Decir que estaba bastante asustada era poco.
Después de que Logan me haya dicho aquello, me quedé helada. Casi tanto que dudaba que seguía respirando. Sus brazos se apretaron en mi cintura y su cara estaba muy cerca de la mía. La habitación estaba oscura, y era por ello que casi no podía verlo, pero sentía su aliento muy cerca de mi mejilla y me aterraba.
Traté de controlarme. Mi corazón latía a mil por hora y si seguía así era muy probable de que me de un ataque.
-Logan, iré a dormir con tu hermana. -mi voz salió más calmada de lo que imaginé, y me felicité mentalmente por eso.
-No. Tú te quedas aquí. -me apretó aún más. Estaba haciéndome daño.
-Sueltame, no puedo respirar. -gruñi. Al ver que no lo hacía me empecé a enojar, y la Camille asustada y sumisa desapareció por completo. -¡Que me sueltes he dicho! -y me moví como un gusano, haciendo que nos caíamos al suelo.
-Mierda, Camille. -se quejó.
-¡De que te quejas tú, ogro! ¡Yo amortigüe tu caída! -exclamé en susurro intentando moverlo de encima mio, estaba aplastandome.
-Tú fuiste la que hizo que nos caíamos, deja de quejarte. -me ofreció su mano luego de levantarse. La tomé, pero solo porque me dolía el trasero y dudaba que podría levantarme sola.
Me levanté y terminamos muy pegados de nuevo. Esto empezaba a ser muy raro.
-Yo... mejor duermo en el suelo. Quedate tú la cama, así estas más cómoda. -cogió una almohada y una manta del armario y se tumbó en el suelo cerca de la cama. Yo lo observaba sin decir una sola palabra, no podía, esto es demasiado.
-Esta bien. -fue lo único que salió de mis labios al verlo mirarme fijamente desde el suelo (que ahora es su cama) esperando mi respuesta.
Me acosté lentamente y me puse en la posición más cómoda para mi. Boca para abajo.
Después de unos minutos de silencio, me empezó a dar mucho sueño. En uno de mis movimientos, una de mis manos salió de la cama y quedo colgando. Sentí la necesidad de sentir a Logan. Y como si me hubiese leído los pensamientos, entrelazo nuestros dedos. La apreté ligeramente dándole a entender que no me la soltara, él siguió sosteniendo mi mano hasta que caí en un profundo sueño.Desperté por unos ruidos muy fuertes. Si no fuera por el gran brazo que tengo encima, me hubiese levantado exaltada.
Logan se había colado en la cama por la noche.
No podía moverme. Estaba en todos mis sentidos justo en este momento pero no quería soltarme. Aunque también sentía la necesidad de saber que mierda es lo que esta pasando allí afuera que hace tanto ruido. Y como dicen, la curiosidad mató al gato.
-Logan, despiertate. -traté de moverme pero me apretó mas fuerte. -Mierda Logan, estás asfixiándome. -chillé después de un momento. Se exaltó.
-¡Eh! ¿Que ha pasado? ¿Estás bien? -me preguntó rápido. Respiré profundo y nunca había sentido tanta satisfacción al hacerlo. Él es muy grande para mi, soy un saco de huesos frente a su cuerpo.
-Si, ya estoy bien. -lo fulmine con la mirada.
Se escuchó otro ruido muy fuerte seguido de unos gritos.
-¡Despacio, salvajes! ¡En esa caja estan mis zapatos favoritos! -era fácil de reconocer: Kendall.
La puerta se abrió y unos hombres con muchas (demasiadas, diría yo) cajas pasaban a la habitación, las dejaban y seguían apareciendo más hombres con aún más cajas.
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Don't love before hate.
HumorDesafíos. Se la pasaban peleando, insultandose y desafíandose. No podían estar juntos. Eran como el agua y el aceite. Polos completamente opuestos. Él, el típico chico popular y mujeriego. Ella, la rarita. Pero no la típica chica rara, sumisa y c...