy a otra ciudad. Asin que tendréis que esperar de nuevo, pero os prometo que subiré otro mejor en cuanto pueda. Adiós mis hermosas lectoras <3

El Príncipe y el esclavoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora