24. Esto no esta bien.

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Mi día comienza, dejando a las niñas en el Colegio. Después me voy a la cafetería.

No trabajo mucho, solo me encargo de la caja. Tengo a tres empleadas que se encargan de atender al cliente.

Hoy es un da que no me gusta. Si, hoy toca hacer cuentas. Porque hoy es quincena. Hoy cobran las chicas.

- hola.

Levanté la vista y hai estaba ¿Edén? Que ase aqui.

- hola - trate de sonar lo mas tranquila - ¿ya te atienden?

- ya, quiero hablar contigo. Sobre mis hijas. Ya se todo. Quiero conocer las.

- ya veo. Mira, sientate en una mesa y enseguida voy.

El aceptó y se aserco a la mesa del rincon, lejos de todos las personas.

- Miranda, atiende la caja.

- claro - respondido ella y se colocó tras el mostrador.

Diablos!

Edén quiere conocer a las niñas. Eso no puede ser, como les dire que su papá no es su papá. Ni pensarlo, seria algo muy duro.

Pero Edén tiene derecho a conocer a las niñas, eso no lo niego.

- aver dime - dije sentandome con cuidado en la silla. Tengo una pansa de siete meses.

-quiero conocer a las niñas - me decia en tono de exijencia.

- te sientes con autoridad o que? No porque digas que son hijas vas a exigir algo.

- son mis hijas, ellas deben saber que yo soy su padre - me dijo alzandola voz.

- no me hables en ese tono. Talves sean tus hijas, pero son mas mias. Asi que no te sientas importante.

- soy importante. Soy el padre.

- para mi no. MIS HIJAS ya tienen un padre, que ha visto por ellas. Asi que a mi no me vengas con tu papel de sufrido.

- pero quiero verlas. Tengo derecho.

- talves lo tengas. Pero no quiero causarles un trauma, al saber que su papá no es su papá. Si me explicó.

- esta bien, si no quieres por las buenas será por las malas. Esperó que estes preparada, porque luchare por la custodia de ellas.

- cres que me da miedo. Ellas son mis hijas y nadie me las quitara. Mucho menos tu.

- ya lo veras, ellas estarán con su padre - me decia en tono desafíante. Mientras se ponia de pie.

- si con Gerardo y conmigo que soy su madre. Gracias por venir - me levanté y camine asta el mostrador .

- Wendy, sólo deja que las conosca, y prometo no aser nada de lo que dije - me tomo del brazo.

Maldición. Auque no quiera voltear tengo que aserlo.

Pare en seco y gire para verlo a los ojos. El estaba serio.

- lo prometes? - dije en un susurro. Él sonrió y aceptó con un movimiento de cabeza - esta bien.

- de verdad?

- si, solo que te presentare como un amigo de la familia.

- esta bien. Sera como tú quieras. El sábado puede ser?

- no, los fines de semana no podemos. Será mañana o el lunes.

- Mañana. Donde?

- en la casa, esta es la dirección - llege al mostrador y anote la dirección en un papel - toma, a las tres de la tarde.

Cuando El Sol Se VaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora