Capítulo 30

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Ema se ofreció a lavar los platos sucios y me quedé a su lado hablando pero Harry nos interrumpió gritando mi nombre desde su habitación; ignorándolo intenté continuar con la conversación pero Ema se negó.

"Ve, Maia, ya estoy terminando y luego iré con Patrick," Suspiré.

"Hasta mañana," Susurré antes de marcharme.

Caminé lentamente hasta llegar a la habitación de Harry. Entré mirando el piso y me acerqué a la cama para sentarme en ella.

"¿A qué hora debemos ir mañana a la fiesta?" Preguntó Harry pero yo sólo levanté mis hombros y los dejé caer "¿Pasa algo?" Negué con la cabeza.

"Hoy dormiré en el sofá, ¿sabes?" Susurré levantando la mirada para buscar sus ojos.

"¿Qué? ¿Por qué?" Frunció el ceño.

No tenía ninguna respuesta lógica, y aunque sabía que no iba a funcionar, fingí no haberlo escuchado y volví hacia el pasillo, sin embargo, la mano de Harry me detuvo.

"¿Que te pasa?" Me solté de su agarre "Maia, ¿que mierda pasa?" Negué con la cabeza "¿Por qué eres tan así? ¿Tan caprichosa, tan difícil? ¿Por que no solo me dices que mierda te pasa y ya?" El tono de Harry comenzaba a subir así que lo empujé delicadamente del pecho para entrar nuevamente a la habitación y cerrar la puerta detrás de nosotros.

"¿Así? ¿Caprichosa? ¿Difícil? ¿Acaso armas una lista con insultos para mi?" Harry abrió la boca para hablar pero sin embargo no lo dejé "¿Que mierda te pasa a ti? Hablar de la manera que hablaste sobre mí con Patrick, ¿en serio?" Su cara pasó de confundida a sorprendida en un segundo.

"Escuchaste la conversación" Susurró.

"Si, lo hice," El ceño fruncido de Harry desapareció y observé como sus ojos comenzaban a transmitir furia.

"Esto es de lo que hablo, eres como una niña, caprichosa, mira por lo que te enojas," Puso los ojos en blanco y quise golpearlo pero se que no le haría ni el más mínimo daño.

"Eres un idiota."

"Y tú una niña."

"Vete a la mierda."

"Quédate tranquila, prefiero eso antes que estar aquí contigo,"

Harry pasó bruscamente por mi lado y salió de la habitación quise seguir con la discusión pero mis pensamientos fueron callados cuando la puerta principal se cerró. Tomé aire y miré hacia arriba, lo último que quiero es llorar por esto. Cerré la puerta de la habitación, me quité el vestido, los zapatos y me puse la primer camiseta de Harry que encontré. Luego de apagar la luz me acosté en la cama y cerré los ojos pidiendo por favor poder dormirme.

"¡Harry!" Abrí los ojos como platos cuando escuché un grito nombrando a Harry.

Mis ojos tardaron en adaptarse a la poca luz y mi cerebro tardó sólo un segundo en reaccionar a lo que estaba pasando.

"¡Harry! ¡Si!" Una voz chillona resonó en toda la casa y mis intestinos dieron veinte vueltas provocando que quiera vomitar.

Desde aquí, con la puerta cerrada y a varios pasos de la sala, se escuchaba todo, perfectamente todo. Los gemidos, el movimiento del sofá y los gruñidos de Harry. Quise levantarme de la cama y salir de la casa. Pero lamentablemente debía pasar por la sala así que preferí quedarme aquí encerrada.

Cuando dejé de oír las asquerosidades, los gemidos, y los gruñidos fue cuando noté que la almohada en la que tenía puesta mi cara estaba húmeda. Me quité las lágrimas que aún quedaban en mis mejillas con mis manos y volví a recostarme. Necesitaba dormirme. Quería dormirme y no despertar por un largo tiempo.

Midnight [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora