Capítulo 4

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- Hola. Feliz... Feliz cumpleaños - dije tímidamente acercándome a él, dudando si debía sentarme o no. Al oír mi voz volvió su vista hacia mí y me regaló una dulce sonrisa de lado, marcando su hoyuelo. Hizo una seña con su cabeza para que me sentase y así lo hice, aunque con un poco de desconfianza.

- ¿Qué tal tu nueva casa?

- Bien... en realidad es demasiado para mí. - dije un poco avergonzada.

- Nada es demasiado para ti, princesa, te mereces más que toda esta mierda que viviste. - soltó y no supe que más decir, era extraño que Luke me llamara "princesa" y que dijera que "nada es demasiado para mí". Eran dos halagos hacia mí en una sola oración, viniendo de Hemmings. Esto era muy extraño. - Necesito hablar contigo. - y le di un movimiento de cabeza encarnando una de mis cejas para que continuase hablando. - Es... sobre todo lo que te he hecho, es decir... yo era tu amigo, ¿lo recuerdas? Nos llevábamos tan bien y te cambié por la estúpida popularidad. Cuando entramos al Instituto, todo mejoró para mí, y creí que sería lo mismo para ti, pero no me di cuenta de que las cosas no mejoraban para la chica de la que estaba locamente enamorado. Y me arrepiento de haberte pasado por encima y de nunca haberme dado cuenta de lo que sufrías en tu casa, en el colegio, de nunca haber notado lo mal que te estaba haciendo. Pero todo esto me había cegado y me dejé llevar. Y me hizo olvidar que estaba enamorado de la chica a la que tanto daño le he hecho - hizo una pausa para poder secar las lágrima que empezaban a correr por su rostro y entonces me di cuenta de que yo también estaba llorando. No pudiendo mirarlo más a los ojos, bajé mi mirada a mis manos que permanecían sobre mi regazo, una en cada pierna. Noté como una de sus manos se acercaba a la mía, rozándola con sus dedos, buscando entrelazarlas. Cuando lo logró, con la otra mano, alzó mi rostro desde mi barbilla, obligándome a mirarlo a los ojos. - Lo siento tanto... - murmuró, ya cerca de mi rostro, rozando nuestras narices. Intentó acercarse más a mis labios, buscando unirlos con los suyos, pero entonces recapacité: tal vez todo esto era otra de sus bromas y solo quería hacerme el ridículo frente a todas esas personas. Me aparté de él y entré dentro de la casa para salir por la parte delantera y llamar a Ashton en la vereda, donde la música no sonaba tan fuerte, no quería pasar un segundo más en ese infierno antes de que se burlasen de mí, por ser tan vulnerable y por haber dejado escapar esas lágrimas, por las cuales debería parecer un mapache.

Sentí una mano rodear mi muñeca a la vez que me hacía girar sobre mi misma, quedando frente a frente con la persona que lo había hecho.

- No te escapes. Te lo digo en serio. Lo siento. - dijo y me abrazó contra su pecho sin que pudiese hacer nada, solo inspirar su delicioso perfume masculino. Otra vez ese abrazo me reconfortó, me consoló, pero yo no podía seguir confiando en él.

- Luke... Suéltame. - me aparté de él suavemente, comenzando a extrañar, otra vez, sus brazos, su pecho, su aroma.

- Déjame compensarte todo lo que te he hecho, todo lo que me he burlado de ti. En realidad no sabes por qué he hecho todo esto, hay una razón por la cual lo hice y creí que sería lo mejor, pero me doy cuenta de que no lo fue. - dijo y pude notar desesperación en sus ojos, como así también noté que todos los que se encontraban fuera nos miraban extrañados, incluyendo a Calum, Liam y Dylan. - Vamos, te llevaré a un lugar. - y comenzó a encaminarse a su auto que estaba estacionado frete a su casa. Me subí en el asiento del copiloto, aun desconfiando de lo que podría llegar a hacerme. Comenzamos a andar y llegamos a un bosque, con un lago, en las afueras de la ciudad. No había allí ninguna luz, ni la de las estrellas, ya que esa noche estaba algo nublada. Bajó del coche, dejando las luces del auto encendidas y se dio la vuelta para abrirme la puerta y dejarme salir. Era una noche cálida, sin viento, ni ruidos, solo el de algún que otro grillo. Cuando salí del auto me tomó la mano y me llevó hasta el capó del auto, ayudándome a sentarme allí. Luego se sentó a mi lado y respiró hondo viendo algún punto en el horizonte.

- Necesito que me perdones. - dijo volviendo sus vista hacia mí. - Te necesito de vuelta.

- No te quiero cerca, me has hecho daño. - dije mirando mis manos en mi regazo, nerviosa.

- Lo sé, princesa, pero quiero compensártelo, el daño que te he hecho yo, tu padre, los chicos del colegio... - miró mis muñecas con indicios de haber estado lastimadas, aunque ya estaban cicatrizándose. - Y el daño que tú misma te has hecho. En parte por mi culpa, ¿no es así?

Tomó mis manos y besó mis heridas suavemente. Mi nariz comenzó a picar y segundos después, una lágrima corría por mi mejilla. Tomó mi rostro con sus manos y secó la pequeña lágrima con su pulgar. Besó mi frente y con sus ojos llorosos habló luego de un agradable silencio.

- Solo dame una oportunidad para curar tus heridas.

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- Ahora me explicas que mierda fue lo que pasó con Hemmings - dijo Ashton cuando bajábamos de su coche, rumbo a su casa.

Luego de mi charla con Luke, mi teléfono comenzó a sonar y recordé que le había pedido a Ashton que pasase por mí. Le pedí que esperara unos minutos y, veinte minutos después, estuve con Luke frente a Ashton y este último, no entendiendo nada, se despidió no muy amablemente y me arrastró a su coche para salir a toda velocidad.

- No hay nada que explicar. Solo que no me sentía bien y me llevo a tomar aire fresco - sabía que era mala para mentir, pero no podía contarle a Ashton que había ido lejos de la fiesta con Luke. Él claramente me había dicho que no me alejara de allí y si quería ir casa debía llamarlo.

- Está bien... Sabes que de todas formas me enteraré luego - dijo para nada convencido con mi respuesta y se fue a dar un baño. Al menos me había librado por hoy. Debería explicarle en algún momento, de todos modos.

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Besos

PD: se que el capitulo es corto :c

En la casa de madera | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora