Empezar de Nuevo

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Narra Louis:

Hoy era el día en el que le iba a decir a Liam que dejará de intentarlo, que no me podría enamorar, era demasiado pronto. Iba a ser difícil y lo sé, pues no se me da muy bien destrozar ilusiones, si yo fuera Harry todo sería más fácil. Bueno basta, me propuse dejar de pensar en Harry, bueno más bien en lo que me hizo porque tengo completamente asumido que nunca podré olvidarlo. Lo busque y en eso me encontré a Harry

-Hey- le salude con la mano y seguí caminando- ¡Bear!- sentí una explosión en mi estómago y a algunos Ángeles cantando a mi alrededor, bueno ya dejó de exagerar. Pero juro que Bear se convirtió en la palabra más bonita para mi en ese momento. Me giré con una sonrisa de tonto, aunque quise evitarlo.

-Hey- contesté

-¿Quieres ir a dar una vuelta?- claro que si, claro que quería pero no podía.

-No puedo, iba a hablar con Liam- este se acercó a mi sonriendo de lado. Odiaba que hiciera eso ¿La razón? Se veía malditamente sexy. Se paro cuando estuvo lo más cerca mía posible sin llegar a tocarme. Aunque su respiración chocaba contra mi boca.

-Liam no está. Llegará por la tarde, tenemos toda la mañana para nosotros solitos.- sentí mis piernas temblar en ese momento y pensé que me caería allí mismo.

-Suena bien- fue lo único que logre articular. No, no sonaba para nada bien. Estar yo a solas con Harry era muy peligroso y más con lo raro que estaba actuando últimamente.

Caminamos hasta la escuadra para preparar los caballos.

-Mira Louis- dijo Louis trayendo a Manchita. Manchita era mi yegua, me la había regalado tiempo atrás Harry y casi siempre estaba dando vueltas con ella. Pero desde que paso lo de Harry, me lleve un gran tiempo sin venir. Le puse asin porque es blanca entera y alrededor del ojo tiene una mancha negra. Camine hasta ella y empecé a acariciarla.

-Hola Manchita ¿como esta mi chica favorita?- esta empezó a darme flojo con su cara y yo reí. Harry miraba enternecido la imagen ante sus ojos.

-Creo que te ha echado de menos- sonreí

-Yo también te he echado de menos preciosa

Nos montamos en nuestros respectivos caballos y corrimos con ellos colina para arriba. Hasta llegar al típico árbol y arroyo, donde soltamos a los caballos y nos tumbamos a la sombra del árbol.

-Echaba de menos esto- dije estirandome en la hierba.

-¿Algo más que hayas echado de menos?- sabía que lo preguntaba por él

-Umn... No, esto y mi yegua es lo único que he extrañado- este asintió y nos quedamos en silencio

-¿Cómo te fue tu noche con Liam?- su voz tenía un toque de dolor y angustia. ¿Le sigo mintiendo y le digo que espectacular o le digo que no hubo ninguna noche especial?

-No estuve ayer con él

- ¿Me mentiste?- asentí- ¿Por que?- sabía que estaba en broma, pues estaba riendo.

-No sé, para que sintieras celos tal vez- este se rió y le di un golpe
- No te rías- pero este siguió riendo. Creo que ninguno nos dimos cuenta lo natural que se vió cuando sus manos me rodearon la cintura y este me apego a él.

-No hace falta que me digas eso oara ponerme celoso. Lo estaba desde hace mucho tiempo- me susurró en el oído y esta vez reí yo.

-Te lo merecias

-Me lo merecía- echamos a reír sin ninguna razón, sólo somos dos chicos locos riendo tal vez sin que nos haga gracia nada. Pero se sienta tan bien escuchar su risa...

El Príncipe y el esclavoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora