Capítulo XIV

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"El amor es una amistad con momentos eróticos." (1)

Había aceptado cuando le confirmaron que era Anquilops, y sinceramente no entendió a que se referían, sólo supo, que esta era tratable desde hace muchos años, y que Tsunade no entendía porque no lo habían curado antes, dejándolo en observación y a base de dietas llegó el día siguiente, claro que tenía miedo, cuando le pusieron una mascará con una extraña sustancia que lo durmió, mientras duraba la operación (2)

Cuando despertó una venda cubría sus ojos y un leve dolor lo aturdió momentáneamente, más una mano apretó la suya, y en ese momento se sintió un poco más cómodo, devolviendo el apretón de manos, tenía miedo, tenía dolor, y sólo quería huir de allí, sabía que en algún momento lo haría, pero ahora se sentía incapaz de escapar de allí. Y se sintió tan cobarde.

Unos días después le quitaron las vendas de sus ojos, y pudo ver todo en su máximo esplendor, las gotas de lluvia que se escurrían por sus ventanas, las motas de polvo que se esparcían por el espació, las pequeñas grietas en los muros, las arañas que caminaban por las paredes, y le pareció perfecto, y por primera vez desde que se aventuró a ese viaje, sonrió.

Y fue cuando lo vio, parado en la puerta de su habitación, con su cabello suelto, una hebra de cabello caía sobre su rostro, él, estaba contando unas monedas en sus manos blancas, y resoplaba volviéndolas a contar, y a él le pareció lo más hermoso que sus ojos habían captado, y en ese momento, se enamoró aún más de lo que estaba. Y decidió decírselo, aunque este lo alejara de su vida, igual él se iba a ir.

Vio que Tsunade lo golpeo, y le quitó las monedas de sus manos, diciendo, que tenía una gran deuda con ella. Y a Itachi esto le molestó, más como siempre, no dijo nada, sólo apretó las manos a sus costados, y sus nudillos se pusieron blancos, por la presión que ejercía con ellos.

— ¿Cómo te sientes? — Le preguntó Deidara, mientras agarraba su cabello y le escondía entre su sombrero, y se sentaba junto a la butaca que estaba a su izquierda.

— No lo sé, raro, desorientado, y la verdad no sé ni que pasó— respondió Itachi, observándolo de reojo, y viendo la pequeña sonrisa que este mantenía.

— Por supuesto que funciono, Tsunade es la mejor doctora que conozco— dijo levantando un mechón de su cabello, allí pudo ver por primera vez la cicatriz de su ojo, no era fea, más sintió una extraña rabio bullir al pensar quien lo había dañado de ese modo.

—¿Qué...?— no completó su oración cuando de nuevo Tsunade entró a la habitación, con una bandeja llena de medicamentos y extendiéndole un vaso desechable relleno de agua, Itachi los tomo, la observó a ella y posteriormente a las pastillas, y de un movimiento rápido las tomo, sintiéndose algo adormilado al instante, y entrando de nuevo al sueño profundo.

Tsunade espero a que cayera dormido para hablar con Deidara —Y ¿Ahora qué vas a hacer mocoso? ¿Cómo le dirás que le has robado para pagar su tratamiento? — le dijo ella, cruzando sus brazos sobre su pecho.

—No lo sé, lo que sí sé, es que cuando lo sepa, me matará, espero conseguir el dinero antes de que se dé cuenta de que falta— respondió este cruzando sus brazos también. —Creó... que le diré a Madara que me dé dinero— Tsunade abrió sus ojos, mientras abría su boca de asombro.

— ¿Estás loco? — le preguntó. — ¡Ya sabes lo que él pedirá por ese dinero, y si aceptas no será más que prostitución, y no voy a aceptar eso! —

— ¿Y qué más puedo hacer? — le respondió saltando de la silla y comenzando a caminar de un lado al otro — No tengo suficiente dinero para pagarle lo que le he quitado, y sé que lo necesita para algo sumamente importante, o si no, no lo cuidaría con su vida, no quiero fallarle— dijo parando de un momento a otro y observando el suelo.

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