Capitulo 4

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Hay muchas personas por conocer en el instituto, desde los engreídos y populares hasta los normales... sin duda yo pertenezco a los normales. No consideraría a ¿Harry? ¿es así que se llama? bueno como sea, yo no lo considero un engreído ni nada por el estilo, mas bien seria el "chico rudo" del instituto.

- ¿Y... quien es Harry? -pregunté.

- Es un chico de segundo semestre, tiene 20 ¿tu 19 cierto?. En fin. No lo conozco muy bien, pero lo que se es que es muy antipático, es muy atractivo y no lo niego, pero si es bastante... como podría diserte... bastante amargado y antisocial. Dudo que a alguien de aquí le agrade Harry, sinceramente.

- Oh, bueno... a lo mejor y no lo conocen bien del todo y solo... solo venga de malas. 

- Venir de malas todos los días no es normal linda- contesta como si fuera obvio.  

Después de la ultima clase suena el timbre para ya al fin salir del instituto e irnos a nuestras casas. No fue un día tan pesado pero puedo sentir mi cuerpo necesitado de una larga siesta.

-Bueno clase nos vemos mañana, que tengan un excelente día- Dice Anastacio, el profesor de matemáticas quien fue el ultimo en darnos clase.

- Hasta mañana Selenna- me despido. 

-Cuídate Jess- se acercó para darme un beso en la mejilla.

(...)

salí del instituto y aborde un taxi el cual me llevo hasta mi departamento.

Saque las llaves para poder abrir la puerta y entre, sinceramente extrañaría que mi mamá me recibiera pero en especial muci, mi gato meloso, el cual se quedo en Londres.

Me dirigí a la habitación y me recosté en la cama soltando un gran suspiro. Comencé a cavilar mirando el blanco techo. ¿Realmente podre estar aquí en esta ciudad... sola? Es un hecho que tengo que acostumbrarme.

Mi estomago comenzó a gruñir de hambre, me levante y  tome el directorio que se encontraba sobre el buró y comencé a hojearlo buscando el numero de una pizzeria. Cuando al fin lo encontré marque y ordene la pizza, ahora no tenia ganas de prepararme algo por mi cuanta.

Mientras llegaba la pizza decidí ir a la cocina a preparar una limonada. Tome una jarra con agua helada, comencé a partir varios limones y los exprimí haciendo que el jugo cayera dentro del agua. Finalmente agregue un poco de azúcar y mezcle con una cuchara grande, probé un poco...-deliciosa- sonreí y limpie mis labios. Escuche que sonó el timbre ,seguro era el repartidor.

Abrí la puerta y quede perpleja al ver quien era.

- ¿Tu?- dije con asombro. - No me esperaba ver a Harry como repartidor, no digo que sea malo pero ¿por que justamente me había tocado el, habiendo muchos mas?.

- ¿Vas a querer tu pizza o no?- dijo de una manera fría lo cual me molesto mucho.

- Si- le arrebate la caja que contenía la pizza -gracias- le entregue el dinero y cerré de un portazo.

volvió a sonar el timbre y regrese a abrir la puerta gruñendo.

-Tu cambio chillona- estiro  su mano para entregarme el dinero.

- Gracias amargado- Fingí una sonrisa. Agarre el cambio y  cerré la puerta en su cara...si, lo se, fue muy grosero de mi parte pero su actitud no me había gustado.

Fui a la cocina a servirme un poco de limonada y tome una rebanada de pizza para colocarla en un plato. 

Termine de comer, había quedado satisfecha y mientras reposaba tomé mi celular para marcarle a mi madre. Me había pedido que le marcara en cuanto saliera del instituto para contarle que tal me fue, así que eme aquí.

- Hola linda ¿como estas? ¿como te fue en tu primer día de clases?- preguntó mi madre entusiasmada.

- ¿Que tal mama? me fue bastante bien,  sin duda el instituto es impresionante, tengo que decir que me acostumbrare a estar aquí, o eso espero - reí- ¿como esta todo por allá?- pregunté.

- Me alegra eso princesa, me pone feliz que al fin estés cumpliendo todos tus sueños y metas que te habías propuesto... Oh y todo esta bien por acá, aunque te hemos echado mucho de menos.

- Gracias ma - sonreí-  yo también los extraño bastante ¿y papá?

-El esta trabajando, últimamente a estado muy ocupado pero siempre que lo veo pregunta por ti, si me has llamado o algo por el estilo.

-Pobre de mi padre... Desde que tengo memoria el siempre a trabajado bastante duro para nosotras. A propósito mamá ¿haz alimentado a Muci?

-Claro hija, no te preocupes por el.

-Bueno mamá, te dejo... salúdame a papá. Besos.

- Hasta luego princesa... cuídate Dios te bendiga mucho- colgó.  








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