Trece

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— Phil, creo que esto es para ti.— anunció Shanna volteando hacia atrás para mirarlo.

El chico se levanto con un suspiro, y miro a la puerta.

Era una cactus pequeño con flores crecientes a sus extremos que traía a la carta que Dan le había escrito.

Dan no era alguien muy romántico, le parecía patético y empalagoso todo eso de corazones y rosas y simplemente prefería que el amor fuera a su manera, y aunque sabía que Phil también era algo quisquilloso con eso, decidió hacerlo... A su manera.

Tomó la carta el cactus y el sobre que decía sus nombres y lo abrió revelando una hoja con líneas de palabras escritas a mano.

Phil, sé que tal vez me odies en estos momentos (aunque sé que por dentro aún me valoras)
No sé que ha sido de mi estos últimos meses, creo que solo han servido para que creciera un odio interior en mí mismo y no es que tenga un autoestima pésimo, es que me he dado cuenta que ha veces me importa más lo que tú pienses de mí que lo que piense yo mismo, y si lo sé es algo peligroso y tonto pero así de mal me tienes.
No sé si quiera por qué escribo esto ya que sabes que generalmente no lo haría, pero creo que tú eres de las pocas excepciones en mi vida y que no me dejaste muchas opciones.
Todavía tengo tu habitación, tu cama, algunas de nuestras camisas y muchas cosas más de tu pertenencia y no me quejo por qué tengo la esperanza en que vuelvas aunque me cueste la vida, he prendido alguna de tus velas para seguir manteniéndome en tu ambiente pero claro no te asustes que no he usado la de bombones sin tu presencia. He estado regando tus plantas, no creo que sigan igual de vivas sin ti, pero siguen en pie y creo que son casi una exacta representación de mí ahora mismo.
Tenemos un show de radio la próxima semana y no sé qué planes tienes tu, pero no me importa si quiera eso, solo quiero que me perdones.

Dan.

El chico termino de leer la carta con una expresión que casi no decía nada, por dentro explotaban miles de diferentes emociones.

Pero aún no iba a hacer algo al respecto. Extrañaba a su amigo pero quería jugar con él un poco más antes de caer de nuevo, así que estaría dispuesto a aguantarse.

No quería volver donde el castaño, por qué sabía que si lo hacía no volvería a hacer lo mismo de antes aunque tenía cierto plan que lo haría pasárselo bien por un rato y que tal vez no le molestaría que Dan se diera cuenta. No le gustaba hacerle daño a nadie pero sentía que tenía que intentarlo antes, y solo desear que nada saliera verdaderamente mal.

Conversó con Shanna sobre ello, y a la chica de pareció divertido, trataba de que Phil no se sintiera mal por lo que pasaba ya que no era culpa de él, así que lo que le comentaba que tenía en mente le pareció bastante satisfactorio.










Shanna no tenía que trabajar ese día por el cual había invitado a su novia a su departamento y lo mejor que le había dicho que trajera compañía extra para el chico.

Phil estaba consiente de ello así que se vistió con algo que sintiera que se vería bien y arreglando su cabello de una manera que quedara espectacular.

Tenía planeado salir y dejar a Shanna y su novia en el departamento mientras el salía con la "compañía" que la otra chica traía para él.

Con una camisa de botones algo tallada, el cabello oscuro brillante resaltando sus ojos y las líneas de su cara marcadas perfectamente se sintió bastante bien para salir con quien fuera.

Phil le temía al compromiso, pero le gustaba experimentar, se le hacía difícil ver cualquier relación como algo aparte de amistad.

El reloj marcaba la una, y en la puerta se oía el llamado.

La chica se dirigió a la puerta para abrir dejando ver a un chico y una chica.

¡Kate!— exclamó Shanna abrazando a una chica de cabello medio rubio ceniza casi de su misma altura.

La otra chica le devolvió el abrazo dirigiéndose para presentarle James a Phil y que pronto los dos chicos se fueran por su camino.

Esa noche Phil pensaba hacer algo que generalmente no haría y eso le estaba gustando.

Después de conocerse un poco y dejar en claro unos asuntos, Phil accedió a pasar algo más que la noche en casa de Jamie y así sucedió.







Se escuchó como alguien tocaba la puerta en la mañana, Shanna se despertó en sus pijamas fijarse quién era y al abrir la puerta se encontró con Dan justo ahí.

— ¿Puedes decirle a Phil que lo busco?— rogó haciendo más intentos.

— No creo que quiera verte.— le hizo mala cara.

— Por favor...— continuo.

— Mira Dan la verdad es que Phil no está aquí ¿Vale?

El castaño lo pensó un momento.

—¿Entonces está donde su madre?— pregunto.


La chica sonrío y negó con la cabeza.

— No creo que te incumba.

Dan la miro atentamente como preguntándole con la mirada.

— Shanna vamos dime dónde está. — insistió de nuevo.

La chica suspiro y se cruzó de brazos.

— Esta en la casa de un chico. — soltó.

Dan se quedo un momento procesando las palabras, ¿Qué hacía en la casa de un chico que siquiera conocía?

— ¿Cómo dijiste? — pregunto de nuevo sin creérselo.

— Si mira, mi novia trajo a un chico gay que quería alguien para divertirse, Phil también.— se encogió de hombros. — simple.

El castaño pensó todo eso atónito, se sentía con rabia y celoso. Celos, eso era lo que tenía, como cualquier extraño podía estar debajo de las sabanas con Phil ahora misma y el allí.

Pero claro, por fin le habían pagado con la misma moneda.

Don't Let Me Go | PhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora