Capítulo 38: Los cobardes sobreviven.

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"Es peligroso, estoy cayendo..."

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Elizabeth:

Giro mi rostro sin haber dormido nada, los chicos han llegado hace media hora y a pesar del ruido que hicieron, Zayn no se despertó. Alzo un poco mi rostro y beso sus labios castamente. ¿Qué me hiciste?
Siento una presión en el pecho y me obligo a alejarme. Siento frío cuando me levanto con cuidado, creyendo a Zayn lo suficientemente dormido como para no darse cuenta, camino descalza ignorando el piso frío y el aire costero que parece traspasar puertas y ventanas, abro la puerta lo mas silenciosamente que puedo y la cierro de la misma forma, dejando atras toda mi ropa. Me deslizo por el pasillo aguantando la respiración y llego a la habitación de Harry hecha un manojo de nervios, mi mente me golpea ni bien cruzo el umbral de la puerta y me siento incapaz de hacer otra cosa que estar de pie.

Harry me mira desde la cama, con los ojos entrecerrados del sueño. --Aunque me interesa mucho, ahora mismo no puedo oir que tan gratificante fue follar con Zayn... --murmura con voz pastosa.
Un sollozo se escapa de entre mis labios y tengo ganas de pegarme a mi misma por ello. Harry entra en modo alerta y salta de la cama en pequeñisimos boxers blancos. --¿Estás bien?
No hablo, no puedo hacerlo, siento como un ladrillo impidiendomelo, y dificultandome la respiración, tiemblo mucho y no solo por frío, mi mano derecha va a mi brazo izquierdo y comienza a rascar la piel aunque yo no lo quiera, y no puedo dejar de mirar los ojos verdes suplicando. Me siento presa en mi cuerpo. Harry me abraza, intentando calmarme. Lleva mi cuerpo hasta la cama y se sienta al borde de esta conmigo, separa mis manos preopado y las une a las suyas para evitar que vuelva a rascarme. --Respira conmigo... --pide. Intento seguirlo, y poco a poco mis impulsos van cediendo. Harry coge mis manos con una de las suyas y con la otra comienza a peinar mi cabello mientras canta bajito.

--¿Te hizo algo? --pregunta asustado de mi respuesta.

--No...

--¿Qué sucede entonces? --su voz tiembla, yo sigo sollozando.

--Q-quiero irme --susurro, e hípo.

--¿p-por q-qué? --se traba al hablar y puedo decir sin verlo, que está llorando. --, lo mataré si te hizo algo. --promete.

--Él no hizo nada, Hazz --murmuro y vuelvo a hipar. --Necesito irme.. --suplico. Harry se desespera, está asustado. Me mira una y otra vez.

--¡LEAH! --grita Harry y yo abro mis ojos asustada, no quiero que Zayn se levante, no, mierda Harry, mierda. Las lagrimas caen sin vergüenza.
El rizado esta a punto volver a gritar cuando Leah entra, en ropa interior y con una bata de algodón abierta. --¿¡POR QUÉ MIERDA GRITAS!? --gruñe antes de darse cuenta de mi presencia. --Oh, mierda, Ell. --Se acerca a mi y separa mis brazos, la miro a los ojos y ella me abraza, sobando mi espalda, intenta calmarme. --¿Qué le hiciste, Styles? --escupe enojada.
--Nada, es ella que quiere irse y no me dice porqué. --Oigo a Harry bostezar, y sorber sus lagrimas. Leah voltea a verlo.

--Puedes dormir en mi cuarto, Styles. --Y, él se va, acatando a la primera la orden implicita en sus palabras, sin atreverse a desafiarla. --Dime --pide cuando ambas estamos acostadas en la cama de Harry. Intento controlarme para hablar, pero no puedo hacerlo, todo dentro de mi se bloquea y vuelvo a rascar mi mano frutrada. --Shh, tranquila --susurra Leah apartando mis manos.
Me acuesto y ella nos cubre con el edredón antes de recostarse a mi lado. Me siento como hace tiempo, cuando recién llegué a Nueva York y me sentía presa de mi cuerpo en ataques de ansiedad, y Leah se acostaba conmigo y tarareaba canciónes hasta que me calmara y por fin pudiera hablar.

Tenía tiempo sin ataques de ansiedad, había aprendido a controlar nuevamente mis sentimientos y cuerpo en reacción a ellos después de los que sufrí tras la muerte de mi padre, y aunque, quizás bloquearlos casi al máximo no ha sido lo mejor, me siento orgullosa de ello. Hasta ahora.
¿Cómo es que después de tanto, un simple polvo mueva todos mis esquemas?
Suspiro frustrada, intentando volver a mi. Tranquilizarme por completo. Leah espera pasiente, tarareando la suave melodia de Chasing Cars, y sin poder soportarlo más, lloro.
Lloro en su hombro, abrazandome a su cuerpo, a su amistad, lo único que creía real, porqué ahora muchas cosas piden ser reales también. Lloro la muerte de mi padre una vez más, lloro el no tener a mi madre y mi hermana, lloro porqué Zayn ha roto mis esquemas y sistemas de bloqueo en tan solo una caricia, lloro porqué senti su amor y fue mas real que cualquier otra cosa que conocí, y me odio por privarme tanto tiempo de ello.

Marido por accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora