Capítulo XVI

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-¡SORPRESAAAAAAAAA!- gritaron cuando abrí la puerta.

No supe que decir al ver a todos mis amigos reunidos, así que solo ahogue un pequeño grito, y mis ganas de llorar eran incontrolables.

Decidí entrar, admire la decoración con globos de colores pastel alrededor de la habitación, listones de colores colgando, y al fondo, una gran mesa con un pastel de 3 pisos con detalles en chocolate.

Después de recibir miles de abrazos y regalos por parte de todos mis amigos, decidí sentarme en un sillón junto a mi amiga.

-De verdad muchas gracias Mila, esto es demasiado lindo.- le dije dándole un abrazo.

-No hay de que Emm.- dijo cuando el abrazo se finalizó.-Ya que tu no querías una fiesta ,digamos que hize una pequeña "reunión privada" para ti.- dijo riendo y yo también.

-Pues una Emma's fiesta .- dije acordandome de un capitulo de una de mis series favoritas.

-Si.- dijo riendo.- Oh, por cierto. Arriba está tu regalo.- me dijo con una sonrisa y yo la miré sorprendida.- La fiesta no iba a ser tu único regalo lindura. Sube y anda miralo.- asentí al tiempo que le daba un abrazo rápido y subía por las escaleras.- ESTÁ EN MI HABITACIÓN.- escuché que gritó antes de desaparecer por el pasillo que daba a su cuarto.

Entré y vi en su cama unas cajas, abrí la más grande y mis ojos se llenaron de lágrimas al instante.

-Oh por Dios.- susurré al tiempo que cogía la prenda entre mis manos. Era el vestido de la tienda.

-Una princesa no podía quedarse sin su vestido.- la voz proveniente de mi amiga me hizo dar un brinco.
Alcé la vista y la encontré apoyada en el umbral de la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.- ¿Qué esperas para darle un beso a la mejor amiga más genial de mundo?- preguntó con los brazos abiertos. Y no esperé más y me abalancé sobre ella.

-Gracias.- susurré en su oído.- De verdad que eres la mejor Mila.

-Ay, no es para tanto Emn. Tu hubieras hecho lo mismo.- me dijo

-Sip. Eso sin duda.

-Vez. Ahora , bajemos y disfrutemos un rato.- me dijo sonriendo.

-Está bien. ¿Está bien si esto lo dejo aquí y mañana lo recojo?

-Si, no te preocupes.

Mila y yo bajamos por las escaleras dirigiéndonos de nuevo al salón donde estaban nuestros amigos.

Algunos sentados conversando con vasos con gaseosa o trago , supongo, en la mano conversando entre ellos.
Decidimos sentarnos en un sofá y observar solo un poco.

***

-De verdad muchas gracias amiga.- le dije abrazándola.

-No hay de que. Eres demasiado especial para mi y pues quize que pases un rato con los chicos y obvio conmigo.- dijo.

-Otra vez gracias. Bueno ya me voy. -dije dándole un abrazo.- Te quiero, hablamos después Mila.

Y me subí al taxi que había pedido. Mi casa no estaba muy lejos pero podría ser peligroso y no quiero morir tan joven.
El camino lo pasé respondiendo mensajes de felicitaciones por parte de mis amigos, familiares, y conocidos. Pero ninguna de Ethan. Al parecer tan solo fui su juego y nunca le importé.
El taxi paró y me di cuenta que habíamos llegado. Le pagué al taxista y bajé.
Entré y encontré a mi mamá en el sillón viendo noticias.

-Hola.- dije cerrando la puerta.

-¡Pequeña Emma!- dijo mamá y se levantó a abrazarme. ¿Como te fue?

Sin importar el tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora