Félix
Ya es miércoles, pasaron dos días desde que besé a Emilio, eh pensado mucho en eso en este último tiempo, de hecho ha sido prácticamente lo único en lo que he pensado. Horas y horas dándole vueltas al asunto... me enamoré, pero ¿cómo? ¿de un chico? todo esto me resultaba hermoso y extraño a la vez, no me sentía avergonzado ni nada de esas cosas, sólo era raro, tal vez sólo era un prejuicio el que rondaba en el fondo de mi cabeza, detrás de todo esto pero bueno en fin.
- Oye! Hey Félix te estoy hablando!. -dijo Julia despojandome de todos estos pensamientos-.
- Sí, ¿Qué dijiste? Disculpa.
- Qué tienes que revisar este book y editar las fotos que están marcadas, todo esto es para el viernes.
- Okay, okay lo haré no te preocupes.
- Y a todo esto ¿Estás bien?.
- ¿Yo? Si si ¿Porqué?.
- ¿Seguro? Sólo qué estos últimos días te he notado muy distraído.
- Mmm... tal vez debe ser porqué se acerca el cumpleaños de mi mamá y estamos organizando una sorpresa con mi familia. -dije rápidamente para safar de explicar todo el embrollo que tenía en mi cabeza, sin embargo era cierto-.
- Ah okay, esta bien. -terminó Julia un tanto desconfiada de mi respuesta y se fué a su oficina-.
El día transcurrió normal, logré despejarme para poder continuar haciendo mi trabajo, había perdido mucho tiempo ya y debido a eso no pude avanzar mucho con la edición de las fotos. Ya era la hora de salida así que empecé a guardar mis cosas (cámara, computadora, carpetas, etc.) para irme, finalmente me despedí de mis compañeros y salí rumbo a casa, por el camino compré empanadas, mi comida favorita, la verdad es que tenía muy pocas ganas de cocinar y por eso las compré, continué caminando hasta que llegué al departamento, tomé una ducha, me cambié de ropa y me dispuse a almorzar. Luego de eso cómo hago habitualmente, me fuí a recostar para tomar una siesta, la cuál por cierto nunca pude hacer, tenía algo en la cabeza, mejor dicho: alguien..., ¿puede ser posible acaso esto? me preguntaba una y otra vez, el hecho de pensar tanto en alguien, en todas las cosas que sentís por ese alguien, no lo lograba entender y por ende tampoco lograba dormir, y así pasaron las horas hasta que llegaron las 6:00 pm y me levanté para tomar té, luego de eso recordé que tenía que ir a cargarle combustible a mi motocicleta así que me lavé los dientes, me cambié y salí a la calle.
Llegué a la estación de servicio que por cierto queda cerca de mi casa; me encontraba cargando combustible cuando de repente vino a mi mente una idea, no tan original que digamos pero bueno, ¿porqué no invito a Emilio a salir a tomar algo ahora? pensé y cuando terminé de cargar el combustible, salí directo hacia su casa. Cuando estaba a una cuadra de la dirección, una voz en mi cabeza me dijo: ¿que estas haciendo? pero no le dí ni la menor importancia y continué, solo quería verlo, además ya estaba en la puerta del edificio no me iba a hechar atrás ahora, estacioné la moto y fuí hacia la puerta, para desgracia mía no se encontraba el portero así que tuve que mandarle un texto a Emilio para que bajara a abrirme. A los 5 minutos vino:
- Hola, ¿como estás?. -le dije sonriendo y no por cortesia sino porque tenia ganas de saberlo-.
- Bien, pasa, que sorpresa!. ¿Que haces por aquí?.
Cuando vi su rostro supe que no estaba bien, algo le pasaba, lo notaba raro.
- Pues, pasaba por aquí si me ocurrió venir a verte.
Él sonrió esforzándose un poco para hacerlo y entonces subimos a su departamento, me preguntó si queria tomar algo y simplemente le pedí un vaso de agua.
- Aquí tenes mira.
- Gracias.
Mientras tomaba el agua lo notaba un poco triste, y ya sabiendo la respuesta le dije:
- ¿Porqué no vamos a tomar algo?, por eso vine, para invitarte.
- Oh muchas gracias, pero no me siento de ánimos para salir.
- ¿Qué te sucede?, va si queres contarme, sino esta bien.
- No, esta bien. Pasa que ahora que te conocí y bueno, ya es evidente... que siento cosas por vos, aparece mi ex y me dice que lo intentemos de nuevo y revuelve sentimientos del pasado, me siento confundido.
Mientras lo escuchaba hablar solo quería darle un beso pero no me parecía el momento oportuno; además lo que decía me importaba mucho, ¿realmente soy asi de importante para él?, la pregunta estaba prácticamente respondida y eso hacía que me sienta muy feliz, noté que sus ojos empezaban a ponerse vidriosos, así que conteniendome de besarlo lo abracé y le dije:
- Tranquilo, sólo quiero que estés bien, ya se aclararan tus sentimientos eso es solo cuestión de tiempo.
Me miró directo con sus ojos llorosos y me besó, obviamente le correspondí inmediatamente. Luego de eso me volvió a abrazar y continúamos hablando por más de una hora hasta que de repente escucho un trueno y un minuto después empieza a llover. Emilio me recordó la moto, entonces bajamos a ponerla en el estacionamiento, pero lo que parecía una pequeña lluvia pasajera se convirtió en un diluvio así que cómo era de esperarse terminé empapado.
- No te preocupes, te presto ropa.-dijo Emilio sonriendo al verme llegar a la puerta-.
Era la primera vez desde que llegué que lo vi sonreír, y eso me hacía bien. Subimos nuevamente a su departamento y él fué directo hacía su habitación por ropa y una toalla, me las dió y fuí rápidamente al baño a cambiarme, luego de eso puse a secar mi ropa mojada. Escuché ruido en la cocina y me asomé.
- Bueno, ya que no podemos salir a comer, comemos aquí, ¿me ayudas?.
- Por supuesto!.
Empezamos a cocinar... fideos con salsa, que por cierto queradon muy ricos. Y para sorpresa mía seguía lloviendo a cántaros.
- Bueeeno, muchas gracias por la cena estuvo exquisita.
- De nada, además fué obra de los dos.
- Jaja si, bueno yo me v....
- ...oy quedando, jaja. No pensarás irte así, con esta lluvia. No te voy a dejar hacer eso.
No podía objetar mucho, Emilio tenía razón podía ser peligroso salir asi en moto.
- Veni, vamos a ver tele.
Fuimos, nos acostamos en su cama y nos pusimos a ver Sucker Punch, nosé en que momento pasó pero nos quedamos dormidos, cuando desperté eran las 6:47 am., y yo tenía que estar en el trabajo a las 7:00 me levanté rápido de la cama, tan fuerte que desperté a Emilio, le dije tengo que irme, fuí a ver mi ropa y aún estaba húmeda, él se levantó se puso una campera y bajamos al estacionamiento por la moto.
- Bueno gracias por todo Emilio, la pase genial con vos.
- Igual yo, gracias por venir. Ah espera.
En ese momento se sacó la campera y me la dió con una sonrisa en el rostro.
- En moto hace más frío.
Y antes de que yo dijera algo me dijo:
- No hay problema, después me la traes cuando vengas por tu ropa, jaja.
Le devolví la sonrisa y salí a mi casa y de ahi al trabajo, llegaría un poco tarde pero todo esto había válido la pena.
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Tú, mi ángel
Ficción GeneralEmilio conoce a Félix de una manera un tanto repentina y pronto descubrirá sus sentimientos hacia él, pero... Bueno, mejor sigamos bien de cerca su historia e iremos descubrindolos poco a poco.