Episodio 4 : Poema y sonrisa

189 4 0
                                    

Félix

Oh qué día agotador -pensé y suspiré a la vez-, me tiré de lleno al sofá, cerré los ojos y comencé a pensar en todo lo que había ocurrido hoy. Me perdí en mis pensamientos, tanto qué me quede dormido.

Desperté, muy temprano por cierto. Fuí a tomar una ducha, me cambié y me puse a preparar el desayuno, prendí la radio, lo terminé muy tranquilo y aún me quedaba tiempo antes de ir a la agencia de publicidad dónde trabajo así que fuí a lavar ropa, mejor dicho a poner ropa en la lavadora.

Subí el volúmen de la radio porqué estaban pasando una canción que me gusta mucho: ''Somewhere Only We Know de Keane'' . Fuí por la ropa sucia qué me habia sacado antes de ducharme, la junté con el resto de las prendas qué por suerte no eran muchas. Estaba a punto de ponerlas a lavar pero recordé lo que me recomendó mamá: antes de poner ropa en la lavadora siempre revisa los bolsillos, y así lo hice encontré monedas, caramelos, etc pero justo en el último pantalón, el que había usado ayer encontré algo extraño:

Una nota pequeña.

¿De dónde salió?, esa pregunta revoloteaba dentro de mi cabeza mientras miraba detenidamente la nota. Volví en sí cuándo terminó la canción, coloqué la nota en la mesa sin abrirla y pusé a lavar la ropa.

Al terminar de lavarse la ropa la tendí a secar y fuí directo a leer la nota qué decía:

   Tu tienes, para mí, todo lo bello
que cielo, tierra y corazón abarcan;
la atracción estelar ¡de esas estrellas
que atraen como tus lágrimas!;

¿Qué significaba? Pero aún más: ¿Cómo llego aquí?, me cuestionaba una y otra vez. Todo era muy extraño.

Cuando me dí cuenta ya era hora de ir a trabajar, así que dejé la nota en la mesa otra vez, tome las llaves y salí enseguida. Ya una vez en la agencia fuí a hablar con Javier, mi jefe para ver con qué trabajaríamos hoy.

   - Hola buen día Javier.

   - Hola Félix ¿Cómo estás?.

   - Bien gracias! ¿Qué tenemos hoy?.

   - Hoy continuamos con la campaña de la semana pasada. Así que voy a necesitar que revisemos las fotos anteriores.

   - Okay! Las tiene Julia en la computadora, por cierto ¿Dónde está ella que no la he visto por aquí?.

   - Me avisó ayer que no venía por problemas de salud y le dí el día libre. Así que trabajaremos con las fotos de tu cámara.

Entonces recordé que no saque la memoria de la cámara antes de entregársela a Emilio.

   - Huy. Entonces iré por la memoria ya qué mi cámara se descompuso y la mande a arreglar.

   - Okay, pero no te tardes ya que hay mucho trabajo que hacer.

   - Esta bien! Voy volando.

Salí de la agencia y tomé un taxi rumbo al departamento de Emilio, llegué y le pregunté al portero si podía subir o si lo llamaría.

   - Lo siento joven pero Emilio salió en la mañana temprano.

   - Uh y usted ¿No sabe a que hora llega o no tiene su celular?.

   - No sabría decirle, si por aquí tengo su núm.. ya no hace falta esta aquí.

Volteé y estaba llegando venía con una sonrisa radiante, de oreja a oreja, me acerqué a él y le dije:

   - Hola ¿Cómo estas?.

   - Hola Félix, de maravilla ¿Y tú? -me dijo algo sorprendido-.

   - Ya veo. -le sonreí-. Disculpame pero necesito la memoria de mi cámara urgente, espero que todavia no la hayas mandado a reparar.

   - Ups. Acabo de dejarla, pero no te preocupes que el lugar donde la dejé esta muy cerca, acompañame.

Asentí y salimos a la calle, Emilio me dijo que era como a unas 5 cuadras así que fuimos caminando. En el camino le pregunté porque estaba tan feliz y me dijo que había conseguido trabajo, me puse muy contento por él y dijo:

   - No hubiese obtenido el trabajo sino fuera por tí, es más ya estaría muerto. -con una sonrisa-.

Le devolví la sonrisa, cuando escuche el sonido de una campanilla, era una bicicleta. Tomé del brazo a Emilio y lo tiré hacía atrás.

   - Otra vez me salvas.

   - Tú andas sin cuidado!.

Él solo sonreía y en ese momento me sentí bien, nunca me habia alegrado tanto de ver una sonrisa, me quede ahí pensativo hasta que Emilio me dijo:

   - Apurate! ¿Que no la necesitabas urgente? Jaja.

   - Esta bien vamos.

Seguimos caminando y llegamos, esperé a Emilio afuera del local y salió con mi preciada memoria.

   - Ten, aquí esta!.

   - Gracias!.

   - Sabes, esta noche salimos a cenar con unos amigos, ¿Quieres venir? Más aún que ahora te debo otra.

   - Claro sí, esta bien. ¿A qué hora?.

   - A las 9 . ¿Te parece?.

   - Perfecto, vendré por ti a esa hora.

   - Esta bien!.

   - Bien, debo irme me están esperando en el trabajo. Ah y por cierto no tengo tu número.

   - Ah ok ahora te marco y se queda, listo ahora lo tienes.

   - Okay nos vemos más tarde, cuidate. Llega vivo hasta las 9! Jaja.

   - Seguro. Hasta las 9.!

Agarré un taxi y me volví al trabajo. Tenía en mi mente su sonrisa, me hacía bien imaginarla, una y otra vez.

Tú, mi ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora