~El Final De Nuestra Mutua Soledad~ (Sesshome)

Cap 6: Acaba el entrenamiento. La dolorosa melodía de una tennyo.

~VI~

El final de nuestra mutua soledad .

Song : Kagome Kagome .

Singer : alan .

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Después de que terminara mi entrenamiento y presenciar como se van tan orgullosos mis senseis tras este arduo año de caidas , golpes y patadas , sentir en carne propia el sudar sangre , la sensación de mis músculos contraídos por el esfuerzo físico realizado, la satisfacción de ver mi superación personal , sobrepasando todos los limites de mi cuerpo , destruir pero a la vez salvar todo a mi alrededor con mis poderes , sentirme en plena conexción con las armas que se encuentran en mis manos era una experiencia fantástica y sabía que en ese instante lo necesitaba de nuevo , correr , que mi ritmo cardiaco y la respiración por igual se me aceleren , que mi corazón lata a cien pulsaciones por minuto pero no por tener cerca a alguien que se que puede llegar a desconcentrarme , que puede mandar mi autocontrol a la mierda dejando salir a la fiera que habita en mi interior y que solo yo conozco , que solo yo controlo... no me lo pensé dos veces y con una yukata especial decidí salir al bosque para entrenar unos cuantos movimientos .

Quería sentir la adrenalina correr por mi sangre libremente, sin pecados ni prejuicios , libre , sin cadenas ni ataduras de por medio...

Me fijé en la prenda que había elegido , una yukata corta de color azul turquesa con algunas degradaciones , el obi era una maravillosa tela violeta que hacia conjunto con los diseños esparcidos por la prenda , la yukata salpicada por hermosas flores purpuras , este fue el único regalo de cumpleaños que recibí de Inu-sama , en cambio , Katara-sensei me regaló unos aretes de oro que eran sutiles y discretos pero a la vez hermosos y elegantes . Por otra parte Thop-sensei me regaló unas tobilleras también doradas , eventualmente de haber resibido los regalos Aanng-sensei y Zuco-sensei no querían parecer que se les había olvidado y me pedieron que el dia en el que vuelva al Sengoku vaya donde el anciano Totosai , allí él me entregaría mis otros presentes.

Después de recordar todas esas memorias me armé con unas cuantas cuchillas atadas a mi muslo y corriendo por los pasillos del templo , bajando rápidamente la escalera principal me adentre en el follaje del bosque , mis mariposas me acompañaban en mi aventura , cogí impulso y salté a las ramas de un gran árbol , apoyando una mano al gran tronco vi toda la extensión del terreno , hasta ahora no me había fijado mucho el la arquitectura de lo que había sido mi "hogar" durante casi tres largos años , desde la rama se podia vislumbrar un inmenso lago a la falda del famoso monte Fuji , comprendí que en este lugar el espacio y el tiempo se podian modificar y amoldar como un trozo de plastelina .