30. El Final De Nuestra Historia.

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(multimedia: Wendy y Gema )

- Gerardo...- dije mientras el entraba por la puerta y me tomaba de la mano.

- Wendy, como estas preciosa – me decía mientras me miraba y acariciaba mi cabello.

- Bien, porque no habías venido a visitarme? - le pregunte.

- Tenía unos problemas, pero, ya los atendí. Me dicen que ya recuperaste la memoria?

- Si- conteste emocionada.

- Que bueno mi cielo– pude ver tristeza en su mirada.

Que me ocultas Gerardo.

- Que pasa? – dije mirando sus ojos- dime la verdad.

- Creo que estas a un débil por lo de tu hombro,...- no lo deje terminar.

- Eso no es verdad, dime lo que sea- abri mis ojos como palto- acaso me estas engañando con otra Gerardo!

- Nada de eso, yo seria incapaz de engañarte, te lo juro- contesto mientras tomaba mi mano con fuerza.

- Entonces que pasa?

- Prométeme que lo tomaras con calma- le conteste que si- secuestraron a Emily- Por la noticia quede estática un momento -. Wendy? Reacciona- me decía mientras me movía un poco.

- Que!!! Como quieres que lo tome con calma, mi hija fue secuestrada! Esto no puede ser!- grite.

- Cálmate, si sigues gritando te sedaran y yo no quiero eso- me insistió Gerardo.

- Mi hija Gerardo, mi hija. Que le estarán haciendo, mi niña a de tener miedo – dije y me solté a llorar.

- Yo también he pensado lo mismo, y créeme que me hierve la sangre de pensarlo. Pero ya puse a gente a buscarla estamos tras ellos, pronto estará con nosotros- me decía, yo lo abrace, tenia miedo de que la maltrataran o de que la mataran, dios!

- Tengo miedo Gerardo- susurré entre lagrimas- como estarán sus hermanas, también están sufriendo.

- También tengo otra cosa que contrate-suspiro- Emma esta en terapia intensiva, por el accidente.

- Mi pequeña Emma- dije entre un mar de lagrimas- quiero verla. Por favor llévame con ella.

- Tranquila, te llevare. Pero tienes que calmarte. Por favor cálmate.

De pronto entro una enfermera

- Que pasa?- pregunto preocupada.

- Ya le dije lo de Emma. Ana ayúdala- dijo Gerardo con sus ojos llenos de lágrimas.

- Lo are- se acercó a una mesa y tomo una jeringa y la inyecto por una manguerita- tranquila , se dormirá por unas horas.

- Mis pequeñas- le dije mientras lo veía a los ojos- Gerardo... encunarla- le dije mientras caía en un profundo sueño.

Gerardo se incoó frete a ella y beso su mano mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.se sentía tan impotente, quería salir y buscarla asta por debajo de las piedras. La encontraría y estaba seguro que aria pagar a esos cretinos que la secuestraron por tanto dolor causado. Tenía el deber y la obligación de regresarla con su madre, y no descansaría hasta lograrlo. – Te prometo que la encontré y la traeré a tus brazos, Wendy- le decía en su mete mientras besaba su mano. Amaba a esa mujer, pero también amaba a esas niñas, que, aunque no llevaran su sangre, eran sus hijas y daría la vida por cada una de ellas.

Cuando El Sol Se VaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora