Capítulo 6

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No podía mover el cuello de lo adolorido que lo tenía. Tenía mucho calor y la luz que entraba por la ventana me impedía ver nada.

Esperen, ¿dónde estoy?

Traté de hacer memoria de que había pasado. Me quede dormida en el baño con Connor ayer a la noche pero esto no podía ser el baño. Abrí los ojos y traté de ver algo sin que me cegara la luz.

Estaba en mi habitación, en mi pequeña cama cubierta por demasiadas sábanas para el calor que hacía.

¿Cómo llegué aquí?

No vine caminando, de eso estoy segura. No tomé nada ayer así que me tendría que acordar. Me sobresalté un momento pensando que tal vez Connor me trajo aquí en su auto con su tremenda borrachera.

Me senté en la cama tratando de aclarar mis ideas. Miré a mi alrededor y vi la ropa que traía puesta ayer sobre el suelo. Me miré y estaba solo en ropa interior. ¿Quién me desvistió?

Me levanté de la cama y traté de encontrar algo que ponerme pero aquí estaba solo la ropa de Jake, la mía estaba junto al sillón reclinable. Tendría que haber movido mi valija el día anterior cuando me dije que lo haría.

Agarré la ropa que tenía puesta ayer y me la volvía poner tratando de no respirar por la nariz porque tenía un terrible olor a vómito y alcohol.

Entré en la cocina y me encontré a Lucy preparando el desayuno. Se dio media vuelta al verme y vino a abrazarme pero luego retrocedió con cara de asco por el olor de la ropa que traía puesta.

- ¿Alguien te vomitó encima ayer? – dijo burlándose.

- No, este es el nuevo perfume que está de moda. Deberías probarlo – contesté siguiéndole la broma.

Me dijo que papá y Lucas se fueron a cabalgar y debíamos esperarlos para desayunar. Asentí y aproveché el tiempo para darme una larga ducha que me quitara el mal olor. Cuando terminé tomé una sudadera gris y unos pantalones de gimnasia de entre mi ropa porque hoy no pensaba hacer absolutamente nada.

El día anterior habían sucedido demasiadas cosas y quería pasarme todo el día viendo películas en el televisor, tomar sol y escuchar música sin que nadie me molestara.

Me reuní con mi familia en la mesa cuando ya estuvo la comida preparada. Mi padre habló exaltadamente durante todo el almuerzo con Lucas sobre su larga cabalgata por el campo. Lucy hacía uno que otro comentario tratando de unirse a su conversación pero se dio por vencida cuando comenzaron a hablar de un tema que ella no entendía.

Mi hermano hacía equitación hace unos dos años y estaba muy emocionado con eso y mi padre aprovechaba la oportunidad para compartir una pasión en común con su hijo.

- De acuerdo – interrumpí su conversación levantándome de la mesa. Todos los ojos se dirigieron a mí. – Creo que me iré a casa de Dylan.

Y antes de que mi padre pudiera contestar me fui a mi cuarto a cambiarme y luego fui caminado hasta la casa de mi nueva amiga.

Necesitaba preguntarle quién me trajo a casa a noche.

Cuando llegué toqué la puerta varias veces pero nadie me atendió así que supuse que seguían durmiendo. Me fijé la hora y ya eran las tres de la tarde. ¿Cómo podían dormir tanto?

Intenté llamar una vez más y cuando me estaba dando por vencida una señora me abrió la puerta. Tenía los ojos achinados por lo que deduje que acababa de despertarse. Me avergoncé pensando que tendría que haber venido más tarde y no despertarlos pero cuando estaba por irme la señora me detuvo y me sonrió ampliamente.

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