—Elizabeth.
Dejo de mirar mi reflejo en la pantalla negra del microhondas cuando este enciende la luz, acabo de poner un trozo de pizza a calentar. Toco la punta de uno de mis mechones de cabello, agh.
Hay dos cosas que pienso sobre mi nuevo cabello. Uno, y es el punto en contra, siempre odie a las rubias, por ningún morivo en especial, pero no puedo ser rubia ahora, va en contra de mis principios, mi moral. Y dos, que es el punto a favor, me queda increíblemente sexy, joder que sí. Parezco una gata a punto de jugar con su presa, y aunque la comparación felina es denigrante, es lo que la mayoría de los hombres desean, y se que podría sacarle un buen provecho a este nuevo look.
—¿Admirando el nuevo estilo? —La voz de Harry se cuela en mis pensamientos, volteo a verlo con una ceja alzada.
—Ni creas que olvide que tú también eres culpable —Advierto.
—No. Todo fue culpa de Zayn, memorizalo, creelo, siéntelo —ríe por su estupidez y luego me mira —Te queda muy... sexy —Su voz es algo más grave, y me hace reír.
—Así qué... ¿Tienes un fetiche con las rubias? —murmuro seductoramente acercándome a él.
—Ese es Zayn, él eligió el color —contesta embobado.
—Si serás... —le pego en la cabeza y comenzamos a reír.
Zayn irrumpe en la cocina sin que me lo esperará, su cara refleja confusión y asombro. Suavizo mi ceño fruncido y me volteo nuevamente para encarar el microhonda que ya soltó ese pitido avisando que mi comida está lista.
—¿Pizza? —Pregunta Harry, Zayn sigue en la puerta.
—mjhm —musito con un trozo en la boca.
—Agh, ya estoy harto de la pizza.
—Yo también, pero bueno —le digo y le doy otro mordisco.
—Yo me voy al hotel. De seguro allá hay comida de verdad —Y deseo fervientemente ir tras él, joder, verdadera comida.
—Bien, trae a los chicos en la noche, yo cocinaré.
—¿Qué? ¿Lo dices en serio? —pregunta con sus ojos verdes brillosos, asiento y él corre a abrazarme —Oh, dios, te amo falsa rubia —le doy un puñetazo y el ríe.
—Te pareces a Niall —murmura Zayn.
—Es tú culpa. Por cierto, traeré a Lou para que te arregle eso, ¿vale? —mi curiosidad gana y me fijo realmente en Zayn.
Se nota que acaba de salir de la ducha, porqué lleva el pelo húmedo, y su camiseta blanca se le pega un poco en la espalda. Se ha dado vuelta para despedirse de Harry y cuando lo ve salir, me encara a la distancia, sí la mezcla que provocó esto es mi cabello, también le afectó, tiene casi todo su flequillo de un amarillo pastoso.
—Es cómo volver al pasado —murmuro atrayendo su atención.
—¿El qué?
—Tú pelo.
—En cambio a ti, te quedo muy bien —se me escapa una risa nerviosa.
—¿Gracias? Supongo, es tu culpa. Tendras que arreglarlo —advierto, señalando mi cabello.
—Cuando venga Lou, le diré que te ayude —asiento y le doy otro mordiscon a la pizza.
—¿Liam llamó a Danielle? De verdad necesito su ayuda —Zayn se encoje de hombros y me mira serio.
—Seguro. Solo que... Danielle terminó con Liam, así que, ya sabes...
—¿Qué? —escupo mi trozo de pizza. ¿Liam y Danielle terminaron? Vale, no conozco mucho a Danielle, pero según Leah y todas sus revistas son una pareja muy segura.
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Marido por accidente.
FanfictionPrimer libro de la trilogía. Para Zayn Malik, estar casado conmigo no es más que un estúpido accidente. Cuánto quisiera que así fuese. »Mayo 2013.