Corazón Traidor © (Borrador)

Capitulo 9

Al día siguiente de charlar con Sandy respecto al tema del heredero, acudieron juntos a una cita que Ryan había hecho en la clínica Saint Jhons, a las afueras de Manhattan, en aquel lugar recibirían las indicaciones respecto a lo que necesitaban hacer para cumplir su plan respecto al trato que tenían.

Aguardaban impacientes, sentados frente a una mesa de cedro, junto a un gran ventanal de cristal con acabado satinado, Sandy se mostraba un poco nerviosa incluso comenzaba a tronarse los dedos de las manos una y otra vez.

— ¿Podrías sosegarte un minuto? – la cuestionó Ryan, clavando sus zafiros en ella, Sandy puso los ojos en blanco y con fingida sonrisa trato de calmarse.

— Esto es tan extraño Ryan, ¿no estaremos cometiendo un delito?, que tal si nos llevan a la cárcel por hacer algo así – exclamo turbada con lo que estaba viviendo, ya que la noche anterior se la había pasado dando vueltas a la cama, intentando tranquilizarse.

— Eso no sucederá, no nos meterán a la cárcel, ¡estamos casados! ¿Lo olvidas?, ahora, que si lo que prefieres es que hagamos el trabajo de tener el hijo por nuestra cuenta, por mí no hay inconveniente, ahora mismo podemos…

— ¡No! – Apuntó Sandy con firme determinación – yo no quiero tener intimidad contigo, está bien, esperaré el tiempo necesario.

Las muecas que hacía Sandy en el rostro, acentuaban más las pecas en su rostro, Ryan observaba con sumo placer esa delicada piel de porcelana combinada con aquellos curiosos hoyuelos que se formaban cerca de la comisura de sus labios. Esos días que había pasado de convivencia junto a Sandy le demostraban que le atraía mucho.

La noche anterior se reprendió así mismo al haber tomado la arrebatadora decisión de decirle que aceptaría su determinación de no tener intimidad, cuando eso era lo que él más deseaba desde que la había conocido, sin embargo la idea de recuperar su fortuna era aún más tentadora que sus propios deseos carnales.

— Buenos días señores Graham – interrumpió los pensamientos de Ryan una guapa castaña que entraba a escena. Gina Green era su nombre, esa mujer alguna vez fue amante de Ryan y era una completa casualidad encontrarle en ese lugar donde pretendía concebir un hijo.

— ¿Gina? – Exclamó Ryan con sorpresa a la alta, delgada y sinuosa chica - ¿Cómo has estado?
Sandy no tomo de buen agrado esa familiaridad con la cual Ryan hablaba con Gina, parecía conocerla muy bien y eso le hacía sentir unas leves punzadas en el estómago, celos. ¿Cómo es posible que tenga esta sensación en mí?, esa pregunta se la hacía Sandy a cada momento, se negaba a creer que Ryan era tan irresistiblemente seductor, incluso para ella.

Cada vez que lo veía pasar junto a ella o cuando se acercaba en su escritorio para darle indicaciones respecto a algún trabajo en la empresa, mismo que debía acatar como su asistente que era, sentía el olor a colonia masculina cara que él llevaba puesta, su incipiente barba oscureciendo una parte de su rostro, resultaba tan tentadora.

Apenas había pasado un día desde el trato que hicieron de no tener ningún vínculo juntos y ella sentía ya extrañarlo, en sonrojarse cada vez que él la miraba, sin duda cada vez se estaba haciendo y convirtiendo en algo más complicado, el hecho de convivir a su lado.

— Bien Ryan gracias, pero veo que ya te casaste, creí que nunca lo harías – sonrió la chica mirando en ocasiones a Sandy, quien permanecía en silencio con la cabeza orgullosamente en alto y la espalda erguida que no tocaba el respaldo de la silla.

— Sí, bueno, casado así específicamente, no, solo – al decir eso, Sandy le lanzó una mirada fulminante y él noto que estaba siendo imprudente con su comentario.