Capítulo 46

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Cuando comencé a guardar toda mi ropa y mis cosas me di cuenta de que no estaba completamente segura de lo que estaba haciendo. Sentía que la culpa comenzaba a comerme por dentro, abrí la boca, con la intención de decirle a Harry cuales eran mis planes, sin embargo, me convencí a mi misma de que debía dejarlo para otro momento, y no arruinar la felicidad que estaba transmitiendo su rostro, "Maia, ¿que pasa?" Preguntó Harry con una sonrisa en su rostro.

Me di cuenta de que había dejado de empacar las cosas, "Nada," Minimicé rápidamente y continué doblando algunas prendas.

En cuestión de segundos, sentí los brazos de Harry en mi cintura mientras besaba mi cabello, "En algo pensaste," Susurró, "¿Lo estás dudando? ¿El irte a vivir conmigo?" Suspiré.

Me di media vuelta y negué con la cabeza, "No, Harry, en serio, no es nada, sólo estoy un poco cansada," Me puse en puntitas de pie y besé su mejilla.

Luego de terminar de guardar mis cosas, me dirigí junto a la recepción de la residencia, le dije a Harry que debía avisar que no seguiría viviendo allí para que mi padre no continúe pagando pero le pedí que me espere afuera, así yo podría explicarle a la dulce señora que me atendió cuál era la situación, sin que Harry escuche. Me explicó que al no estar ninguna de las dos personas que solían vivir en esa habitación debe dejarla libre para cualquier otra persona, más aún cuando una de ellas estaba tramitando un traslado, sin embargo, me dijo que si vuelvo a la residencia y pido una habitación me tendrán en la lista de prioridad. Una vez que terminé entregar la llave y de escuchar la explicación de la señora, salimos del edificio y fuimos directo al coche. Desde que entramos a la autopista Harry hasta estar frente a la casa de Patrick y Harry, estuvimos en silencio, no era un silencio incomodo sino todo lo contrario. Al atravesar la puerta principal nos dimos cuenta de que estábamos solos. No había señales ni de Patrick ni de Ema.

Dejé mis cosas en la habitación de Harry, con su ayuda, y pregunté "¿Donde estarán?" 

Harry se encogió de brazos mientras tomaba asiento en su cama, "Probablemente sigan en la universidad," Tiró de mí provocando que caiga encima de su regazo. 

Le di un pequeño beso en la punta de su nariz y él la arrugó, "Te extrañé," Susurré un poco avergonzada y el sonrió.

"Yo también te extrañé, nena, no voy a permitir que te vayas por mi culpa, no dejaré que te vayas, no dejaré que te alejes de mí, Maia," Trague fuerte, sentía que el mundo me estaba haciendo esto a propósito, pareciera como si quisiera recordarme todo el tiempo que si me iré de su lado.

Escondió su cara en mi cuello y comenzó a besarlo hasta que encontró mi punto débil y gemí sin poder controlarlo. Sus manos estaban acariciando mis piernas y su lengua mi cuello, cuando mordió tomé su pelo y tiré de él provocando que gruña. Sus labios bajaron hasta el borde de mi blusa y pasó su lengua por allí, cerré los ojos y sentí sus dedos atrapando el final de mi blusa para quitarla. "¿Como haces?" Fruncí el ceño "¿Como haces para que no me canse de ti?" Cerró sus ojos y sonreí para mí misma. Ésta vez fue mi turno de besar el cuello de Harry. Su perfume invadió mis fosas nasales y lo acerqué aún más a mí, pasé mi lengua por sus clavículas y mordí el sector. "Mierda," Gimió Harry.

Besó mis labios y apoyó una de sus manos en mis mejillas mientras que la otra estaba en la parte de mi trasero sosteniendo con su brazo mi cuerpo y levantándonos sólo un poco de la cama para poder girar nuestros cuerpos y dejar que el mío caiga encima de su colchón. El sol ya no estaba y el cielo tenía un color azul mezclado con violeta, la habitación estaba iluminada a la perfección. Me había quedado mirando la ventana cuando de repente sentí los labios de Harry en mi abdomen y me asusté ganándome una pequeña risa de su parte. Subió con sus labios hasta mi blusa y la quitó al mismo tiempo que mi sostén. Sus manos se movieron a mi jean y lo sacaron de un tirón. Comencé a besar su cuello y cuando noté que había cerrado los ojos lo empujé al costado de la cama sentándome encima de él. "Y cuando pensé que no podía ser mejor tú sólo te moviste," Sonreí y quité su camiseta con mis manos.

Intentaba no demostrarlo pero estaba algo nerviosa. Nunca había hecho esto, nunca había tomado el control en una situación como ésta. Respiré hondo y comencé a depositar delicados besos en su torso. Puse mis manos en el cierre de sus jeans y empecé a bajarlos delicadamente. Los bóxers de Harry estaban a punto de romperse y sonreí ante la reacción que provocaba en él. Lo miré a los ojos y sin decir una sola palabra, él señaló uno de los cajones y yo estiré el brazo para tomar un condón en mis dedos. Harry apoyó sus manos en mi cintura bajó el último pedazo de tela que había en mi cuerpo. Abrí el pequeño sobre en el que se encontraba el condón y moviéndome hacia arriba quité la ropa interior de Harry. Trague fuerte y le entregué el condón a Harry pero el negó con la cabeza. "Hazlo tú."

Cuando los abrí, al segundo, no dudé y puse el condón en la punta del miembro de Harry. Respiré hondo y comencé a bajarlo cuando escuché un gruñido. Levanté la mirada, vi que Harry tenía los ojos cerrados y fruncía su ceño cada vez más cuando bajaba mi mano un poco más. Una vez que terminé, me moví un poco hacia delante y Harry entró en mí. Cerré los ojos cuando me di cuenta el dolor que estaba sintiendo. Pensé que luego de haberlo hecho dos veces dejaría de doler de ésta manera, pero supongo que duele por la posición en la que estoy. Harry puso una de sus manos en la parte baja de mi cintura y la otra en mi mejilla para atraerme hacia él y besar mis labios. "Mierda," Gruñó. El dolor comenzó a ser placer y me empecé a mover un poco más rápido.

Cada vez que bajaba, Harry subía y nuestros cuerpos chocaban. Entre gruñidos, gemidos, y ruido de piel contra piel, llegamos al clímax y Harry besó mi frente. Escuchamos la puerta principal abrir y cerrarse, Harry puso una mano en mi boca y con la otra tomó la sabana para cubrirnos con ella. Solté una pequeña risa y el sonrió besando mis labios. Nos quedamos unos minutos más en silencio y escuchamos que se cerró la puerta de la habitación de Patrick.

"Vamos a ducharnos," Susurró Harry en mi oído y asentí.

Me levantó entre sus brazos y nos dirigió hacia el baño sin hacer mucho ruido. Cuando entramos, Harry abrió el agua caliente y dejó que corra unos segundos antes de entrar y estirar su mano para que entre junto a él. Tomó el shampoo y comenzó a masajear mi pelo. Nos limpiamos el uno al otro en silencio, con algún que otro beso por algún lado del cuerpo y cuando finalizamos, Harry cubrió mi cuerpo en una toalla y nos dirigimos nuevamente a su habitación. Buscó un bóxer limpio en su cajón y yo tomé un conjunto de ropa interior limpia de mi valija. Me pasó una de sus camisetas y mientras me la ponía Harry se acostó en su cama y prendió la televisión. Me acerqué a la cama y me metí entre las sábanas para pegar mi cuerpo a la calidez de Harry. Él estaba mirando la tele pero tenía la mirada perdida y su ceño estaba un poco fruncido. "¿Que tienes, Harry?" Susurré y deposité un beso en su cuello.

"Es sólo que..." Suspiró, "Creo que nunca dejará de asustarme el hecho de que te des cuenta de que no te merezco, Maia," Chasqueó su lengua.

"Harry," Susurré pero el continuaba con sus ojos en la televisión "Harry," Insistí tocando su mandíbula con la yema de mis dedos, sus ojos buscaron mi mirada y sonreí, "Deja de pensar eso, a veces soy yo la que no te merece," Susurré mientras Nueva York aparecía en mis pensamientos.

El soltó una risa negando con la cabeza. Estiró su cabeza para apoyar sus labios en mi frente, "Eres más de lo que merezco."

Midnight [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora