Luego del desayuno junto a su esposa, Ryan fue a su junta de negocios, mientras estaba inmerso escuchando a James hablar de cifras, en lo que los demás prestaban mucha atención a lo que decía, él comenzó a recordar a Sandy, a rememorar la noche anterior, cuando ella se le había entregado.
Reconocía que aunque no era una experta en la cama, lo atraía demasiado, de hecho ahí donde estaba cómodamente sentado, anhelaba que las horas pasaran para volver a casa y seguirla disfrutando, sugerirle que se volviera a colocar el traje que había usado por la mañana, para que él disfrutara quitándoselo con sus propias manos.
— ¡Ryan, Ryan! – lo sacó de sus cavilaciones James, mientras Ryan mordía la goma de borrar de su lápiz.
— ¿uhm? – fue lo único que dijo al ser liberado de su letargo.
— ¿estás de acuerdo con la propuesta?, solo nos falta tu opinión.
— Claro, claro James, lo que tu opines está bien – respondió Ryan, todos los demás socios lo observaron incrédulos. Por primera vez, Ryan Graham no alegaba ante una nueva propuesta, por lo regular siempre estaba al pendiente de lo que autorizaba, escudriñando y debatiendo al respecto, pero ahora por un desconocido motivo para ellos, no lo hacía.
Su primo Dexter, solo lo miraba receloso, sabía que para él la batalla ya estaba perdida, por más que hiciera nunca le sería posible vencer a su persuasivo primo, ni mucho menos quitarle a su esposa, además de que incluso él bien sabía que necesitaba también que Sandy le diera ese hijo a su primo, para que él no sufriera ninguna consecuencia económica al oponerse.
Ryan procuraba en la medida de lo posible tolerarlo, se había colocado al margen de ellos, inclusive estaba dispuesto a cederles la mansión, con tal de que no lo molestaran y así había sido, ya ni Annie parecía hostigarlo, "Seguro comprendió bien las cosas" se decía así mismo.
............
La tarde por fin hizo su arribo y con ella sus deseos de salir disparado a su apartamento, en donde lo esperaba la mujer que era su esposa. « ¿Pero que me pasa? – pensaba -. ¿Cómo es posible que yo desee tanto estar con ella?» pese a sus propios pensamientos, Ryan iba en su auto deportivo a toda velocidad, deseoso de llegar, sus impulsos mismos lo dirigían sin cuestionarlo.
Sandy al igual que él, se la había pasado todo el día añorándolo, esperando su llegada, inclusive en numerosas ocasiones se vio tentada a llamarlo por teléfono, sin embargo no lo había hecho porque él prometió que lo haría primero, y se quedó esperándolo, incluso llegando a pensar que la había engañado, que nunca estaría tan interesado en ella, eso causo un revoltijo en su estómago del enfado pero lo superó, al recordar que esa vida no era suya, que estaba viviendo una farsa y debía olvidarse de él, alejarlo de sus pensamientos viviéndolo como un trato.
Pero lo que ella desconocía es que Ryan se había pasado la mayor parte del día en juntas y otros aspectos de su rutina empresarial, que no le dieron tiempo para llamarla, de hecho esa misma noche pensaba disculparse.
— Mi amor, ¿Cómo te fue en el día? – Exclamó Ryan al llegar del trabajo, dejando su portafolio sobre el sillón en la sala y dirigiéndose a besar a su rubia esposa, quien evadió el encuentro -. ¿Qué ocurre?
— Nada, estoy bien. Preparé algo de cenar – mencionó con tono de voz seco.
— Qué bueno amor, ¿estas enfadada, cierto?
— Ryan, será mejor que me dejes de decir mi amor, ¿olvidas que tú y yo solo estamos viviendo un trato?, que no somos una pareja como tal, que no nos amamos.
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Corazón Traidor © (Borrador)
Literatura KobiecaRyan busca casarse con alguna joven para poder obtener la herencia de su padre y así cumplir los designios que dejo en su testamento. Lo que no espera es que elige a la mujer equivocada, una chica que más que amarlo, busca venganza. Sandy promete ha...