Capítulo 13

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*Jamie en la imagen multimedia

Golpeé la puerta de la casa de los Stewart por segunda vez en el día. Dylan me abrió con una sonrisa y me dejó pasar. Esta vez era distinta a la fiesta anterior. Era de tarde y éramos solo unas veinte personas tomando refrescos en vez de alcohol. Estaban todos sentados en un círculo en el pasto, otros jugaban al basquetbol y otros en la pileta.

Encontré a Jake entre la gente y me ignoró, Tyler me saludó con la mano y me sonrió y Connor vino a saludarme con un abrazo.

Me uní al círculo de gente junto con las amigas de Dylan y me hablaron sobre su escuela y yo les conté sobre mi vida en la cuidad.

Luego de un rato el resto de las personas que estaban paradas se unieron a la ronda y comenzaron a charlar junto con nosotras.

Llegó un punto en el que los chicos comenzaron a hablar de sus novias y con las que habían estado y cuando nombraron a Connor, él se quedó tieso.

-    Y tú Connor ¿qué sucede con las chicas? – preguntó un amigo de él de básquet. – No has vuelto a salir con nadie después de Jessica.

-    Hace tiempo que no sales con alguien – siguió otro más.

-    Yo yo... - tartamudeó Connor. – Si estoy saliendo con alguien.

-    ¿Pues quién es? – presionó el primero.

Connor se quedó callado un segundo y luego dijo:

-    Con Megan.

Mi boca cayó abierta al igual que la de Dylan. Todos los ojos se giraron hacia mí y me puse roja sin saber dónde meterme. Jake me miraba entre confundido, enfadado y sorprendido.

Yo solo estaba tratando de decir media palabra pero no me salía la voz. Estaba completamente sorprendida. Connor se me arrimó y me abrazó por la espalda, demostrando lo que había dicho. Yo le agarré la mano mientras miraba fijamente a Jake.

Algunos amigos aplaudieron e hicieron algunos comentarios y luego siguieron charlando normalmente.

-    Sígueme el juego, por favor – me susurró Connor en el oído.

Asentí.

Connor se levantó para irse con sus amigos y me quedé sentada al lado de Dylan con sus amigas interrogándome sobre nuestra reciente relación. No sabía muy bien que contestar por lo que Dylan me ayudaba, aunque estaba igual de nerviosa que yo.

Después de un incómodo interrogatorio, me disculpé y me fui al baño. Necesitaba estar sola un segundo para aclararme la cabeza.

Entré y me lavé la cara con agua muy fría. Me la sequé y como eso no bastó, me la volví a mojar dos veces más. Escuché unos golpes en la puerta y luego se abrió. Connor apareció, preocupado.

-    ¿Te encuentras bien?

-    ¿Tú qué crees? – respondí con la cara aún chorreando agua.

Hizo una mueca y se acercó a mí.

-    Lo siento mucho, enserio. Es solo que... no sé. Me asusté. No estoy listo para confesarlo. Tú eres la única persona fuera de mi familia que lo sabe y solo tú sabes que no podrías gustarme de esa forma. Eres mi amiga. Solo necesito tu ayuda por un tiempo hasta que me anime a decirlo.

Medité sus palabras por un segundo. Me estaba suplicando con la mirada. Era buena persona y un buen amigo.

¿Qué tan difícil podía ser?

Me sequé la cara con la toalla. Suspiré y asentí.

A Connor se le iluminó la mirada y me abrazó.

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