Capítulo 41

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Luego de ducharnos, Harry y yo nos acostamos en su cama para ver algo de televisión. Mi cabeza estaba apoyada en su torso mientras que uno de sus brazos se encontraba detrás de mí acariciando mi espalda. Mi estómago hizo un extraño ruido e hice una mueca. "Iré a ordenar una pizza," Susurró Harry riendo y besó mi frente.

A los pocos minutos de que Harry se fuera de la habitación su celular comenzó a vibrar repetidas veces y cuando noté que era una llamada lo tomé entre mis manos.

"¡Harry!" Exclamé "¡Te están llamando!" Alcé la voz para que pueda escucharme.

"¡Atiende tú!" Mis ojos observaron la pantalla pero el número era desconocido.

"¿Hola?" Pregunté luego de tocar la pantalla.

"¿Está Harry?" Preguntó rápidamente y reconocí su voz al instante, Callie.

"Sí, ¿Que quieres que le diga?" Dudaba entre si iba a decirle o no a Harry pero sin embargo lo pregunté. Escuché una leve risa del otro lado de la línea.

"¿Y tú quién eres, la secretaria? Dale el móvil, quiero hablar con el."

"No, la secretaria no, pero siendo la novia quizás puedo ayudarte," Intenté sonar lo más amable posible.

"¿Novia? Harry está soltero, ¿de que hablas?"

Me encogí de hombros como si pudiera verme, "Pues parece que ya no."

Sentí la presencia de alguien más en la habitación y giré la cabeza encontrándome con Harry, quitó su celular de mi oreja, tomándolo entre sus manos y finalizando la llamada. "Ni siquiera te detuviste a ver quién era antes de finalizar la llamada," Harry levantó su mano y apoyó el dedo pulgar en mi frente, realizando movimiento circulares en un intento de masaje.

"Con lo fruncido que estaba tu ceño estoy seguro de que no valía la pena," Puse mis ojos en blanco. "¿Te dije que eres hermosa?" Asentí riendo "Pues yo creo que no lo suficiente," Comenzó a besar todos los sectores de mi cara y mi cuello, comencé a reír descontroladamente "¿Sabes que escuché la conversación verdad?" Susurró cuando finalizó su ataque de besos "¿Y sabes que para el Lunes todo el campus sabrá que eres mi novia?"

"¿Acaso no quieres ser mi novio?" El rió y una vez más aparecieron sus hoyuelos.

Harry me atrajo hacia el y besó mis labios. Su boca era tan cálida que hacia que siempre quiera más. Era adictivo. Se acostó en la cama conmigo encima y estuvimos así hasta que se escuchó el timbre. "Yo voy," Susurré y me levanté de la cama.

Tomé algo de dinero que había encima de una mesita cerca de la puerta y me dirigí hacia ella abriéndola. Un chico de ojos celestes, algo rubio, y bastante alto me sonrió. Me entregó la pizza y mientras intentaba que no se caiga de mi mano izquierda le entregué el dinero. "¿Comerás todo eso tu sola?" Intentó bromear, iba a responderle pero el continuó hablando "Sí quieres puedo ayudarte," Levanté mis cejas sorpresivamente, era un comentario que no esperaba.

Sus ojos pasaron de mí, imaginé que detrás de mi se encontraba Harry ya que el muchacho desapareció más rápido que un fuego artificial. "Espantas a todo el mundo."

Se encogió de hombros "¿Entonces debo dejar que cualquiera coquetee contigo?" Me reí y me puse en puntitas de pies para besar sus labios rosados "¿Que haces?" Preguntó Harry cuando me dirigí a la cocina.

"¿Vamos a comer?" Fruncí el ceño y el rió.

"Pero en la habitación," Tomó la caja de pizza con una mano y con la otra buscó mi cintura, nos dirigimos nuevamente a su habitación y el cerró la puerta tras nosotros.

"¿De verdad? ¿No te preocupa llenar de migas toda la cama? Porque a mi no me gusta," El me empujó delicadamente en la cama y dejó la pizza a un costado, acostándose arriba mío.

"Suerte entonces que es mi cama y no la tuya," Puse los ojos en blanco "Deja de poner tus ojos en blanco, ríete, relájate un poco, creí que la ducha que nos tomamos te había relajado, pero parece que no," Quise volver a poner mis ojos en blanco pero me contuve, Harry besó mis labios "Y bueno, tendré que meterte la verga hasta que te relajes."

"¡Harry!" Exclamé golpeando su pecho y el rió.

Escondió su cara en mi cuello y comenzó a succionar dejando varias marcas en él. Mordió mi lóbulo y pasó la lengua por él. En menos de tres minutos ya estábamos completamente desnudos, bueno, en realidad yo seguía con el sostén pero a Harry no pareció importarle mucho cuando sentí la misma presión de ayer.

"Mierda, Maia," Susurró él en mi oído y ésta vez no sentí mucho dolor, sólo un poco, pero intenté dejarlo de lugar y sentir, en cambio, el placer.

Harry golpeaba contra mí repetidas veces, ésta vez iba rápido pero profundo. Comencé a succionar en partes de su cuello para intentar dejar una marca, con lo cual me gané un gruñido de parte de Harry. "Harry," Susurré y necesité que vaya más rápido.

"Dime, nena" Sus palabras, su voz, sólo hacía que necesite más y más de él.

"Más... Rápido," Sentí su sonrisa en mi cuello y me hizo caso comenzando a entrar en mi más rápido que antes.

"Maia, Maia, Maia," repetía mi nombre y besaba mi cuello, Harry me pregunta que hizo para merecerme pero yo también me pregunto que hice para merecerlo "¡Mierda!" Harry apoyó una de sus manos en la almohada, al lado de mi cabeza y se puso derecho, me miró a los ojos y sentí que no aguantaba más.

"Harry," Susurré y comencé a clavar mis uñas en su espalda al igual que ayer.

El asintió con la cabeza y gemí. Antes de Harry no había tenido un orgasmo con ninguna otra persona, y aquí viene él, haciendo que tenga tres orgasmos en dos días. "Prométeme que no me dejarás nunca," Sentí una ola de pena, jamás me imaginé que con la pinta que lleva podría hacerme un pedido como ese.

"Te lo prometo, Harry" Susurré y besé su mojada frente.

El me abrazó por la cintura con una mano y con la otra abrió la caja de la pizza. Me reí e hice que Harry se siente en la cama, frente al televisor, para poder sentarme a horcajadas de él. Cuando terminamos de comer la pizza, Harry dejó la caja en alguna parte del piso de la habitación. Apagó la televisión, y se acostó a mi lado. Me tomó de la cintura y me acercó aún más a su cuerpo.

"Nena, eres lo mejor que tengo," Susurró y sonreí ante sus palabras.

A los pocos minutos escuché la pesada respiración de Harry y supe que se había dormido. Giré intentando no despertarlo y observé cada parte de su cara. Harry era hermoso. Era perfecto. El también era lo mejor que yo tenía.

"¡Maia!" Escuché un grito pero no me levanté "¡Por favor, no, Maia!" Volví a escuchar y sentí mucho movimiento en la cama.

Abrí los ojos y vi a Harry moviéndose para un lado y para el otro gritando mi nombre. "¡Harry!" Exclamé sacudiendo sus hombros intentando que despierte.

Sus ojos se abrieron como platos y cuando vio mi cara me abrazó fuertemente casi sin dejarme respirar. Besó mi frente, mi mejilla, mi pelo, mis labios y aún no me soltaba. "Maia," Susurró. Lo abracé y escondió su cara en mi cuello.

"Tranquilo, Harry, sólo fue una pesadilla," El asintió levemente y me atrajo hacia él.

"Te quiero, Maia."

Midnight [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora