Marido por accidente.

Capítulo 4: Primera pesima impresión. [Editado]

Narra Zayn.

La miro por ultima vez antes de voltearme al frente, aunque en realidad sego observándola por el espejo retrovisor. 

Se ve muy común. Totalmente ajena a la música que yo hago, ajena a mi mundo entero. Al menos, el mundo al que pertenezco ahora.

Su cabeza está ligeramente inclinada y su espalda enconrvada mientras juega a algún tipo de juego en su móvil. Su cabello levemente rizado cae hacia adelante cubriendo su rostro. Lleva el pelo largo hasta por debajo de los hombros en color castaño oscuro, con flequillo notablemente crecido.

Trae jeans algo grandes en color azul y una camiseta negra que se ajusta a su torso, sobre esta tiene una chaqueta de jean oscuro al igual que sus converse.  

Paul detiene el coche, e instintivamente miro a travez del vidrio para descubrir en donde estamos. No es un local o, restaurante. 

Es un puesto de comida. 

Giro hacia mi derecha, encarando a paul, en busca de explicación.

—No creo que sea seguro que los vean juntos en un restaurante —murmura, para que nuestra 'acompañante' no nos oiga.

—Creo que tiene razón, Sr. Malik, no quiero causarle problemas —Susurra ella. Su voz y oración son claramente ironicas, pero su rostro se muestra serio y angelical.

La cara de Paul, en cambio, es para una foto, al fin y al cabo la chica nos ha oído.

—Vale, ¿Qué quieren? —regunta intentando cambiar su exprecion.

—Mmm, ¿Hamburguesas?

—Marchen dos —Grita Paul mas para el dueño del puesto que para nosotros, antes de salir por la puerta del copiloto. 

Vuelve con las grasosas y grandes hamburguesas, y dos vasos de coca-cola.

—Bueno, iré a pasear un rato... —avisa sin siquiera entrar al auto —,deberías pasar al asiento del piloto —Le recomienda a la chica. Ella asiente y sale del auto, pero rumbo a mi puerta por lo que tengo que pasarme yo al lado del conductor.

—Vale, estonces será mejor que vaya directo al hotel. Solo sigue la ruta del GPS, ¿Si? —Me dice seriamente, asiento y veo como se aleja a pie. Es la primera vez que Paul me deja conducir en una ciudad sin el cuidando, creo que es porqué solo soy yo, no están ninguno de los chicos que podrían causar problemas.

Pongo seguro a las puertas y apoyo mi espalda en diagonal, sobre el asiento, para tener un ligera vista de frente de Elizabeth. Ella sigue sentada mirando hacia adelante. 

Debe de sentir mi mirada, porqué enseguida se voltea encontrándose con mis ojos.

—Hola.

¡Dios que idiota!

Una pequeña sonrisa, es toda su respuesta. Le paso una hamburguesa, intentando que olvide mi estúpido inicio y completamente seguro de que no va a comerla.

—Bueno, habla.

Dice antes de darle un mordisco a la hamburguesa, no uno pequeño, uno de verdad. Recuerdo que la última vez que comí con Perrie, ella murmuraba cosas cómo que debía cuidar su figura si deseaba entrar en un Vera Wang, y solo se ordeno ensalada y pescado.

Me quedo en silencio viéndola comer. Está hamburguesa es tan grasosa que hasta a mi me asusta, mas que nada por como se me burlaran los chicos y Lou en el caso de que suba peso, pero ella la devora como si fuese un exquisito y sano manjar —¿Nunca viste comer a una chica? —Me pregunta extrañada, a la vez que limpia un poco de mayonesa que se ha acumulado en la comisura de sus labios. Se ve tierna, mucho.