Cap 12: La caída de los copos, refugiados en la cueva.

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~XII~

El final de nuestra mutua soledad.

Song: Aika ost.

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La nueva manada del Oeste ya había arribado en palacio, maravillados observaron toda la arquitectura del lugar, desde que vieron por los aires la alta e imponente montaña en la que se alzaba el majestuoso castillo quedaron rápidamente sin aire, luego de sobrepasar el mar de nubes ya no había vuelta atrás, protegido dentro de una poderosa kekkai el Moon Palace era algo de otro mundo.

Al cruzar la barrera el verde inundó sus vistas, todo eran árboles grandes, de hojas espesas y troncos fuertes, siguieron volando un poco más hasta toparse con el jardín principal, lleno de hierba y flores, con un kiosco en un lado y otro más lejano, después vino el lago inmenso en su gran mayoría con un esplendoroso puente de madera de cerezo con los que por cierto no faltaban, siguieron el camino de piedra con los conduciría a palacio observando también las esculturas de roca luna.

Por fuera era un espectáculo digno de presenciar y todo eso no superaría la majestuosidad del palacio y mucho menos del laberinto que se suponía que eran sus pasillos.

-Humanos estúpidos- el refunfuño de Jaken se hizo evidete, él no soportaba cuidar de la pequeña Rin sino que ahora también tendría que vigilar a un trio de humanos rebeldes, como él los llamaba, que habían estado en la manada de Inuyasha.

-Es hermoso...- alabó Sango al caminar por los pasillos de madera, viendo las finas decoraciones de las puertas de sogi.

-Ahora mismo Sesshomaru-sama está hablando en su despacho, yo os dirigiré a vuestras habitaciones, recordad que están del lado sur del palacio, en la planta alta.

- ¿Que hay en el ala norte señor Jaken?- preguntó curioso el houshi.

-Ahí está el cuarto de los señores del palacio, y por tanto la habitación de Sesshomaru-sama, no se os ocurra ir allí si no es de máxima urgencia- explicó el, deteniéndose ante un pasillo lleno de habitaciones y en el fondo un salón en común.

-Hai..- respondió temblorozo ante la molesta mirada del pequeño kappa.

Se descruzó de brazos agarrando el baston de dos cabezas con una de ellas, paso entre los grandes cuerpos de los chicos y se dio la vuelta, recordando una cosa pasada.

-Rin, vámonos, tienes que seguir con tus clases- le recordó a la niña de ya 13 años, que dio un pequeño salto en su sitio, recordando el rostro de su terrorífica sensei.

La joven de kimono naranja se levantó de su sitio, dio una leve reverencia a los nuevos habitantes del castillo y salió por la puerta de sogi detrás de Jaken. Sango fue la primera en soltar todo el aire que tenia dentro de su cuerpo en forma de un gran suspiro, consiguió llamar la atención de su pareja y también la de los pequeños youkais, Kirara con ganas de animar a su dueña se acercó a ella ronroneando, consiguió que la mirada de Sango se relajara y con una suave caricia pasó su mano por el rubio pelaje.

-Esto va a ser muy difícil, lo sé...- cogió a la gatita en sus brazos y recostó su cabeza en el hombro de Miroku- los youkais del palacio...

-Lo sé mi querida Sango, sé que...- se tomo un momento para decir correctamente la palabra adecuada- no les gustamos.

-Exactamente, nos odian Miroku, sé distinguir el odio en los ojos de muchos youkais y créeme cuando te digo que no se cortan ni un pelo en disimular su odio hacia nosotros- apoyó su mano en su pecho mirándolo a él y luego a Shippo y Kirara- ustedes dos son los únicos que se salvarán.

~El Final De Nuestra Mutua Soledad~ (Sesshome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora