Prólogo

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Yo solía ser un muchacho normal, tenia una familia bonita, una linda casa, amigos con los que jugaba futbol después de las clases... No me podía quejar de mi vida, ademas tenía una mejor parte: tenia una excepcional mejor amiga. La mejor chica del planeta, nos conocimos de niños, eramos vecinos. Era la muchacha más dulce, hermosa, astuta y horriblemente terca del mundo, o al menos de mi mundo.

Después de mis padres, ella era el centro de mi universo. Recuerdo que fingimos ser algo mas que amigos, y fue divertido. Pasamos por muchas cosas juntos.

Yo la adoraba, pasábamos todos los dias juntos, al parque, al cine, y haciamos algo que llamamos noche de PXC, ella lo inventó y significa Noche de Postre por Color. Escogiamos una película y lo que comiamos tenía un color en especifico.

Mi parte favorita del día eran las mañanas, se que muchos me llamaran demente por decir eso. Pero había ovaciones en las que me quedaba completamente dormido, la mayoría de las veces era porque ella estaba en mis sueños sacandome de mis casillas, discutiendome que deberia seguir durmiendo. Se me pasaban las horas en los brazos de Morfeo, y cuando eso pasaba era seguro que ella me despertaría a gritos o cacerolazos, con lo que se encontrara primero.

Después de eso... Todo cambio. Fui en listado con los Marines y tuve que irme, dejar todo atras. Mi Padre, Mi Madre, amigos, y a ella. Ahora que estoy mejor no dejo de pensar en ella. Su sonrisa tan hermosa y deslumbrante, sus ojos de color tan intenso como el azul del océano, su cabello como el oro, tan suave que fluia con el viento, su piel cálida, con esa fragancia a fresa que aún recuerdo.

Desde que me fui de EE.UU. no se nada de ella. No se si siguió con su vida, no se si es la misma, si tiene algo de la niña de la cual me fui enamorando cada día desde que eramos pequeños. Si cambió haré que vuelva; y si es de alguien mas haré hasta lo imposible por que vuelva a ser mía. Aurora es el único motivo por el cual quiero volver. Los dias y las noches aquí en Afganistán son duros, pero pensar en ella y en el abrazo tan fuerte que me dará cuando vuelva lo vale. No veo la hora de regresar a casa, aunque mi temor más grande puede haberse vuelto realidad. Tengo miedo de haberla perdido. Pero mi corazon no me deja rendirme, no me deja olvidarla.

Me falta muy poco, pronto la encontraré, y no será mi mejor amiga nunca más, pasara a ser mas que eso. La haré mi esposa, la amare por toda la vida, porque esa es la cantidad de tiempo que la he amado, todo lo que llevo de vida y me asegurare de que eso no cambie.

Un Amor En GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora