Capítulo XIII

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"La vida es hermosa, vivirla no es una casualidad." (1)

Cuando Sasuke despertó, se encontró nuevamente en el bucanero, despertó y vio su brazo, el cual se cruzaba sobre su cuerpo, intentó mover sus dedos, más un dolor le recorrió todo su antebrazo, soltando un gemido de dolor al vació, a un lado, su espada esperaba a que él la tomará. Y así lo hizo, preguntándose, por primera vez, cómo estaría su hermano, una lagrima recorrió su mejilla, se sentía patético, pero unas ansias por verlo le recorrieron por todo su cuerpo. Más, se detuvo allí, sabiendo, que si él regresaba, su padre de nuevo tendría el control de su vida, y en esos momentos era lo que menos quería. Un sonido de un cañón lo distrajo de sus pensamientos, así que envainando la espada salió a cubierto, mientras una ráfaga de lluvia lo cegó momentáneamente, por fin, después de mucho se habían topado con un barco, y aunque era un crucero, el hambre, y la sed de venganza en esos momentos corrió por sus venas, así que menos de importarle corrió mientras a sablazos cortaba lo que se encontrará a su cuerpo.

Veía como el barco, era bombardeado, sin la posibilidad de siquiera defenderse, las llamas ya estaban cubriendo la mayoría de este, y los gritos llegaban a él transportados por el viento. Fue cuando a lo lejos, lo vio, a su padre, su sonrisa había cambiado y ahora era malévola, no supo que había pasado con él, intentó llegar a él, pero fue muy tarde cuando una de las balas de cañón llegó junto a él, mientras volaba por los cielos, y se hundía. Cerró sus ojos mientras las gotas bañaban su rostro.

Y no supo por qué, pero ahora, él, ya era libre, una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, levantando su rostro mientras soltaba una carcajada, que estremeció hasta a él más hábil de los piratas. Así duró unos minutos más, hasta que sintió como una mano cálida lo envolvía. Abrió sus ojos, y observó al amor de su vida, sosteniendo su mano con cariño y amor, como si supiese algo o quizás adivinando lo abrazó, y fue cuando, estalló en llanto, y lloró, sin importarle que lo observarán, extrañados por su comportamiento. Pero eran sus sentimientos, que confusos se arremolinaban en su interior.

Cuando estuvo más tranquilo soltó lentamente la espada, y acercó sus manos hasta las mejillas de Naruto, ahora ya era 100% de él, ya no lo ataban promesas, ni lo ataban los compromisos, se acercó hasta él, besándolo, como siempre deseo, no a causa de heridas, o de fuego cruzado, lo besó, porque ya lo amaba, más de lo que él podía soportar. Una y otra vez, y él no se cansaba. Hasta que recordó a su hermano y se separó rápidamente de Naruto quien lo observó arqueando una ceja.

— ¿Qué pasa?—Le dijo

— Mi hermano — Gritó. Más Naruto no entendía, ni una palabra.

—En aquel navío vi a mi padre y si él estaba allí, también estaba mi hermano... yo... no— dijo este corriendo hasta la popa e intentó saltar, más unos brazos lo inmovilizaron.

—¡Suéltame!, déjame ir tras él, por favor, él es lo único que realmente quiero, lo único que me quedaba de una familia, para mis padres sólo era un títere, pero para él, era su todo, si él estaba allí debo rescatarlo— gritaba, intentando zafarse inútilmente, no era porque le faltasen las fuerzas, sino porque en su desesperación sabía en el fondo, que ya más nada podía hacer.

­— Si él estaba allí, no creó que allá sobrevivido, todo el barco ardió en llamas, y aparte se hundió, y esta tormenta no dejará rastros de nada, no podemos hacer nada, sólo esperar a que la tormenta pase y buscar entre los cuerpos a tu hermano. Lo prometo.

Sasuke, inmóvil, asintió con su cabeza, mientras observaba, como el barco se hundía cada vez más. Y así llegó el siguiente día, las aguas ahora eran calmas, y en la lejanía no se veía ni una sola nube, así, que sacando las canoas, se embarcaron, buscando entre los cuerpos calcinados. El primero que encontró, fue el de su ahora ex prometida, su cabello había sido quemado en su totalidad, ya no tenía ni cejas ni pestañas, y se alcanzaba a ver el cráneo entre la carne chamuscada. Y él no supo que sentir.

Siguieron encontrando miles de cuerpos, menos el de su hermano, a lo lejos pudo ver parte de lo que sería su padre, parecía ser una pierna, un brazo y su cabeza, el resto, los tiburones se lo estaban comiendo, pero ni un rastro de su hermano.

—Probablemente mi hermano no viajo con ellos, su enfermedad es grave, y no creó que un viaje de estos su cuerpo pudiera aguantarlo— dijo Sasuke suspirando de alivió, pero ahora se preguntaba por qué su padre había llegado hasta allí, y cuál era su objetivo.

— ¿Qué piensas hacer— le preguntó Naruto, sacando algunas provisiones que flotaban sobre el océano calmo.

— Quisiera regresar al puerto, y hacer una estrategia para encontrarlo, no puedo creer, que mi padre lo haya dejado allí— respondió Sasuke, observando la inmensidad del mar, mientras, se alejaba del cuerpo sin vida de su padre.

De nuevo abordó el barco, teniendo como objetivo el encontrar a su hermano.

Semanas después había aprendido a manejar la pistola, aunque no había herido aún a nadie con ella, más ganas no le faltaban cuando Madara pasaba a su lado, su cuerpo se estremecía por la rabia, de repente se detuvo, sin creer lo que veía.

En frente suyo su hermano lo observaba, o quizás no, en su mano un pequeño cofre se hallaba, él, estaba parado junto a un caballo, que lo acariciaba con su hocico, como si de un perro se tratara, pero aquello no fue lo que lo sorprendió, sino que su hermano estuviera vestido igual que él, con un sombrero que cubría su cabello oscuro.

Vio como alguien salía de una tienda, su hermano se volteó y por vez primera observó una sonrisa, él, pudo ver como su hermano lo veía de reojo, con aquella sonrisa, él chico a su lado levantaba y abría el cofre, una y otra vez, allí ya no había nada, él chico al lado de su hermano se le acercó y posteriormente hizo algo que lo dejó anonadado.

Sonrió, cruzaron sus miradas, como hablando en código, y él se alejó, si algún día, se reencontraban debía saber, que había ocurrido en aquellos meses en la que no solo había cambiado su vida, sino que la de su hermano también, a lo lejos pudo ver una pequeña cicatriz que cruzaba el rostro de su hermano, siguió su camino, él había encontrado una nueva vida, y su hermano, una nueva luz.

Ya no necesitaba ningún plan, lo había encontrado, y él era feliz, se acercó a Naruto, y este lo abrazó, le dijo entre susurros que al fin lo había encontrado, pero que primero debían ocuparse de un asunto serio. Naruto le escuchó, no creyendo lo que escuchaba.

— ¿En serio Madara hizo todo eso? — le respondió Naruto asombrado.

— Así es y según papá el hizo más cosas, debemos deshacernos de él— Naruto abrió sus ojos como platos, no creyendo lo que escuchaba, más suspirando asintió. Ahora Sasuke debía buscar cómo comunicarse con su hermano, ya que ese plan necesitaba toda la ayuda que fuera posible.

(1) Albert Einstein

NT: Puede que los capítulos sean cortos, (En word me salieron 42 páginas, word es engañoso) pero por fin, luego de como un año (Cuando se acabó Naruto) pude terminar el fic, por lo que me disculpo por terminarlo hasta ahora. Bueno, espero les guste.

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