-¿Sabes qué ocurrió? Me choqué con el por accidente, y le arrojé el café en los pantalones, y yo me caí al suelo. ¡Incluso tengo un morado en la parte trasera de mi muslo izquierdo! ¡Y él ni se inmutó en ayudarme a levantarme!
-Wow. -Dijo Clara totalmente perpleja. -Es un chico bastante...
-¿Maleducado? -Interrumpí sus palabras. -Sí.
-Quería decir sexy. -Rió. -Pero con lo de maleducado también estoy de acuerdo.
Rodé los ojos a un lado.
-No lo niegues, Ali.
-No es mi tipo. -Bufé de brazos cruzados.
Por unos instantes, volteé un poco mi cabeza en dirección al campo de rugby, buscando al supuesto chico que se llamaba Hugo. Divisé como este se mantenía caminando hasta fuera del campo al igual que sus compañeros, no obstante, había algo diferente en él. Su ceño estaba fruncido, y este no hablaba con nadie a excepción del chico que le gustaba a Clara, Sam, quien no paraba de hablarle. En cuanto los opacos ojos de aquel chico se clavaron en la míos, aparté la mirada de inmediato.
-Es intimidante. -Murmuró Clara. -¿Cierto?
-No lo niego. -Me encogí de hombros.
-Dicen que es un chico desigual al resto. No es muy social, pero cuando quiere, tiene a todos bajo sus pies.
-¿No es social? -Negó con la cabeza. -Tal vez eso explique su insolente actitud hacia el resto del equipo. Todos ellos están riendo en grupo, y él no. Incluso parece no tomar importancia a lo que su amigo le dice.
-Por un momento pensaron que era gay. -Rió. -Pero cuando lo pillaron en una fiesta con dos chicas a la vez, se dieron cuenta de que no estaban en lo cierto.
-¿Con dos chicas? -Abrí los ojos como platos. -Por Dios, no estoy ni con uno, y él con dos.
-Créeme que aquí hay mucha chica... ¿Cómo decirlo? ¿Fácil? ¿Adicta al sexo? ¿Necesitada?
No pude evitarlo, y estallé a carcajadas al igual que Clara. Era increíble la facilidad con la que ella hablaba, no dejaba pasar una.
-¡Viene, Sam! -Vociferó, provocando que pegara un pequeño brinco del susto. -Disimula.
Visualicé como Clara se cruzaba de brazos y clavaba la vista en el cielo, observándolo como si nada, silbando a su vez. Reprimí las ganas de reír, sin embargo, al notar unos pasos cerca nuestra, evité las ganas de reír en el momento.
Aquel chico que le gustaba a Clara, traspasó el área en el que nos ubicábamos, no sin antes observar un tanto confuso a Clara. Posiblemente si estuviera preguntando que hacía mirando al cielo y silbando. Visualicé como el chico negaba con la cabeza riendo por lo bajo y doblaba la esquina de las gradas, desapareciendo así de nuestra vista.
-Te ha mirado. -Le susurré tras largos segundos de silencio. -Y se ha reído.
-¿De verdad? -Interrogó ilusionada. -Llevo enamorada de él por un año en secreto.
-¿Un año? ¿Y nunca te has decidido en hablar con él?
Negó con la cabeza.
-Mírame, Ali. -Murmuró. -No hay nada en mí que resulte tan atractivo como las chicas de nuestra facultad, o las animadoras del equipo.
Contemplé como su cabello castaño oscuro ocultaba su rostro. ¿Por qué opinaba tan mal de ella? ¿Acaso no se daba cuenta de cómo era?
-No te tortures de esa manera. -Alcé su barbilla. -Seguro que hay millones de chicos a quienes les intereses.

ESTÁS LEYENDO
FRECKLES.
Teen FictionÉl era tan... Peculiar. Explosivo. Orgulloso. Incondicional. Reservado. Y lo más importante, altivo. Así es como era Hugo.