Capitulo 15

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Harry

Wow sin duda estas fiestesitas que creí que eran estúpidas están llenas de gente. Nunca pensé que las fiestas de Nathan tuvieran éxito.

Hay demasiados adolescentes bebiendo alcohol por todos lados, apuesto a que ni siquiera saben tomar; todos llevan latas de cerveza en sus manos mientras bailan, algunos están fumando y otros solo charlan con las demás personas. No tengo idea a donde ir, que hacer, a quien hablarle, simplemente me he olvidado por completo de lo que es una fiesta. Hace bastante tiempo que no voy a una, ni siquiera me pasaba por la cabeza asistir pero Math logró convencerme, el tiene sabiduría en eso de hacer cambiar de opinión a las personas y ahora la aplico conmigo.

Ya que la casa estaba totalmente repleta decidí ir a un lugar con menos personas, aquí simplemente no te podías mover, todos bailaban desatadamente provocando empujones o que ridículamente fueras victima de una caída. Caminé entre la multitud empujando a todos literalmente. Como siempre, tenia que haber un imbécil haciéndose el macho negándose a quitar su estúpido cuerpo de mi paso, juraría que no quiero problemas pero es inevitable que mi enojo y estrés tarden en llegar así que tuve que gritarle, no tenia opción, tal vez y así lograba que me hiciera caso. Definitivamente esto es uno de mis defectos.

- Mierda, muévete- grité. El chico paró de bailar y sus ojos se abrieron totalmente, se recorrió a un lado permitiéndome el paso, podía ver su miedo, miedo a que tal vez lo golpeara. Varios de los que se encontraban ahí cerca lograron escucharme y pararon de bailar al igual que el, me miraban fijamente confundidos.

- ¿Que miran? - bufé, a lo que todos voltearon su mirada y comenzaron a bailar nuevamente como si nada hubiera ocurrido.

Mientras me alejaba de la fiesta las luminosidades de los focos iban perdiendo su brillo, hasta solo verse una tenue luz, me di cuenta que me encontraba en la parte trasera del gran jardín de la mansión, por suerte aquí no había ni un alma, la mayoría de las personas se encontraban en el otro sector de la casa. Miré una banca para jardín y me dirigí hasta ella para poder sentarme. Di un gran suspiro al estar ya sentado en la banca. Fue un error venir aquí, esto solo me traía mas recuerdos, me hacia sentir inservible y culpable al mismo tiempo yo no merecía disfrutar de una vida. De pronto un grito se escucho interrumpiendo mis pensamientos, mire a todas partes para ver si alguien se encontraba ahí pero no logre localizar a nadie, tal vez y era mi imaginación. Pocos segundos después una voz femenina resonó, a lo que pude entender gritaba "auxilio", no creo que esto sea producto de fantasmas, había sonado tan real y desesperada. Nuevamente volteé a mis costados para observar el lugar. Nada, no había nada. Me levanté de la banca en la que estaba sentado y camine unos cuantos metros divisando a mi alrededor, a lo lejos pude ver a dos personas en la pared donde termina el jardín, los gritos se escucharon nuevamente y me di cuenta de que provenían de aquel lugar. Corrí hasta allá lo mas rápido posible, asegurándome de no tropezarme con nada. Cuando mis ojos captaron la escena que tenia al frente quede perplejo al mirar quienes eran. Jessica siendo abusada por Nathan. Al verla así sentí una gran pulsada en mi pecho que me hizo reaccionar.

- Suéltala estúpido- Grite detrás de ellos. Pude ver como Nathan soltó rápidamente a Jessica dejándola caer al piso, su cuerpo se veía débil y sus ojos estaban totalmente cerrados. El cobarde que había abusado de la chica me miro asustado y en pocos segundos huyo corriendo.

- Vas a pagar por esto, maldita escoria- grité mientras el escapaba corriendo detrás de mi, pero se que logró escucharme. No correría a atraparlo, no podía dejar a Jessica sola, sin duda ese cobarde ya me las pagaría.

Miré una vez mas a Jessica quien se encontraba tirada en el piso, me coloque en cuclillas y la tomé por los hombros, comencé a moverla para asegurarme de que ella estuviera consiente, me di cuenta que estaba totalmente ebria, su olor a alcohol era bastante notorio. Entreabrió sus ojos difícilmente y me miro desorientada. Estoy seguro que el imbécil de Nathan la emborrachó para aprovecharse de ella.

Intercambio >> H.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora