-¡SORPRESAAAAAAAAA!- gritaron cuando abrí la puerta.
No supe que decir al ver a todos mis amigos reunidos, así que solo ahogue un pequeño grito, y mis ganas de llorar eran incontrolables.
Decidí entrar, admire la decoración con globos de colores pastel alrededor de la habitación, listones de colores colgando, y al fondo, una gran mesa con un pastel de 3 pisos con detalles en chocolate.
Después de recibir miles de abrazos y regalos por parte de todos mis amigos, decidí sentarme en un sillón junto a mi amiga.
-De verdad muchas gracias Mila, esto es demasiado lindo.- le dije dándole un abrazo.
-No hay de que Emm.- dijo cuando el abrazo se finalizó.-Ya que tu no querías una fiesta ,digamos que hize una pequeña "reunión privada" para ti.- dijo riendo y yo también.
-Pues una Emma's fiesta .- dije acordandome de un capitulo de una de mis series favoritas.
-Si.- dijo riendo.- Oh, por cierto. Arriba está tu regalo.- me dijo con una sonrisa y yo la miré sorprendida.- La fiesta no iba a ser tu único regalo lindura. Sube y anda miralo.- asentí al tiempo que le daba un abrazo rápido y subía por las escaleras.- ESTÁ EN MI HABITACIÓN.- escuché que gritó antes de desaparecer por el pasillo que daba a su cuarto.
Entré y vi en su cama unas cajas, abrí la más grande y mis ojos se llenaron de lágrimas al instante.
-Oh por Dios.- susurré al tiempo que cogía la prenda entre mis manos. Era el vestido de la tienda.
-Una princesa no podía quedarse sin su vestido.- la voz proveniente de mi amiga me hizo dar un brinco.
Alcé la vista y la encontré apoyada en el umbral de la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.- ¿Qué esperas para darle un beso a la mejor amiga más genial de mundo?- preguntó con los brazos abiertos. Y no esperé más y me abalancé sobre ella.-Gracias.- susurré en su oído.- De verdad que eres la mejor Mila.
-Ay, no es para tanto Emn. Tu hubieras hecho lo mismo.- me dijo
-Sip. Eso sin duda.
-Vez. Ahora , bajemos y disfrutemos un rato.- me dijo sonriendo.
-Está bien. ¿Está bien si esto lo dejo aquí y mañana lo recojo?
-Si, no te preocupes.
Mila y yo bajamos por las escaleras dirigiéndonos de nuevo al salón donde estaban nuestros amigos.
Algunos sentados conversando con vasos con gaseosa o trago , supongo, en la mano conversando entre ellos.
Decidimos sentarnos en un sofá y observar solo un poco.***
-De verdad muchas gracias amiga.- le dije abrazándola.
-No hay de que. Eres demasiado especial para mi y pues quize que pases un rato con los chicos y obvio conmigo.- dijo.
-Otra vez gracias. Bueno ya me voy. -dije dándole un abrazo.- Te quiero, hablamos después Mila.
Y me subí al taxi que había pedido. Mi casa no estaba muy lejos pero podría ser peligroso y no quiero morir tan joven.
El camino lo pasé respondiendo mensajes de felicitaciones por parte de mis amigos, familiares, y conocidos. Pero ninguna de Ethan. Al parecer tan solo fui su juego y nunca le importé.
El taxi paró y me di cuenta que habíamos llegado. Le pagué al taxista y bajé.
Entré y encontré a mi mamá en el sillón viendo noticias.-Hola.- dije cerrando la puerta.
-¡Pequeña Emma!- dijo mamá y se levantó a abrazarme. ¿Como te fue?
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Sin importar el tiempo
Dla nastolatkówEmma Jhonson, una chica normal, no es la tipica chica popular capitana del equipo de las porristas pero tampoco es el empollón de la clase. Los chicos nunca se fijan en ella , pero uno será la excepción. Ethan Van Helmont, parte del equipo de fútbol...