Capítulo 8

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Ryan se mostraba pensativo mientras conducía hacia su apartamento, el cual compartía junto a su esposa Sandy, ella por su parte ni se había percatado de ese hecho porque de igual forma iba inmersa en sus propios pensamientos, ni siquiera imaginaba lo que su esposo escudriñaba en esos momentos.

— Ryan, ¿es cierto que aún no serás nombrado director en GLW? – rompió el silencio Sandy, cuestionándolo, él dirigió su mirada a ella, intercalándola con el camino.

— No, aun no – dijo a secas, pensando en que sin duda tenía mucha comunicación con Dexter quien seguro la había enterado al respecto - ¿Cómo te enteraste?

— Bueno en los pasillos de la empresa se dicen muchas cosas, ¿sabes? También me he enterado que a muchos de los empleados no le agradas mucho, dicen que eres un ogro – dijo Sandy bromeando.

— ¿así?, pues que rápido llega la información a los pasillos de la empresa, creo que hasta saben más que yo, que bien, aunque, en el caso de que yo no les parezca el mejor tipo para comandar GLW, eso a mí no me importa, ellos son solo empleados y yo soy el dueño, eso siempre será así, porque aunque armen alguna confabulación en mi contra, nunca ganarán – sonrió Ryan, hablando en doble sentido, algo de lo cual Sandy se percató pero quiso suponer que era parte de su imaginación.
— ¿A dónde vamos Ryan?, te has pasado el camino, has dejado la calle atrás, ¿Qué ocurre? – cuestionó Sandy desconcertada al notar la seriedad que mostraba su esposo y lo raro que lucía.
— Iremos rumbo a la interestatal.
— ¿a la interestatal? ¿Para qué?, no comprendo, es muy tarde, ¿vamos a viajar?
— No, es que sabes, este auto hace muy poco que lo compre y me dijeron que tiene muchos caballos de fuerza, quiero ver que tan veloz resulta ser – dijo Ryan, agarrando con fuerza el volante del auto y apretando un poco más el acelerador.
— ¡¿Qué dices Ryan?! No, a mí déjame aquí entonces, me iré en taxi a casa, no pienso probar el auto a tu lado, ¿Qué pretendes? – añadió Sandy temerosa mirando la carretera y observando la prisa que llevaba Ryan, rebasando cada vehículo que se le ponía enfrente, rozando uno que otro, y frenando de golpe en algunas ocasiones.
— ¿Acaso no te gusta la adrenalina amor?, anda disfrutemos juntos, ¿Qué no me amas?
— ¡Basta Ryan! ¿Quieres que nos matemos?, si esa es tu intención, ¡hazlo tú solo!, a mí no me inmiscuyas – Ryan al ver el miedo de Sandy solo reía, ignorando su petición, incluso acelerando aún más, percatándose de que ya iban saliendo de la ciudad.
Ahora mismo me dirás, ¿Qué pretendes tú Sandy? – la cuestionó sin reducir ni un mínimo la velocidad, los ojos de Sandy abiertos de par en par y sus uñas enterradas en el tablero del auto, denotaban su inmenso pánico.
— ¡No entiendo de qué demonios hablas!
— ¡Bien que lo sabes!, ¡no eres más que una mentirosa!
— ¿Mentirosa? – lo miró Sandy con sobresalto - ¿Qué te pasa Ryan?, para reclamarme esas cosas necesitabas traerme junto a ti en esta maldita carrera.
— Solo así puedo externar mi enfado, es una parte de mí que aún no conocías mi querida rubia, ¿sabes?, de hecho hay muchas cosas que no conoces de mí, ni yo de ti, como por ejemplo, que eres amante de mi primo Dexter – Sandy trago en seco y lo miró con desconcierto, pero del miedo que le ocasionaba que en ocasiones él desviaba su mirada de la carretera para lanzarle a ella ojos fulminantes, no se atrevía a reclamar – quien sabe desde cuando tienen sus amoríos, creo que te asociaste con él, para arrebatarme lo que me pertenece ¿no es así?, ese infeliz, solo quiere verme en la ruina, pero no le daré ese gusto.
— ¿Qué estupideces dices Ryan?, ¡yo no tengo nada que ver con tu primo!
— ¿Así y entonces porque te estabas besando con él? ¿eh?, acaso me vas a decir que fue un beso de saludo, al estilo francés – añadió Ryan con sarcasmo, ahora acelerando más el auto, para su suerte la carretera estaba vacía, pareciera que solo ellos transitaban por esos rumbos en medio de la noche.
— ¡Yo no me estaba besando con él!, él me robo un beso, es un cretino sin vergüenza.
— ¡Basta de mentiras Sandy! – al decirlo Ryan orillo el auto en medio de la nada, frenando de golpe.
— ¡¿Estás loco Ryan?! ¡Eres un demente imbécil!
— ¿Querías que nos detuviéramos? ¡Eso hice!, ahora sí, exijo que me digas que trato tienes con el imbécil de Dexter, ¿Cómo piensan quitarme mi fortuna eh? ¿Cómo?
Sandy ahora si confirmaba que Ryan estaba enterado de todo, no podía seguirle ocultando más, tampoco estaba dispuesta a seguir el trato que tenía con Dexter Lugo, incluso ya hasta había renunciado a eso, justo ese día luego de que él la besara, simplemente estaba ofendida y no quería meterse en problemas, además de que para nada le parecían las negras intenciones de Dexter para con ella.
— ¡De acuerdo! – levantó la voz Sandy, mirándolo a los ojos - ¡sí!, tenía un trato con tu primo, pero no como lo piensas – Ryan mostro sorpresa al escucharla y ella se acomodó de nuevo mirando hacia el frente, desviando su mirada de la de él – yo me enteré que tú te querías casar conmigo solo por cumplir el designio de tu padre y recuperar tu herencia, ese hecho me hizo sentir muy mal y decidí vengarme.
Ella no pretendía hacerle saber acerca de sus planes de recuperar la empresa, sin embargo Ryan ya estaba dudoso respecto a que ella escondiera otra cosa que solo eso, presentía que le estaba ocultando algo más que una simple venganza en ese aspecto y eso era porque aún no se había entregado a él, siendo ya su esposa.
— ¿Sabes que creo? – ella lo miró de nuevo – que mientes.
— ¿Qué? – Exclamó sorprendida - ¿Por qué dices eso? ¿Acaso no es verdad?, te atreviste a usarme.
— No, lo estás diciendo tan tranquila, una mujer enamorada y herida, no se comporta como tú lo haces Sandy, luces muy fría e insípida, al principio creí que estabas enamorada de mí, pero no es así, deberás decirme que más me ocultas sino quieres que ahora mismo haga valer mis derechos como marido.
— ¿Qué has dicho? – Sonrió Sandy en tono burlón - ¿acaso piensas obligarme a que tenga sexo contigo?
— De ser necesario, lo haré, aquí estamos en medio de la nada, aunque grites, nadie escuchará.
— ¿te atreverías a violarme? – cuestionó ella un tanto nerviosa y temerosa de que en verdad lo hiciera, él de repente se acercó más a ella y le dijo al oído.
— Sí – Sandy tembló al escucharlo y un escalofrío recorrió su cuerpo.
Ryan no era capaz de violarla, sin embargo lo hacía para hacerla vulnerable y que le confesara la verdad que ocultaba, era cierto, ninguno de los dos se conocían lo suficiente para saber de qué eran capaces, así que Sandy dudaba del proceder de su esposo.
— Eres un loco desquiciado Ryan, ¿acaso crees que me dejaré?, primero me defenderé y…
— ¡Ya dejémonos de estupideces Sandy! – la interrumpió – solo dime que es lo que ocultas, que tramas en mi contra, porque en algunas ocasiones siento como si me odiarás, dime, si lo que buscas es dinero, perfecto. De hecho he estado pensando bien las cosas y ya siendo sinceros ninguno de los dos nos amamos.
Sandy sintió un leve estrujo en el pecho al escuchar esas palabras tan gélidas del hombre con el que se había casado, si bien eran ciertas, por una extraña razón parecían comenzarle a afectar.
— Si tienes razón, ninguno de los dos nos amamos, solo nos casamos buscando intereses comunes, aunque si busco dinero de ti, no es de la forma en que lo piensas. ¿Así? ¿Entonces de que otra forma?, explícamela por qué estoy privado de esa información y como bien dices todos están enterados de mi vida, menos yo.
— Yo quiero recuperar lo que tu padre le arrebato al mío – Ryan mostró seriedad al escucharla, ahora menos entendía nada en lo absoluto - ¿tienes idea de quien fue el antiguo socio que revocaron de su cargo, el cual aún tiene su inicial la empresa?
— No entiendo Sandy, no comprendo de que me hablas.
— ¡Claro que lo sabes!, tú padre fue un cretino que le arrebato a Trevor Williams la empresa, entre él y Lugo, despojaron a mi padre de todo lo que por derecho le pertenecía, ellos…
Ella le relato toda la historia a Ryan con lujo de detalles, entre más avanzaba con la historia, más mostraba él su desconcierto, nunca antes había escuchado hablar de algo así, si bien estaba enterado de que había existido un socio en el pasado, nunca supuso que hubiese sido relegado de su cargo en tal manera como lo relataba Sandy.
— ¿Entonces tu intención es dejarme en la ruina? – cuestiono Ryan.
— Sí – respondió ella y él sonrió.
— Lamento decirte que ya no podrás hacerlo, porque resulta que estoy enterado y estaré siempre prevenido, otra de las cosas, el mismo Dexter te dijo que yo no soy el heredero, el heredero es un hijo, que ni siquiera sé si nacerá, creo que ambos nos quedaremos en la ruina mi querida Sandy. Ni tu recuperarás lo que dices que era de tu padre, ni yo mi herencia.
— Yo no digo que es mío, ¡Lo afirmó!
— ¡por si lo olvidas mi padre invirtió capital!, así que independientemente de lo que hayan hecho, él también era dueño, además, ya no tiene relevancia el pasado ni los errores de nuestros padres, ¿sabes?, se me ocurre una idea para remediar esto, es un trato que a los dos nos convendrá, ¡olvida las venganzas tontas!, sé que quieres dinero y es justo, porque tienes la necesidad de recuperar el orgullo de tu padre, pero también debes ser sensata y justa.
— ¿Justa?, tu padre nunca… - él la interrumpió poniéndole la mano sobre los labios.
— Shh… tranquila no necesitamos discutir más, como ya te dije, el pasado quedó atrás, olvidemos las disputas de nuestras familias, mira, como te lo dije al principio, no te voy a negar que me enfade porque pensé que tenías que ver con Dexter, pero ahora estoy dispuesto a creerte, ¿y sabes por qué? – Sandy lo miraba desconcertada – porque ¿Quién puede interesarse en mi primo?, además con el trato que te propondré haremos que ese imbécil se trague su arrogancia.
- ¿arrogancia? – Dijo Sandy con sarcasmo - ¿Quién de los dos será más arrogante?, tenían que ser de la misma familia, sin duda.
— No me compares con ese imbécil, por desgracia somos familia, pero, siendo sinceros, ¿no es verdad que yo beso mejor que él? – sonrió Ryan, acercándosele a Sandy casi a los labios, pero ella se hizo hacía atrás.
— ¿Cuál es el trato? – dijo Sandy y Ryan suspiró cerrando los ojos y mordiéndose el labio inferior para luego abrir sus luceros y mirarla con una sonrisa seductora.
— Bueno, el trato que se me ocurrió es seguir con el juego que tenemos de matrimonio.
— No entiendo.
— Si mira, te explico, en el testamento de mi padre, estipulo que debo tener un hijo con mi esposa, esa eres tú.
— ¿hijo?, no Ryan, no pienso tener un hijo contigo, no nos…
— ¡tranquila!, ¿me vas a dejar terminar sin alegar?, dios contigo no se puede ¡caramba!
— De acuerdo.
— Okey, Gracias – la miro con una sonrisa y ella le correspondió – como te iba diciendo, según mi padre, eso es lo que quiere, pero… podemos hacer algo para evitar ese asunto que yo si quiero que haya entre nosotros, llamado intimidad – Sandy torno su rostro a serio – pero tranquila, yo sé que tú no quieres que haya nada, y estoy en completo acuerdo contigo, es más pienso respetar tu decisión.
— ¿y entonces como piensas que procrearemos un hijo entonces?
— Porque mi padre no estaba enterado de mi astucia, como te lo había dicho antes, tú no me amas y yo tampoco – de nuevo lo repitió, Sandy solo desvió su mirada hacia afuera de la ventana – yo deseo de nuevo seguir siendo soltero, sin compromisos forzados, sin darle explicaciones a nadie de mis actos, disfrutar de mi vida como lo hacía antes de esta tonta farsa del matrimonio, y supongo que tú también quieres lo mismo ¿no es así?
El silencio reino unos momentos en el auto, Sandy se inmuto por unos segundos, estremeciéndose ante esas palabras, «Una farsa – pensaba en sus adentros – no puedo creer lo que he hecho, hasta donde llegué, quizás si mis padres vivieran pensarían que soy una insensata, pero lo hago por ellos, por nuestra familia y por…» ya no pensó más porque Ryan paso la mano sobre su rostro en forma vertical a unos centímetros, logrando captar de nuevo su atención.
— ¡hola! ¿Hay alguien en casa? – la cuestionó Ryan asomando una sonrisa.
- Sí, sí, lo siento me distraje pensando en algo, pero tienes razón, ninguno de los dos tenemos interés de seguir juntos, tú quieres seguir siendo soltero y yo deseo recuperar la parte que me corresponde de la empresa, quizás pueda laborar en ella y forjarme un futuro como siempre lo desee, estudiar la universidad y lograr que mis padres donde quiera que estén se enorgullezcan de mí.
— Claro, veo que estás entendiendo, bueno debo continuar. Resulta que mi padre no sabía lo astuto que puede ser su hijo para salirse con la suya, tendremos ese hijo, pero… ¡con la ayuda de otra mujer! – sonrió Ryan y Sandy lo miró con disgusto.
— ¿Otra mujer?, ¿eso quiere decir que te acostarás con alguien más? – él noto la sorpresa en el rostro de Sandy y añadió.
— No te pongas celosa, no será así, solo la usaremos a nuestro favor, pero no como lo piensas, harán un procedimiento denominado ¡inseminación artificial!, rentaremos el vientre de alguna mujer dispuesta a ayudarnos, a la cual le implantaran mis espermatozoides y tus óvulos, y ¡Woala!, el milagro de la vida, sin esforzarnos tanto, así no tendrás de que preocuparte y yo menos.
— Pero, aun así ese niño será nuestro hijo.
— Sí, pero no lo llevarás en tu vientre, no crearás lazos con él, ese niño solo será nuestro boleto para la fortuna de Richard Graham, ¿sabes? Por un lado me siento feliz, porque me alegra saber que tú no tienes interés en mí, así a ambos nos será más fácil sobrellevar esta farsa. Viviendo juntos, ¡sin compromisos!, así ni yo puedo reclamarte nada ni tu a mí, ¿Qué te parece? – el silencio reino de nuevo por unos segundos.
Para Sandy las cosas no eran tan sencillas, el hablar de utilizar a un ser humano solo para beneficio propio y económico no era precisamente lo que ella tenía planeado hacer, incluso comenzaba a arrepentirse de su proceder, de ese interés por recuperar la empresa, que solo la estaba llevando por un camino equivocado.
— Todo suena tan sencillo Ryan, ¿pero qué pasará cuando ese niño nazca? ¿Quién cuidará de él?, deberemos seguir juntos, y no creo conveniente ese hecho. No conviviré con un hombre que no me ama y al cual no amo.
— Lo sé, no hay de que angustiarse por ese asunto, eso ya lo tengo planeado, de hecho pensé en una tía que tengo en Florida, pediré que cuide de él, hasta que tenga edad suficiente. Mi tía Jamie nunca tuvo hijos, estará encantada de cuidar de él, ya lo verás, tu deja todo en mis manos, lo único que necesitaré de ti, son tus óvulos, mañana haré la cita en la clínica especializada en ese asunto, allí nos dirán que necesitamos ¿estás de acuerdo? ¿Tenemos un trato?
— Sí Ryan – asentó ella y él sonrió y encendió el motor del auto, Sandy se mantenía desconcertada ante esa impulsiva decisión, incluso comenzaba a cuestionarse si en verdad podría convivir con Ryan al menos por un año, sin llegar a sentir algo más por él, sin embargo también pensaba que intentaría reprimir cualquier sentimiento y evitar en la medida de lo posible crear vínculos con él, quizás incluso podría interesarse en alguien más para así no tener que pensar en el hecho de ver a Ryan como su esposo, cuando no lo era, solo de nombre - ¿podremos vivir separados entonces?
— No, debemos permanecer juntos al menos por un año, sino James podría sospechar, él me dijo que estará al tanto de mí y de lo que suceda. Estoy seguro que aunque mi padre este muerto, James es fiel a su palabra, así que mejor ni molestarse en hacer algo distinto a lo estipulado ¿de acuerdo?, podremos fingir que tú eres la embarazada, te pondrás ropa de maternidad, y lucirás una panza ficticia.
— Y en cuanto a la relación de pareja, ¿Qué pasará?
— Bueno, nada tienes mi palabra de respetarte, otra de las cosas, aunque estemos juntos, ambos somos libres, ¿entendido?
— ¿Eso quiere decir que buscarás otras mujeres?
— Si te hace sentir mejor, no, mantendré mi trato por un año, solo por ese tiempo seré fiel a mi querida esposa – asomo una sonrisa – así nadie sospechará, además juntos lograremos que mi querido primo se largue de la empresa, tal y como lo deseo.
Sandy discernió que lo que parecía importarle más a Ryan era el dinero y relegar a su primo de la empresa. Antes de que Ryan le ofreciera ese trato, Sandy solo quería vengarse, pero luego de escucharlo supuso que tenía razón, ya eso formaba parte del pasado, además Richard Graham había muerto, así que de nada servía tomar represalias en contra de su hijo, lo mejor era aplicar el dicho «si no puedes contra el enemigo, únetele» y eso es justo lo que haría.

Corazón Traidor © (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora